Las cifras preliminares de julio confirman una caída de 30% de las detenciones, el mes con menos arrestos desde septiembre de 2020
Luis Pablo Beauregard / EL PAIS
Donald Trump lanzó este martes uno de sus primeros anuncios televisivos dirigidos a los comicios de noviembre. El republicano centra sus ataques en la gestión de la frontera de Kamala Harris y la Administración Biden. Imágenes de la vicepresidenta bailando desenfadadamente se intercalan con fotografías de los masivos cruces de inmigrantes en la frontera. “Más de 10 millones de cruces ilegales”, dice el narrador. Sin embargo, las cifras más recientes confirman que la mano dura por la que la Casa Blanca ha apostado para frenar la inmigración está rindiendo frutos a tres meses de las elecciones. Los cruces ilegales han caído a su nivel más bajo en casi cuatro años.
La frontera es uno de los puntos más importantes para la campaña de Trump. Su candidato a la vicepresidencia, el senador JD Vance, visitará este jueves el condado fronterizo de Cochise (Arizona) para arreciar las críticas contra Harris, a quien consideran una “fallida zar de migración” de Biden por las tempranas responsabilidades que tuvo en 2021. “Una Administración Trump-Vance hará segura nuestra frontera e iniciará la más grande deportación en la historia de Estados Unidos”, señaló la fórmula de la derecha en un comunicado.
La zona de Tucson, en Arizona, ha sido uno de los sectores fronterizos con más movimiento durante julio. El otro ha sido San Diego, California. Estas rutas han sustituido, al menos durante este verano, a los cruces que se llevaban a cabo en la zona del valle del río Bravo, en Texas, que ha sido el corredor predilecto para los inmigrantes provenientes de Centroamérica en los últimos años.
La presencia en la frontera de ciudadanos salidos de El Salvador, Guatemala y Honduras ha caído un 34% desde 2021, cuando llegaban a Estados Unidos unas 58.000 personas al mes de estas nacionalidades, en promedio. El Gobierno mexicano ha sido clave para frenar a estos grupos en su camino al norte.
Los números preliminares de julio indican que la situación actual en la frontera se parece mucho a la de la era de Donald Trump en la Casa Blanca. Las detenciones en la franja han caído un 30%, lo que marca una de las cifras más bajas de la presidencia de Joe Biden, quien ha lidiado durante su mandato con registros récord de cruces ilegales.
Se estima que la Patrulla Fronteriza cierre julio con unas 57.000 detenciones. Es una caída desde las 83.500 aprehensiones de junio. Este había sido el de menos registros de la Administración demócrata. La posición será ahora ocupada por julio, que se convierte en el más bajo documentado desde septiembre de 2020, cuando la crisis sanitaria ralentizó la migración al norte. Ese mes cerró con 40.500 inmigrantes procesados en lo que aún era la presidencia de Trump.
Este alivio ha comenzado a sentirse en ciudades que recibían a cientos de inmigrantes enviados por gobiernos republicanos, como el de Texas. La oficina de Eric Adams, el alcalde de Nueva York, informó que ha caído la demanda en los albergues que dan techo a los recién llegados. El número de inmigrantes que solicita un espacio cayó en julio a entre 800 y 900 personas semanales. Es el número más bajo desde octubre de 2022, aseguraron el martes las autoridades neoyorquinas.
Los números son positivos para el Gobierno en un ciclo electoral en el que la frontera se ha convertido en un flanco de ataque desde la derecha. Biden recibió duras críticas por cómo ha logrado frenar el flujo migratorio. La Administración anunció a inicios de junio una orden ejecutiva que limita las peticiones de asilo que se procesan en los días donde se rebasan los 2.500 cruces diarios.
La medida fue rechazada por los sectores progresistas, quienes aseguraron que Biden estaba imitando políticas draconianas de Trump para contener la migración. La orden fue llevada a los tribunales por las organizaciones de defensa de derechos humanos. El sindicato que representa a los agentes de inmigración del Gobierno se sumó este lunes a la demanda judicial que busca dejar sin efecto la orden.
La tendencia de los cruces ya iba a la baja incluso antes de que la medida fuera adoptada por Washington. La orden ha acelerado la disminución en el procesamiento de inmigrantes, que registró un récord histórico en diciembre de 2023 con 250.000 detenciones. La Patrulla Fronteriza procesó durante enero de 2024 a 124.000 personas. El Gobierno federal estima que los arrestos en la frontera han caído un 55% desde que entró en vigor el decreto.
La bajada en las cifras encierra una paradoja para el Gobierno en el año electoral. De acuerdo al texto de la orden ejecutiva, la Administración debe retirar los límites al asilo cuando las aprehensiones en la frontera caigan a 1.500 en un promedio de siete días. La cifra puede alcanzarse pronto si se sigue la tendencia a la baja. Actualmente, las detenciones diarias fluyen entre 1.600 y 1.700. De acuerdo a la agencia AP, las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se están preparando para ese escenario.
El Gobierno de Biden no solo se ha enfocado en rebajar los cruces, sino también en cerrar el grifo al tráfico de fentanilo. El presidente ha firmado este miércoles un memorando para que diferentes agencias de seguridad federales compartan información y así frenen el ingreso del potente opiáceo sintético que se ha cobrado la vida de cientos de miles de personas en Estados Unidos. Las autoridades se han incautado de 442 millones de dosis de fentanilo en los primeros cinco meses de 2024.