Un grupo de investigadores analizó los desechos de animales, depositados en los sedimentos de los lagos, para llenar un vacío en la historia ecológica americana: la casi extinción de los bisontes.
MUNDIARIO
Un reciente análisis de sustancias químicas preservadas en sedimentos de lagos ha revelado que grandes herbívoros, como bisontes y alces, han habitado de forma continua la región del Parque Nacional de Yellowstone durante aproximadamente 2.300 años. La investigación, realizada por John Wendt de la Universidad Estatal de Oklahoma y publicada en la revista PLOS ONE el 30 de octubre de 2024, proporciona información clave sobre la ecología histórica de estos animales en Yellowstone.
La casi extinción de los bisontes en América del Norte durante los siglos XIX y XX fue una catástrofe ecológica, y hasta ahora se sabía poco sobre cómo y dónde vivían estas especies antes de la colonización europea. En este estudio, los investigadores analizaron esteroides presentes en el excremento de grandes herbívoros depositados en los sedimentos de los lagos, cubriendo un período que va desde aproximadamente el 238 a.C. hasta la actualidad, en un esfuerzo por identificar a las especies predominantes en el área norte del parque Yellowstone.
Para llevar a cabo el análisis, los investigadores identificaron los tipos de esteroides presentes en el excremento de varias especies de herbívoros, como bisontes, alces, alces americanos, ciervos mulos y berrendos, que habitaban históricamente la región. Descubrieron que podían identificar de manera específica a algunos animales, como el alce americano, el berrendo y el ciervo mulo, solo a partir de los esteroides de su excremento. Sin embargo, diferenciar entre bisontes y alces resultó más complicado debido a la similitud presente en sus desechos. Al analizar capas de sedimento en el lago, observaron que una combinación de bisontes y alces había sido la comunidad de herbívoros dominante en el área durante los últimos 2.300 años.
El análisis de los sedimentos mostró niveles altos de esteroides durante el siglo XX, una época en la que se prohibió la caza en el parque, se desalentó la migración invernal de bisontes y alces y se eliminó la presencia de sus depredadores naturales. A partir de los niveles de polen de plantas, microalgas y plancton detectados en los sedimentos, los investigadores concluyeron que el incremento en las poblaciones de bisontes y alces durante este período impactó significativamente en la vegetación local, especialmente en especies como el sauce y el festuca de Idaho.
Además, el excremento de estos animales pudo haber actuado como fertilizante, promoviendo el crecimiento de diatomeas en el lago y transformando la ecología local. La práctica de los guardaparques de proporcionar heno durante el invierno también mantuvo a los animales en la zona por más tiempo, intensificando los efectos en el ecosistema.
Este innovador estudio demuestra que el análisis de esteroides en sedimentos lacustres es una herramienta valiosa para que los conservacionistas comprendan los cambios históricos en las comunidades de animales herbívoros y las modificaciones en el ecosistema. Según los autores, extender este tipo de análisis a una red de sitios podría ofrecer una visión más amplia sobre la historia de otras áreas naturales de América del Norte.
Los investigadores consideran que el análisis de biomarcadores en sedimentos permitirá una reconstrucción detallada de la actividad de herbívoros en ecosistemas antiguos. Esta técnica podría revelar patrones de migración y ocupación de especies de herbívoros a lo largo del tiempo, ayudando a llenar vacíos en el conocimiento sobre la interacción histórica entre las especies y su entorno. “Desarrollamos un registro de 2,300 años de actividad de herbívoros en el norte de Yellowstone, usando biomarcadores fósiles encontrados en los sedimentos de los lagos,” destacaron los autores del estudio. “Esta información es fundamental para comprender las dinámicas a largo plazo de herbívoros ecológica y culturalmente importantes, como el bisonte y el alce”.
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