El nuevo decomiso sigue al operativo de hace una semana contra una de las mayores redes de robo de combustible del centro del país, y las redadas en puertos contra el huachicol fiscal
Darinka Rodríguez
El combate al robo de combustible se consolida como una de las prioridades del Gobierno de México. Este lunes, las autoridades han anunciado el decomiso de 15,4 millones de litros de combustible robado, práctica que se conoce coloquialmente como huachicol. Se trata del aseguramiento más grande de la actual administración, luego de que la presidenta, Claudia Sheinbaum, planteara un combate abierto al robo de hidrocarburos.
De acuerdo con el comunicado conjunto que ha divulgado el Gabinete de Seguridad, el decomiso se produjo en dos operativos, ambos en el Estado de Coahuila. El primero de ellos se dio en el municipio de Ramos Arizpe, donde el personal de seguridad federal fue informado por policías estatales de la presencia de varios carrotanques aparentemente abandonados, cerca de una estación de ferrocarril. Al realizar la inspección de los vehículos, se localizaron 3,9 millones de litros de combustible.

Poco después, en otra estación de ferrocarril aledaña al municipio de Saltillo (a unos 14 kilómetros de distancia), se localizaron 96 contenedores móviles varados sobre las vías del ferrocarril, que contenían 11,5 millones de litros de hidrocarburo.
“La localización y resguardo de los 129 carrotanques es el aseguramiento de mayor magnitud que se ha logrado en la presente administración”, han dicho las dependencias en el documento difundido esta mañana.
Los recientes decomisos de combustible robado dan cuenta de las prioridades del Gobierno federal sobre este delito. El pasado 2 de julio, el Gabinete de seguridad daba cuenta del aseguramiento de 880.000 litros en Tabasco, además de los 3 millones de litros recuperados de la entidad en mayo, más otros 1,5 millones incautados en marzo en diversos operativos.
La semana pasada, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informaba además de la desarticulación de una red de robo de combustible que actuaba en el centro de México, entre el Estado de México, Hidalgo, Querétaro y la capital. Según explicó el funcionario, se trataba de una de las principales organizaciones dedicadas al tema en la región. En el operativo, además de varias decenas de detenciones, se decomisaron millones de pesos en efectivo y cantidad de maquinaria.
Antes aún, en marzo, el gabinete de seguridad informaba del aseguramiento de millones de litros de combustible en barcos, en puertos de Tamaulipas y Baja California, un golpe contra el denominado huachicol fiscal. Además de pinchar y ordeñar los ductos de Pemex, la empresa pública del sector, las mafias mandan crudo robado a Estados Unidos, donde lo refinan, para luego traerlo de vuelta a México, todo con documentación arancelaria falsa, lo que les permite ahorrarse impuestos.
El robo de combustibles de Pemex figura en la parte alta de la lista de delitos que el Gobierno de México busca combatir. Petróleos Mexicanos perdió en 2024 más de 20.000 millones de pesos por el huachicol, algo más de 1.000 millones de dólares, cantidad que aumentó año con año durante el mandato de López Obrador. Tanto la presidenta como García Harfuch han expresado que no se tolerará más la extracción ilegal de hidrocarburos de los ductos de Pemex.