La Marina sugiere gestionar ante la Organización Marítima Internacional la reclasificación de esa zona como “bahía histórica” para ejercer soberanía total
Juan Carlos Rodríguez / El Sol de México
México tiene en su propio patio una enorme parcela sobre la que no ejerce plena soberanía, que está abierta a sobrevuelos extranjeros y que, además, corre el riesgo de ser utilizada para actividades ilegales, como piratería, pesca furtiva, tráfico de personas o trasiego de drogas.
Se trata de las dos terceras partes del Golfo de California, una superficie que ronda los 100 mil kilómetros cuadrados y que, en apariencia, forma parte del territorio nacional, pero que en realidad son aguas internacionales que están a merced de fuerzas externas.
La Secretaría de Marina ha levantado la voz sobre la necesidad de que el gobierno mexicano haga las gestiones pertinentes ante la Organización Marítima Internacional (OIM) para que esa franja sur del Golfo de California sea declarada “bahía histórica” de México y, entonces sí, pueda ejercer soberanía total sobre ella.
De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), la parte centro-sur del también llamado Mar de Cortés —comprendida entre la Península de Baja California y los estados de Sonora y Sinaloa— es parte de la Zona Económica Exclusiva (ZEE)y tiene un régimen de aguas internacionales.
“Esta condición trastoca la soberanía y seguridad nacional de México debido a la implícita libertad de navegación y sobrevuelo”, alerta un artículo publicado en el segundo trimestre de este año en la revista del Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina.

Titulado “Importancia geoestratégica del Golfo de California: una visión hacia la bahía histórica”, el ensayo refiere que la situación jurídica de los tercios que se encuentran más al sur de esa parte del mar permite “efectuar diversas actividades socioeconómicas, sin que el Estado mexicano pueda hacer algo”.
El vuelo espía en el Golfo de California
La vulnerabilidad de la seguridad nacional en esa porción de mar quedó de manifiesto el pasado 2 de febrero, cuando el gobierno federal confirmó que un avión espía de la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobrevoló el Golfo de California, sin que el Estado mexicano pudiera evitarlo.
De acuerdo con la plataforma de monitoreo de vuelos Flight Radar, se trató de un avión Boeing RC135-V Rivet Joint, el cual tiene capacidades de recopilación, análisis y difusión de inteligencia en tiempo real.

La trayectoria descrita por Flight Radar permite saber que la aeronave estadounidense se internó por el Océano Pacífico, recorrió unos 600 kilómetros del Golfo hasta la isla de San Pedro Mártir, a la altura de Hermosillo, reviró y salió por la misma ruta.
Durante su trayecto, el Boeing estadounidense pasó a 140 kilómetros de Culiacán, centro de operaciones del Cártel de Sinaloa. Es la ciudad donde históricamente se concentran jefaturas, redes financieras, laboratorios, bodegas y operadores de alto nivel.
El avión espía de Estados Unidos también pasó a 98 kilómetros de Los Mochis, Sinaloa, ciudad que articula un gran corredor vial del Pacífico Norte, conectando la producción de drogas del centro de Sinaloa con las rutas de exportación hacia Estados Unidos.
Los Mochis es el punto de salida natural hacia ciudades fronterizas como Nogales, Agua Prieta y San Luis Río Colorado. De hecho, la carretera México 15 es la autopista más importante para el trasiego de drogas hacia Arizona y California.
La aeronave que envía información de inteligencia al Ejército de Estados Unidos voló a sólo 72 kilómetros del puerto de Guaymas, Sonora, una urbe donde se han disparado los índices delictivos debido a que se ha convertido en una de las principales entradas de precursores químicos desde Asia para la fabricación de drogas sintéticas, entre ellas el fentanilo.
Aunque menos mediático que Mazatlán o Manzanillo, Guaymas es ideal para mandar cargamentos hacia la costa oeste de Estados Unidos y enviar mercancía a Canadá y Oceanía. Su infraestructura permite mezclas de carga comercial, pesquera, industrial y de transporte marítimo, con producción ilegal.
La importancia de reclamar la soberanía
Para Christian Ehrlich, especialista en estudios de seguridad nacional y estrategia marítima, el segundo mandato del presidente Donald Trump en Estados Unidos y sus tentaciones intervencionistas en México son una llamada de atención para el gobierno sobre la necesidad de reclamar soberanía total sobre el Golfo de California.
Con una maestría en Seguridad Marítima por la Universidad de Coventry, en Reino Unido, y egresado del Centro William Perry para Estudios Hemisféricos de Defensa, Ehrlich sostiene que “hay una especie de ‘ceguera marítima’, un profundo desinterés político respecto a la importancia estratégica del mar”.

Al asegurar que históricamente la clase política mexicana se ha enfocado en la soberanía territorial, subestimando la relevancia de las aguas interiores, el analista expone que reclamar soberanía total sobre el Golfo de California es un tema de seguridad nacional, pues de lo contrario “cualquier país u organización criminal puede aprovechar esas vulnerabilidades para beneficio propio”.
El Golfo de California fue llamado el “Acuario del Mundo” por Jacques Cousteau debido a su extraordinaria biodiversidad, ya que alberga un tercio de los mamíferos marinos del mundo y cientos de especies de peces, lo que lo convierte en un ecosistema marino único y de importancia global.

Tiene una extensión de 160 mil kilómetros cuadrados, de los cuales sólo la parte norte —ubicada entre la frontera de Baja California y Sonora, hasta el conjunto de islas Ángel de la Guarda, Tiburón y San Lorenzo— es considerada como “aguas interiores” de México, por lo que ejerce soberanía total y están prohibidos los sobrevuelas internacionales, a menos que México lo autorice.
“En la inteligencia que el régimen de ZEE da plena libertad de navegación y sobrevuelo de aeronaves de cualquier Estado, otro elemento por demás importante a considerar es su posición geográfica y cercanía tanto a México como a Estados Unidos, y dado que el espacio es proclive al libre tránsito, el abanico de actividades ilícitas se abre enormemente generando una nube de incertidumbre que puede representar un riesgo o amenaza hacia México y Estados Unidos”, alerta el documento de Marina.
En marzo de este año, el diputado de Movimiento Ciudadano, Gustavo de Hoyos, presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal del Mar y gestionar ante cortes internacionales la reclasificación del Golfo de California como bahía histórica o mar interior, ya que “la falta de control absoluto representa una vulnerabilidad estratégica para la política exterior de México”.
“México cumple con los estándares del Derecho Internacional para justificar esta reclasificación, ya que ha ejercido soberanía efectiva sobre la región durante siglos, sin objeciones por parte de la comunidad internacional. Además, la consolidación de la soberanía sobre el Golfo fortalecerá la seguridad nacional, la protección de los recursos marítimos y la estabilidad geopolítica en la región”, señala la iniciativa.











