La dependencia evitó que 2.4 toneladas de aletas de tres tipos de tiburón fueran exportadas a China de manera ilegal. Ahora denuncia a quienes resulten responsables.
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En el Puerto de Ensenada, Baja California, fue asegurado un cargamento de 2.4 toneladas de aletas de tiburón que sería exportado a Shanghai, China, de manera ilegal.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró la carga y este jueves presentó una denuncia penal contra quienes resulten responsables del delito contra la biodiversidad.
Se trata del segundo decomiso de fauna marina más importante en Ensenada, donde en 2013 también se aseguraron 34 toneladas de vida marina. El aseguramiento fue calificado como “histórico” por la dependencia.
El cargamento se encontró el 5 de junio, luego de que elementos de la Marina alertaran a Profepa sobre un contenedor con 135 costales que en su interior llevaban aletas de tiburón, comercializadas sobre todo en Asia.
Las autoridades ambientales, de las aduanas y la Marina identificaron, pesaron y separaron las aletas deshidratadas: 1.2 toneladas provenían de tiburón y rayas; 152 kilos eran aletas secas de tiburón toro; 317 kilos de tiburón amarillo común y 682 kilos de tiburón sedoso. Algunas de las aletas corresponden a ejemplares juveniles y recién nacidos, detalló la Profepa en un comunicado.
El mercado de aletas de tiburón, de millones de dólares anuales y comparado con el de la cocaína, ha puesto en peligro a los tiburones.
La normativa mexicana establece la prohibición del aprovechamiento exclusivo de las aletas de tiburón, mientras que la exportación al mercado internacional de las especies identificadas en el decomiso está regulada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que establece que su comercio debe ser controlado para no poner en riesgo su supervivencia.
“Durante la diligencia se pidió el certificado CITES correspondiente, a fin de corroborar la legalidad de la exportación del producto marino. Pero, al no acreditarse la legalidad de la exportación hacia China, se procedió al aseguramiento precautorio de las aletas. Asimismo, se solicitó a la Aduana su inmovilización inmediata a fin de evitar que el producto salga del país sin cumplir con las disposiciones legales aplicables”, detalló la Profepa.
El Código Penal Federal contempla penas de uno a nueve años de prisión y 333,000 días de multa a quien de manera ilegal capture, trafique, transporte o dañe ejemplares de especies de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, endémicas, amenazadas, en peligro de extinción, sujetas a protección especial o reguladas por algún tratado internacional.
Se considerará una pena adicional de hasta de tres años más de prisión y 1,000 días de multa cuando las conductas se realicen con fines comerciales.
Investigaciones periodísticas han documentado la posible implicación del personal de las aduanas y del crimen organizado en el tráfico ilegal de fauna marina, así como pocos resultados de las dependencias a cargo para sancionar este delito.
En este caso, la Profepa sostiene que aportará todos los datos o elementos de prueba con los que cuente para alcanzar una sentencia condenatoria.
