Las detenciones por paso irregular en la frontera sur se desplomaron a unas 238.000 en el año fiscal 2025, el registro más reducido desde 1970.
AMERICA ECONOMICA
Los cruces ilegales entre Estados Unidos y México cayeron en el ejercicio fiscal 2025 al nivel más bajo en más de cinco décadas. Según datos internos del Departamento de Seguridad Nacional, los agentes de la Patrulla Fronteriza realizaron alrededor de 238.000 detenciones, una cifra que no se veía desde 1970 y que marca un giro drástico respecto a los récords alcanzados durante la administración de Joe Biden.
El cambio en las cifras fronterizas refleja un contexto político y operativo distinto, impulsado por la política migratoria del presidente Donald Trump, que ha endurecido los controles y priorizado la seguridad en la frontera sur. Estas medidas han reducido drásticamente los flujos migratorios detectados y han reactivado el debate sobre los métodos empleados para frenar la inmigración irregular.
Un descenso histórico en las detenciones
Entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de septiembre de 2025, la Patrulla Fronteriza registró unas 238.000 detenciones por ingreso irregular, la cifra más baja desde los primeros años de la década de 1970. En contraste, durante el año fiscal 2022 se contabilizaron más de 2,2 millones de arrestos, el máximo histórico reciente.
Año fiscal | Detenciones estimadas | Contexto |
---|---|---|
1970 | 202.000 | Mínimo histórico anterior |
2022 | 2.200.000 | Máximo durante la etapa Biden |
2025 | 238.000 | Nivel más bajo en 55 años |
El cambio ha sido tan pronunciado que, según fuentes del Departamento, más del 60 % de las detenciones de 2025 se produjeron en los últimos meses del gobierno anterior, antes de la entrada en vigor de las nuevas directrices de Trump.
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Nada más asumir el cargo, el presidente proclamó el estado de emergencia nacional y anunció la llamada “Gran y Hermosa Ley”, con una inversión de 170.000 millones de dólares destinada a reforzar la vigilancia fronteriza y acelerar las deportaciones.
A mediados de agosto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que en menos de 200 días 1,6 millones de inmigrantes ilegales habían abandonado el país de forma voluntaria o tras ser repatriados. Para el Ejecutivo, esta reducción responde al endurecimiento de las normas, a la cooperación con México y a un efecto disuasorio visible entre quienes planeaban cruzar la frontera.
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Factores detrás del desplome
Los analistas apuntan varios elementos clave:
- Restricción normativa. Nuevos límites al asilo, deportaciones aceleradas y controles reforzados han reducido los intentos de ingreso.
- Colaboración regional. El fortalecimiento de acuerdos con México y países de tránsito ha frenado el avance de caravanas hacia el norte.
- Efecto disuasorio. Las campañas de comunicación y el aumento de las sanciones penales han elevado el riesgo percibido del cruce ilegal.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos advierten de que la disminución de detenciones podría ocultar un desplazamiento de las rutas migratorias hacia zonas más peligrosas del desierto o el mar, con mayores riesgos humanitarios.
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Un reto político y humanitario
La caída histórica en los cruces ilegales refuerza el discurso del actual Gobierno sobre la eficacia de su política fronteriza, pero también plantea desafíos éticos y diplomáticos. Washington necesita sostener la cooperación con sus vecinos latinoamericanos y evitar que el descenso se traduzca en un aumento de tragedias en rutas alternativas.
Si las cifras se confirman de forma oficial, Estados Unidos habría alcanzado su mayor reducción migratoria en más de medio siglo, un resultado que redefine el debate sobre la frontera y el futuro de la política migratoria norteamericana.