Permítaseme hacer una pausa en medio de las extenuantes jornadas de trabajo y los sainetes legislativos que mantienen al respetable público en el filo de la butaca, para pasar a dar una buena noticia de esas que no abundan por estos días.
Y es que a partir de este año, el talento joven será merecidamente reconocido al incrementarse el Premio Estatal de la Juventud, de 10 mil a 120 mil pesos, lo que fue informado por el gobernador Alfonso Durazo al lanzar la convocatoria de dicha presea a la que se harán acreedores 48 jóvenes de entre 12 y 29 años que hayan destacado en diferentes áreas: Logro académico, Logro deportivo, Grupos de baile, Canto, Bandas de guerra, Discapacidad e integración, Fortalecimiento de las culturas indígenas, y una categoría especial a la producción de un video cuya temática es la prevención de adicciones, titulado “Un minuto por la prevención”.
Con este monto, el premio se convierte en el más importante a nivel nacional y en un estímulo sin precedente al talento y espíritu de competencia juvenil y sin duda reafirma el compromiso del gobernador con las oportunidades y la formación de las y los niños y jóvenes. Para dimensionar el tema, hasta el año pasado, el premio era de 10 mil pesos y se otorgaba solo en 12 categorías.
Por cierto, y para hacer más equitativa la competencia, las 48 distinciones se dividirán en categorías etarias para no medir, por ejemplo, a un pequeño de sexto año con doce años de edad, con una joven profesionista de 29. En ese sentido habrá cuatro divisiones: de 12 a 15 años; de 16 a 19, de 20 a 24 y de 25 a 29.
La convocatoria con la información completa ya se encuentra en la página web del Instituto Sonorense de la Juventud y las inscripciones estarán abiertas hasta el 1 de noviembre de este año.
Así que ya saben, es tiempo de hacer brillar el talento de sus chiquitines y de los no tan chiquitines geniales que, créanme, en Sonora abundan.
II
Ahora sí, permítaseme arruinarles el jolgorio con malas noticias cortesía de mi Cajeme tan rico donde hasta el más chico carga un pistolón…
Seis días llevamos de este caluroso mes de agosto y el ‘muertómetro’ ya contabiliza 15 asesinados entre los que se cuentan un par de decapitados y otro señor de 40 años que aparentemente murió después de recibir una golpiza a manos de marinos y agentes estatales que -de acuerdo con las palabras póstumas del hoy occiso pronunciadas ante un vecino que llegó a auxiliarlo- lo obligaron a comerse la droga que le habrían encontrado, después de amenazarlo con llevarlo al Cereso si no les proporcionaba diez mil pesos.
Hace unas semanas escribimos una columna preguntándonos qué demonios estaba pasando en Cajeme, donde los homicidios dolosos producto en su mayoría de la guerra entre células criminales, se han vuelto parte de la cotidianidad de los azorados cajemenses.
El fenómeno tiene años y ha habido periodos en los que se llegó a promediar más de 60 asesinatos por mes, lo que le valió la nada honrosa distinción a la capital del otrora llamado ‘Granero de México’, de aparecer repetidamente en el top-five de las ciudades más violentas ¡del mundo!
En el incierto comienzo de este mes, ya anda promediando casi tres asesinatos diarios, lo cual es una cifra que debe llamar, más que a una profunda reflexión, a la toma de acciones contundentes en las que no se descarte la instalación del Mando Único en aquella atribulada ciudad, cuyo alcalde por cierto anda con la realidad disociada alimentando sueños futuristas en los que ya se ve como candidato a gobernador, mientras presume la instalación de un segundo bebedero, este en las oficinas del organismo operador de agua potable.
Ciertamente que en este caso sería injusto cargarle toda la mano y la responsabilidad al presidente municipal Javier Lamarque Cano, pues el combate a la delincuencia organizada requiere el concurso de los tres niveles de gobierno, pero al señor Lamarque no se le ve mucha iniciativa y se observa más bien condescendiente, si no es que complaciente con el reguero de cadáveres que tienen que levantar diariamente de las calles de la ciudad que gobierna.
En el pasado reciente hubo municipios convertidos en verdaderos focos rojos por la presencia y el accionar de bandas delincuenciales -Caborca, San Luis Río Colorado, Guaymas, por citar algunos- y algo se hizo en ellos porque la ola criminal se contuvo.
¿Qué les impide intervenir en Cajeme con acciones como las que se llevaron a cabo en esos municipios para lograr la pacificación de la ciudad? Quién sabe, pero de que urge hacer algo, urge.
III
Mientras tanto, se puso candente la sesión de ayer en la Comisión Permanente del Senado de la República ante la insistencia de llevar a ese pleno la discusión de los presuntos vínculos de Adán Augusto López con una célula criminal conocida como ‘La Barredora’, que opera en Tabasco y que en un tiempo estuvo bajo el mando -comprobado- de Hernán Bermúdez Requena, el secretario de Seguridad de Adán Augusto cuando este firmaba como gobernador de aquella entidad.
Finalmente los y las senadores del bloque oficialista lograron arropar al implicado desechando la posibilidad de un desafuero, pero la pregunta sigue en el aire: ¿Cuánto tiempo más pueden aguantar en el partido oficial sin que les exploten varias bombas de tiempo que tienen activadas, sobre todo considerando que en EEUU ya olieron la sangre y, como los tiburones están al acecho de lo que ocurra?
Hay demasiados focos amarillos prendidos en el tablero de la presidenta de la República, que cada vez se ve menos cómoda, más evasiva y cada vez batalla más para fingir que no pasa nada, mientras algunos personajes de su partido y aliados parecen empeñados en complicarle más las cosas.
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