De acuerdo con datos del Inegi, durante 2023 los suicidios aumentaron en México, lo que representa que al día se reportan 24 muertes
Patricia Rodríguez / Excelsior
Cada hora, durante 2023 un mexicano se suicidó. De acuerdo a cifras del INEGI, el año pasado los suicidios aumentaron a 8 mil 837 casos, lo que representó -en promedio- 24 muertes por día.
Sumado a lo anterior, 9 de cada 10 personas que se suicidaron manifestaron claramente su propósito antes de hacerlo, señaló en entrevista con Excélsior, América Santos Ochoa, directora del Centro de Salud Mental Bi-Terapia para Ti.
Ante esta situación, la especialista añadió que es importante que desde el núcleo familiar se conozcan e identifiquen los signos de alarma para prevenir un suicidio.
Explicó que aunque cada individuo manifestará su intención de quitarse la vida de manera diferente, existen algunos focos rojos que pueden ser detectados por las personas cercanas.
Algunos de los signos de alarma son: el aislamiento, las amenazas de suicidio o la manifestación en voz alta de sus deseos de morir.
“Hay un aislamiento social y familiar muy marcado. De pronto podemos observar conductas que están dirigidas al consumo de sustancias. También se colocan en situaciones de riesgo o autodestructivas donde puedan adelantar este deseo de quitarse la vida.
“Pero hay otras más puntuales, como por ejemplo, comienzan a obsequiar cosas personales o sus despedidas suelen ser distintas, marcadas por nostalgia o agradecimiento”.
La maestra en psicoterapia, América Santos, añadió que las personas que presentan más probabilidades de suicidarse son las que tienen diagnóstico de depresión o ansiedad, pero hay otros grupos de riesgo.
“No solo los pacientes con depresión tienen el riesgo de suicidarse, sino quienes viven alguna situación de crisis social o económica y también quienes son sobrevivientes o familiares del suicida”, expuso.
Por lo anterior, Santos Ochoa señaló que es importante hacer redes de apoyo dentro de la familia y buscar atención profesional.
“Se debe escuchar con mucha atención y darle toda la importancia a la persona que manifiesta una intención de suicidarse. No se le debe dejar sola.
Ni se debe tomar a broma, por el contrario se debe tomar muy en serio cuando dice que ya no quiere vivir y ayudarle a llegar con un psicoterapeuta que evite el suicidio”, sostuvo.
América Santos Ochoa, directora del Centro de Salud Mental Bi-Terapia para Ti.
UN SUICIDIO PUEDE DESENCADENAR OTRO SUICIDIO
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio que se conmemora el 10 de septiembre, Marco Iván Romero Flores, psicólogo clínico del proyecto Voces y Colores, señaló que la familia de una persona que se suicidó debe buscar atención psicológica, psiquiátrica o tanatológica.
Es importante, dijo, trabajar en terapia para superar la culpa, el estigma e incluso la negación porque de lo contrario, puede ocurrir una reacción en cadena donde el familiar también se podría suicidar.
“El escenario más catastrófico es que hay un efecto de reacción en cadena que es bastante común y que apenas se está estudiando. Y es que después de que ocurre un suicidio aumentan las probabilidades que haya otro suicidio en las personas cercanas alrededor de esta persona, ya que se pierde el sentido de la vida.
“Pero también podemos tener otras posibilidades como que la situación evolucione en un estrés postraumático o una cuestión de depresión, que atendidas a tiempo se pueden superar”, detalló el especialista.
Romero Flores sostuvo que para no ser estigmatizados, en ocasiones la familia de una persona que se suicidó decide ocultar el hecho, lo cual, es un error porque aunque se busque sentir menos angustia, traerá consecuencias negativas en el largo plazo.
“Cuando vivimos un suicidio dentro del círculo familiar, hay muchos sentimientos de vergüenza, y se debe buscar ayuda profesional porque se piensa mucho en lo que van a decir los demás y aquí hay que quitar este mito de que hablar de suicidio es algo vergonzoso.
“Debemos aclarar que hablar de suicidio no lo fomenta, hablarlo abiertamente, previene y disminuye el número de suicidios”, explicó el psicólogo clínico Marco Romero Flores.