Antes de cerrar el fideicomiso existía una bolsa acumulada mayor a 33 mil mdp, ahora solo se cuenta con una partida presupuestaria de 17 mil 984 mdp, dicen expertos.
Arturo Gómez Salgado / Milenio
La desaparición del Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en julio de 2021 dejó al país con 45 por ciento menos presupuesto para enfrentar los estragos que generan sismos y huracanes de gran magnitud y destrucción, apuntaron especialistas.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), gracias a que se alimentaba plurianualmente con 0.4 por ciento del Presupuesto de Egresos de cada año, llegó a tener más de 33 mil millones de pesos.
Pero ahora se tiene una partida centralizada no acumulable, que este año es de 17 mil 984 millones de pesos, que solo se transfiere a dependencias y ejecutores de protección civil conforme una declaración de desastre y lineamientos de Hacienda.
En entrevista con MILENIO Jorge Cano, coordinador del programa de gasto público de la asociación civil México Evalúa, dijo que ante eventos catastróficos más recurrentes como consecuencia del calentamiento global, la desaparición del Fonden sitúa a la población en una posición más vulnerable tal y como ocurrió en Acapulco con la entrada del huracán Otis.
“Al momento en que se elimina el Fonden, el gobierno ya no cuenta con una herramienta que implicaba protección financiera, seguros y bonos catastróficos y todo depende de una partida presupuestaria totalmente insuficiente si se toma en cuenta que el costo promedio de un desastre natural como lo fue el sismo de 2017 requiere de 30 mil a 60 mil millones de pesos”, expuso.
Por ello remarcó la necesidad de que, en caso de emergencia, el Gobierno Federal debe disponer de más recursos corrientes que va generando cada mes por la venta de petróleo o aplicar recortes a otros programas como ya sucedió en 2023 para atender los estragos de Otis.
La discusión sobre la desaparición del Fonden comenzó desde 2020 cuando en medio de la emergencia del covid-19 el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que se trataba de “una caja chica millonaria” que solo favorecía a proveedores de insumos en las obras de rehabilitación.
Analistas dicen que junto con la cancelación de otros 108 fideicomisos, se permitió obtener recursos para atender otro tipo de obras como reforzar el sistema de salud, cubrir gasto corriente y evitar mayor endeudamiento público.
Dependemos de diputados
Diego Díaz Pérez, coordinador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), asentó que con la desaparición del Fonden aumenta el grado de vulnerabilidad de la población en riesgo ante eventos catastróficos, pues ya no se tiene una bolsa suficiente de recursos para atender con prontitud cualquier emergencia y todo ahora está sujeto a las asignaciones del programa presupuestario.
“Bajo este nuevo esquema presupuestario perteneciente al ramo 23 ya no se tiene un instrumento de transferencia eficiente e inmediata de recursos para atender eventos catastróficos y todo queda a discreción de los diputados que cada año aprueban la partida que bien se puede o no ejercer o ser reasignada a otros programas”, expuso.Destacó que incluso si este año autorizaron 17 mil 984 millones de pesos, para 2025 podrían ser 3 mil o 2 mil millones “dependiendo de las prioridades del gobierno, a diferencia del extinto fideicomiso que siempre contaba con una bolsa fija. Esto sin duda acrecienta la preocupación ante la vulnerabilidad de los mexicanos ante todo tipo de desastre natural que requiera atención inmediata”.