La inauguración de un bebedero en el edificio que alberga el palacio municipal en Cajeme fue la “comidilla” mediática del día, con todo y su dosis de ácido humor.
En columnas periodísticas, mesas de café y redes sociales, los comentócratas –esos seres nefastos que no tienen nada que hacer en esta vida más que estar jodiendo, según la muy particular visión presidencialista- se “pitorrearon” del evento con corte de listón y toda la cosa.
Me parece, y coincido con la organización “Cajeme, cómo vamos?”, el proyecto de instalación de estos aparatos en algunas oficinas del mismo edificio, no es del todo malo.
Las razones, incluso, fueron las correctas. La ejecución fue la incorrecta.
Argumentar menos gasto en compra de agua por el ayuntamiento y sus colaboradores, y desde luego, el socorrido y manoseado tema de la sustentabilidad por aquello del desecho de las botellas de plástico, es aceptable para la puesta en marcha del “Operativo Bebederos”.
Pero qué necesidad había de “cacaraquearlo” de esa manera?. Por supuesto, al incomprendido alcalde Javier Lamarque le fue como en feria de pueblo.
Con decirles, que gracias a las benditas y malditas redes –parafraseando al clásico- el evento inaugural fue retomado por un noticiario a nivel nacional, con el correspondiente “queme”. Por si algo le faltara a Cajeme y su fama de municipio violento.
Creo que nada hubiese pasado, si el ahora famoso bebedero se instala, se usa, se presume su utilidad en redes, y punto. Ah, no, quisieron hacer de esta idea todo un pomposo acontecimiento. El tiro le salió por la culata a no sé qué genio del ayuntamiento cajemense.
En el ejercicio de gobierno esto sucede más frecuentemente de lo que usted piensa. Colaboradores que, con tal de quedar bien con el jefe, no se atreven a contradecir la orden –por más bizarra que sea-, y menos a sugerir algo, a veces con el fundado temor de perder la chamba.
Son los clásicos “quedabien”, aunque en descargo, algunas veces esos mismos jefes tampoco se prestan a escuchar y/o razonar con sus colaboradores.
Y si a esto le sumamos que el director de Comunicación Social de Cajeme, René Lucero, tiene probada formación de publicista y no de comunicador, pues ahí tiene usted…
ENCUADRE PUNZANTE
Y sin salirnos del sur del Estado, en donde las cosas siguen “de amor la llama” es por rumbos de Navojoa, por lo que el alcalde Jorge Elías Retes ya no quiere queso, sino salir de la ratonera. El tema del exageradísimo aumento al predial (de hasta el 300 por ciento) lo trae con el rostro descompuesto y con la brújula perdida. La reacción tardía a la inconformidad manifiesta de no pocos navojoenses, incluyendo la del diputado Próspero Valenzuela, de su mismo partido, Morena, le está provocando muchos dolores de cabeza. No ha sabido, o querido, mostrar su mano izquierda: la del diálogo, negociación y convencimiento. Prefiere la derecha: la de imposición y garrote, como buen empresario.
ENCUADRE LUCTUOSO
Desde estos párrafos, vaya un fuerte abrazo solidario y fraterno para mi querido amigo, Alí Camacho Villegas y familia, por la sensible pérdida de su hijo Alí Alejandro Camacho, registrado en Salt Lake City, Utah, donde residía desde hace algunos años.
Amante de la música y del boxeo, el joven sonorense recién había terminado su carrera profesional en Estados Unidos.
Confío en Dios en que pronto el bálsamo de la resignación llegue a los corazones de familiares y amigos. DEP, Alí Alejandro.
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