Por primera en 80 años una mujer reta al sindicato y suma importante apoyo del gremio
Para la candidata de la Planilla Azul a la dirigencia de la Sección 28 del SNTE está claro:
No solo hay irregularidades en el padrón, sino que también amenazas contra los trabajadores de la educación; y, despliegan la movilización de un aparato oficial que actúa con prepotencia y desdén hacia el gremio.
La crítica de Mónica Agüero Cordero es directa contra la Planilla Blanca y su candidato Ernesto Félix Tabardillo…
Porque es parte de una estructura misógina, de liderazgos que se han olvidado de los trabajadores, de sus intereses y necesidades.
“Se han dedicado a hacer política civil”, sostiene, mientras que hacia el interior de la Sección se muestran ajenos a las necesidades del gremio”.
“Lo he constatado en estas giras en busca del voto. Mucha gente está harta, cansada de lo mismo”, explica quien el martes cerró su campaña en busca de la dirigencia sindical en Ciudad Obregón, en un ambiente festivo y solidario.
En la sobremesa el reportero le advierte:
¿Pero está consciente que puede perder?
–¡Estoy consciente que puedo ganar!
De lograrlo, sería la primera mujer, en los 80 años de existencia del SNTE, que llega a una posición de liderazgo, precisamente cuando, en el país, también se rompió la tradición machista en la Presidencia de la República.
¿Puede haber jugadas tramposas?
–Pues imagínate, traen operando a la estructura regional. Lanzan amenazas contra los trabajadores diciendo mentiras de que hasta les podrían bloquear sus créditos. Y con un padrón revisado y supuestamente correcto, que ahora lo vemos con nombres de trabajadores que aparecen en otros municipios. Maestros de Navojoa, que aparecen en la lista, pero en ciudades de la frontera.
LA TRANSPARENCIA… UN PROBLEMA
¿Usted sí cumpliría a los trabajadores, porque creer en usted?
La mirada de Agüero Cordero es seria, y se vuelve más penetrante al responder:
–Mi palabra vale, y la hago valer.
La candidata es actualmente la presidenta de la Caja de Ahorros de la Sección 28, trabaja dentro de una estructura donde no es bien vista.
¡Cómo me van a querer si no les gusta la transparencia!, dice con tono fuerte, muy acorde con su personalidad.
Luego recuerda que en su período como responsable de administrar el dinero del gremio, saneó las finanzas.
“Cuando yo llegué había un adeudo de 130 millones de pesos, y la voy a entregar totalmente saneada, con estados financieros con transparencia”.
Y hace un gesto de enfado: Que curioso, eso es parte, también, de que no me quieran en la actual estructura. Pero con los trabajadores es diferente, ellos aprecian que se respete y se trabaje con honestidad, por eso sí creo que puedo ganar.
La entrevista concluye con esa expectativa: Este jueves son las votaciones. El resultado está en manos de los trabajadores de la educación, en un proceso en el que se inaugura la democracia sindical y, por primera vez, una mujer reta – con fuerza – a la estructura del sindicato.