Con unanimidad de 94 votos, el Senado aprobó ayer a máxima velocidad la solicitud de la presidenta Sheinbaum para que 155 infantes de marina del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos ingresen con armas, vehículos y tecnología a territorio mexicano para adiestrar a Fuerzas Armadas mexicanas en instalaciones de la Marina en Santa Margarita, Baja California Sur. El adiestramiento comenzará el lunes 24 de marzo y concluirá el 23 de abril. Son las tropas del Comando estadunidense cuyo alto mando aseguró hace cuatro años, sin retirar lo dicho, que entre 30 y 35% de nuestro territorio estaba controlado por “organizaciones criminales transnacionales” que operaban con regularidad. Hace cuatro años, el gobierno mexicano reclamó que tal afirmación era mentira y una intromisión inaceptable. Pero eso fue ayer. Hoy se dirá que es el ejercicio número 15 de ese tipo de 2018 a la fecha, aunque esta vez se trate de 155 integrantes de élite. Hoy mismo, por cierto, otros diez soldados de élite de aquel país están por concluir un adiestramiento a marinos mexicanos en Campeche. Como sea, 94 votos a cero, bienvenidos, marines; welcome, GIs. La clase política los aclama.