Marta Elena Feitó logró unir en una misma indignación al exilio y al régimen de Díaz Canel, que la reprobó en público
Fran Ruiz Perea
Marta Elena Feitó renunció este martes a su cargo como ministra del Trabajo en Cuba un día después de declarar ante el Parlamento que en el país no existen los mendigos sino gente “disfrazada”, causando indignación tanto en el exilio como en el régimen.
En una nota oficial leída en el noticiero nocturno de la televisión estatal, el Gobierno cubano informó que Feitó renunció al cargo tras reconocer “errores” en su reciente intervención en una comisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral).
La renuncia fue aceptada por el Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) y el Consejo de Estado debido a su “falta de objetividad y sensibilidad” al abordar temas clave para la sociedad cubana.
“Cuando usted le mira las manos, le mira las ropas que llevan esas personas, están disfrazadas de mendigos, no son mendigos. En Cuba no hay mendigos”, declaró Feitó.
Asimismo, aseguró que quienes según ella simulan ser mendigos “encontraron un modo de vida fácil para ganar dinero y no trabajar con las formalidades que corresponden”. Incluso señaló que quienes limpian parabrisas lo hacen para comprar bebidas alcohólicas e invitó a la gente a “no bajar la ventanilla” de sus coches para darles dinero.
También afirmó que no hay personas que busquen comida en los basureros: “Esas personas están recuperando materia prima y lo que son, son ilegales del trabajo por cuenta propia (autónomos) que están violando el fisco”.
La intervención de Feitó, al frente de la cartera de Trabajo desde 2019, en el inicio del primer mandato de Díaz-Canel, no fue interpelada por los diputados, todos militantes del PCC, como la ministra caída en desgracia.
Reprimenda de Díaz-Canel
La molestia en redes -la polémica no fue cubierta en la prensa oficial cubana- llegó a tal punto que, un día después, el propio Díaz-Canel expresó su “desacuerdo” en otra comisión parlamentaria, aunque sin mencionar el nombre de Feitó.
El mandatario cubano aseguró: “No comparto algunos criterios emitidos en la comisión sobre este tema; es contraproducente emitir juicios como esos. No se defiende a la revolución cuando ocultamos los problema que tenemos”.
Díaz-Canel ya se había referido a la polémica horas antes en redes sociales, aunque en términos ambiguos y sin referirse a la ministra.
Pero el tono del mediodía -la televisión estatal transmitió su discurso de forma íntegra durante el noticiero de la tarde- fue a más.
“Desde el Partido y desde el Gobierno trabajamos para abordar todos los problemas. Somos servidores públicos, diputados que representamos al pueblo, y no podemos actuar con soberbia ni prepotencia, desconectados de las realidades que vivimos”, censuró (con información de EFE).
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