El embajador asistió a la inauguración del consulado de Estados Unidos en Nogales
EL UNIVERSAL
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, declaró que la visita de una delegación estadounidense, encabezada por la primera dama Jill Biden, para la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, reafirma la colaboración entre ambos países.
Al visitar Sonora para inaugurar el consulado de Estados Unidos en Nogales, el embajador Salazar declaró que al invertir también en el consulado en Hermosillo “invertimos en el futuro de la relación”.
“A unos días de la histórica toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, en la que estará presente la delegación encabezada por la Doctora Jill Biden, primera dama de los Estados Unidos, esta visita reafirma el compromiso de seguir colaborando en nuestras metas compartidas y ver con optimismo la llegada de quien será la primera presidenta de América del Norte”, comentó.
“Con una inversión de alrededor de 500 millones de dólares en nuestros consulados generales en Hermosillo y Nogales reafirmamos la importancia que tiene este estado para nuestra relación bilateral”, dijo.
Indicó que en la inauguración del consulado en Hermosillo y en la dedicación del consulado de Nogales, reconoció el liderazgo del gobernador Alfonso Durazo para unir a ambas naciones, particularmente con Arizona, a través del turismo, los lazos económicos, la electromovilidad, las energías limpias y la educación.
“También reconocí su disposición para colaborar en temas en los que trabajamos con el Gobierno de México, tales como seguridad, migración y asuntos económicos”, apuntó.
El embajador Ken Salazar dijo que en su visita a Sonora pudo conocer “más a fondo” el papel crucial que juega este estado para la integración económica, así como para la unión de los países en ambos lados de la frontera, “ya que aquí puede constatarse que junto con ser los principales socios comerciales, también somos una familia con lazos irrompibles”.
“En San Luis Río Colorado, junto con el gobernador Durazo, señalé la importancia de empatar los esfuerzos conjuntos en nuestra frontera compartida para construir una frontera del siglo XXI que sea moderna, segura y eficiente.
“Al hacerlo, maximizamos los beneficios que surgen del T-MEC y del nearshoring, reducimos los tiempos de espera, fortalecemos los lazos de las comunidades fronterizas y contribuimos a que América del Norte sea más competitiva. Todo esto, en beneficio de nuestras naciones, su prosperidad y seguridad”, destacó Salazar.