La candidata demócrata ganará el Estado, pero verá reducido el margen de sufragios de los hispanos respecto a 2020, de acuerdo a un sondeo de la Universidad de Berkeley
Luis Pablo Beauregard / El País
Salvo desastre, Kamala Harris ganará California el 5 de noviembre. Los candidatos demócratas han vencido aquí ininterrumpidamente desde 1992 en las elecciones presidenciales, lo que les otorga 54 votos del Colegio Electoral, el mayor botín en juego. A menos de un mes de los comicios, Harris mantiene una cómoda ventaja de 22 puntos sobre su rival, Donald Trump (57% contra 35%). La encuesta revelada este jueves por la Universidad de Berkeley y Los Angeles Times muestra un dato preocupante. La vicepresidenta pierde terreno entre los votantes latinos de la entidad, donde están llamados a participar 26,9 millones de californianos.
“Harris registra el apoyo casi universal de los demócratas, liberales, de quienes se definen en favor de que las mujeres decidan sobre su cuerpo en el aborto y dentro de los sectores progresistas”, señala Mark DiCamillo, el director del área demoscópica que realizó el sondeo a 3.000 potenciales votantes del Estado. Trump, en cambio, suma el respaldo de los conservadores, los cristianos evangélicos y los libertarios, muchos de estos heredados de la salida de Robert F. Kennedy de la contienda. DiCamillo subraya también la gran división entre los candidatos y el género del electorado. Harris aventaja a Trump por 33% entre las mujeres. Su ventaja, no obstante, se reduce entre los hombres a 12%.
La candidata demócrata, quien inició su carrera política como fiscal de distrito en San Francisco, encuentra mucho respaldo entre las minorías de California. Los afroamericanos, el 5% de la población del Estado, la apoya abrumadoramente (72%). Le siguen los votantes asiáticos con un 66%. Los latinos son los que menos (54%), un número incluso más bajo que los potenciales votantes blancos que marcarán la casilla de Harris en noviembre, un 56%. Hay un 7% de hispanos que no habían decidido su voto cuando se levantó la encuesta en línea, a finales de septiembre.
Los analistas creen que Trump está camino a registrar su mejor resultado como candidato entre los hispanos. En la encuesta de Berkeley y Los Angeles Times, el aspirante republicano tiene una intención de voto de 35%. La cifra es considerablemente más alta comparada con el 23% de latinos que votaron por él en California en las presidenciales de 2020. Joe Biden ganó entonces el Estado con el 63,5% de los sufragios. Al mismo tiempo, el actual presidente había perdido cierto respaldo entre los hispanos, comparado al logrado por Hillary Clinton en 2016.
Los sentimientos de los votantes indecisos pueden arrojar algunas pistas sobre la tendencia a la baja en el apoyo latino a Harris. El 37% de estos cree que con Trump la economía tendrá un mejor desempeño, frente al 16% que lo cree de Harris. El impacto en el bolsillo, entre estos el muy elevado precio de la vivienda y la presión inflacionaria vivida durante la Administración Biden, continúa siendo la principal preocupación en la mente de los electores. El 29% considera que el expresidente tiene la dureza necesaria que exige el puesto (solo el 10% lo percibe en Harris). Casi 3 de cada 10 piensan también que la política exterior de Estados Unidos será mejor con una Casa Blanca trumpista (15% para Harris).
Los expertos consideran que la falta de resultados del Gobierno de Biden con los hispanos, un sector clave en el electorado, también ha minado el entusiasmo con la actual candidata demócrata. Especialmente entre los perfiles de los latinos progresistas de California, más a la izquierda del partido que en el resto del país. Los analistas no descartan que este mismo sentimiento se esté viviendo en Nevada y Arizona, Estados que a diferencia de California sí están en juego y son decisivos rumbo al 5 de noviembre. Kamala Harris celebra este jueves en Las Vegas un evento para responder preguntas de votantes latinos organizado por la cadena Univision.
Los latinos están drásticamente subrepresentados políticamente en California. Son el 40% de la población del Estado, pero solo conforman el 26% del electorado estatal, de acuerdo al Instituto de Políticas Públicas del Estado. Los blancos, en cambio, están sobrerrepresentados, pues son la mitad del electorado, a pesar de ser el 38% de la población estatal en edad de votar. El organismo señala que los asiáticos estadounidenses y los afroamericanos están bien ponderados entre los potenciales votantes. Los primeros son el 16% de la población y el 15% del padrón, mientras que los negros son el 5% en ambos rubros.