Santiago Corcuera, especialista en desaparición forzada, afirma que la presidenta Sheinbaum comete un despropósito al comparar el secuestro con la desaparición, cuando son delitos diferentes. Lo sucedido en Teuchitlán podría ser equivalente o constituir un crimen de lesa humanidad, señala.
GINEBRA (Proceso).- Santiago Corcuera, expresidente del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada, afirmó que en México se perpetran crímenes de lesa humanidad y que, contrario a lo que dijo la presidenta Claudia Sheinbaum hace unos días, los delitos de secuestro y desaparición “no son equiparables”.
Remarca el abogado que las desapariciones son un flagelo que “por desgracia, y hay que decirlo, por muchísima desgracia, no es reciente en el país, como se ha venido diciendo. El hallazgo de los zapatos, de las prendas de vestir, de las credenciales y una que otra carta, ha hecho que se hagan comparaciones muy desproporcionadas’’.
“Si uno revisa la definición de exterminio en el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional, podemos decir sin exageraciones y con rigor que en México hay indicios claros de que se están cometiendo crímenes de lesa humanidad, porque hay ataques generalizados o sistemáticos contra la población civil. Entendiendo por ataques contra la población civil una línea de conducta de los cárteles de la droga o del Estado con el fin de cometer múltiples actos, entre ellos asesinatos, desapariciones, tortura o exterminio con base en una política de la organización o del Estado, es decir, determinadas intenciones que se traducen en actos basados en un plan’’.
Zapatos encontrados en el rancho de Teuchitlán. Foto: Fiscalía de Jalisco.
Las autoridades sabían
El abogado afirma que “cuando nos muestran lo que hemos visto en estos días, pues parecería que no queda duda de que esos cárteles desarrollan actividades que podrían ser equivalentes, o por lo menos hay indicios, de constituir crímenes de lesa humanidad’’.
La presidenta Sheinbaum aclaró que en el pasado las desapariciones eran perpetradas principalmente por el Estado y que ahora lo hace el crimen organizado, “pero algo que no dijo la presidenta es que existen muchas evidencias, y en el caso de Teuchitlán hay indicios de que las autoridades sabían, y no solamente eso, estuvieron ahí (en el Rancho Izaguirre) y no vieron lo que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco sí vio”.
“Parece inconcebible, como dijo el fiscal general de la República (Alejandro Gertz Manero), que las autoridades locales no supieran” lo que sucedía en ese rancho.
“Es muy importante recordar que el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU emitió una declaración sobre los agentes del Estado en torno a las desapariciones. Por qué. Porque la definición de desaparición forzada dice que se constituye en la privación de la libertad, cualquiera que fuere su forma, seguida de la negativa de conocer tal privación de la libertad, o seguida del ocultamiento o de la negación de información sobre la suerte o el paradero de la víctima a manos de agentes del Estado o de particulares que actúan con la autorización, apoyo o aquiescencia de agentes del Estado’’, explica Corcuera.
El Comité de la ONU, enfatiza, dice que la aquiescencia, “en pocas palabras, es que el agente del Estado que pudiendo y debiendo saber no sabe o que pudiendo y debiendo hacer algo para evitarlo no lo hace, o que pudiendo y debiendo aprehender a la persona responsable tampoco lo hace”.
“La presidenta dice que no quiere minimizar, pero después minimiza, porque las imágenes que hemos tenido a la vista son clarísimas, así como las cartas y los testimonios de las víctimas. Es lamentable que diga que una foto no es suficiente’’, observa Corcuera.
Clasificación de ropa y otros objetos. Foto: Fiscalía de Jalisco.
Recuerda que la primera recomendación del Comité de la ONU desde épocas de Calderón es que el Estado debe reconocer la magnitud del problema de las desapariciones. Asimismo Corcuera reconoce que Sheinbaum hizo muy bien en enunciar las medidas para enfrentar este flagelo, “lo malo es que muchas medidas que mencionó ya están contempladas en la ley, no son nada nuevo. Las medidas (de Sheinbaum) son redundantes, pero hay una muy mala idea —no sé quién la está asesorando—: quiere equiparar el delito de desaparición con el de secuestro, cuando son distintos”, valora.
Sheinbaum propuso, señala Corcuera, “equiparar el delito de desaparición al de secuestro y homologar tanto penas como procedimientos de investigación del delito de desaparición en todas las fiscalías estatales y la Fiscalía federal”.
La presidenta “no debe equiparar el delito de secuestro con el de desaparición (…) esto sería un despropósito. Espero que desista”.
“Este caso de desaparición forzada se le puede convertir a Sheinbaum en su Ayotzinapa”, remata el experto.