El dirigente se enorgullece del relanzamiento del partido de la derecha y sostiene que no habrá coaliciones en 2027 aunque no descarta alianzas con otros partidos más adelante
La sede del Partido Acción Nacional (PAN) luce repleta de paquetería con playeras, gorras y artículos estampados con el nuevo logo de la agrupación política. La organización de derechas capturó la atención pública hace un mes con un relanzamiento que incluyó un cambio de imagen y una ambiciosa campaña de marketing que busca reposicionar al partido en México, un país dominado por Morena, el partido oficialista. Jorge Romero (Ciudad de México, 46 años), el dirigente nacional del blanquiazul desde hace un año, es el artífice del giro que, con errores y aciertos, ha regresado al partido a los titulares. “El país nos volteó a ver como nunca”, dice en entrevista con EL PAÍS.
La bandera con el nuevo logo, que no aparecerá en la boleta porque el viejo emblema se mantiene en la jornada electoral, ondea en el despacho de Romero. Los resultados logrados en un mes lo enorgullecen. Sostiene la ruptura con el PRI y cierra la puerta que antes le azotó el centrista Movimiento Ciudadano (MC); quien descartó unírsele las intermedias de 2027. “Para 2027, alianzas con liderazgo político, sí, coaliciones no”, aclara. El partido, que celebra su Asamblea Nacional el próximo sábado 29 de noviembre, pasará del matrimonio a la unión libre. Las coaliciones suponen acuerdos formales, derechos, obligaciones ante la autoridad electoral, logos unidos en la boleta, mientras que las alianzas no.
La lista de presidenciables del PAN para 2030 es amplia. De todos los nombres resalta el del empresario Ricardo Salinas Pliego, el magnate que ha emprendido una batalla contra Morena y el Gobierno de Claudia Sheinbaum para negociar una deuda con el fisco. Romero lanza el guiño sin filtros: “Si se anima, avanza y vemos que va creciendo en el ánimo, por supuesto que no lo descartamos”, sostiene el dirigente.
Pregunta. ¿Cómo le ha ido con el relanzamiento?
Respuesta. Muy bien. El país nos volteó a ver como nunca. Las métricas dicen que logramos ser parte de la agenda nacional. No solo cambiamos el logo; es más que una modernización estética, es el resultado de un año de autocrítica. Una nueva estrategia de país y de partido.
P. Hay dirigentes y militantes panistas que aseguran que el relanzamiento y todo lo que implica no se consultó con las bases. ¿Quién o quiénes lo construyeron?
R. Para nada. Fue un año de escuchar, no solamente a las bases del partido en todo el país; escuchamos a la gente que no es panista, que es a la que queremos llegar. El relanzamiento tuvo aciertos y errores. De tener errores a no hacer nada, prefiero los errores.
P. ¿Qué errores?
R. Algo importantísimo de este relanzamiento es el paquete publicitario. Estar en cineminutos, en espectaculares, en el Metro, en bajopuentes. Hay proveedores con los que ya teníamos un contrato, los empiezan a negar. En el Metro de Ciudad de México nos dijeron: “Ustedes no van a poder entrar aquí”. No se previó. Son decisiones de un Gobierno de Morena. Además, no supimos explicar que el relanzamiento es el primer paso de muchos, que acabará en 2026 con la presentación de un proyecto alternativo de nación.
P. Es definitiva el fin de alianzas y coaliciones con el PRI y con Movimiento Ciudadano para 2027?
R. Hoy vemos muy difíciles ambas. No puedo hablar más allá del 2027. Después del 2030 no sé. En esta dirigencia no lo vemos. Nunca me oirán hablar mal del otro partido que se ofendió con este anuncio. En el PAN nos entendemos como oposición a un régimen; no podemos golpearnos entre opositores. Tenemos que entender que si cada parte de la oposición se aplica en ir por sus mercados, va a crecer toda la oposición. Hay gente que no lo entiende.
P. ¿En los 17 Estados van solos por las gubernaturas?
R. Habrá un millón de sorpresas. Las alianzas que vamos a ver son con los liderazgos más importantes en cada entidad.
P. ¿Pueden ser del PRI o de MC?
R. Del partido que sea o de ninguno, mientras tengamos afinidad. Estamos listos para hacer alianza con todos los liderazgos reales. Alianzas personales con los liderazgos sí, coaliciones no.
P. ¿Tienen previsto cuánto pueden ganar en 2027?
R. No doy un número porque se convertiría automáticamente en la regla. Tenemos los pies sobre la tierra: ¿Vamos a pelear por los 300 distritos? Claro. El oficialismo se va a llevar la sorpresa de su vida. No por La Barredora, por Vector, ni siquiera por el huachicol, ni por todas las que se acumulen. Es por la arrogancia y la soberbia del oficialismo. Lo dicen en los cafés: “la elección es un trámite, la lucha es la candidatura en Morena”. Que ellos trabajen como cigarras y nosotros como hormigas; calladitos nos vemos más bonitos y así vamos a seguir. Que se sigan durmiendo en sus laureles; eso hace que los regímenes caigan.
P. ¿El PAN apuesta por la división en Morena?
R. No apostamos, solamente comemos palomitas. Sabemos que eso va a ser un hiperfactor para el 2027.
P. ¿De qué manera van a garantizar que no se incurra en malas prácticas en la selección de candidatos?
R. Se pisaron 200.000 callos, por eso me tardé un año. En un partido, si no llegas con un acuerdo político, con consenso, y anuncias eso [el relanzamiento], te vacían el salón. Van a salir las reformas a los estatutos; ahí no solamente son los dirigentes, son 5.000 delegados. Hay liderazgos muy potentes en muchas entidades donde hubo resistencias. Les expliqué: si seguimos con el modelo que lleva el PAN desde hace 20 años, vamos a seguir encogiéndonos. Las candidaturas no pueden ser para sus más leales, aunque nadie los conozca. Se los estoy diciendo con 20 meses de anticipación para que se pongan a trabajar.
P. ¿Cuántos militantes esperan sumar de aquí a que el INE revise los padrones?
R. Buscamos duplicar lo que hoy somos, poco más de 300.000. De un mes para acá, estamos a la mitad del camino de duplicarnos. El PAN nunca va a ser un partido de masas. La meta mínima son 600.000.
P. ¿El PAN ya tiene un prospecto de candidato presidencial para 2030?
R. Maru Campos en Chihuahua, Libia García en Guanajuato, Tere Jiménez en Aguascalientes, Mauricio Kuri en Querétaro. A Ricardo Anaya lo conoce todo el país, ya fue candidato presidencial. Hay un gran exgobernador, Mauricio Vila. Si Margarita Zavala levantara la mano, pero súper absolutamente claro que sí. Tenemos perfiles de sobra y no nos cerramos a los externos.
P. ¿De los no panistas a quién considera?
R. A Ricardo Salinas Pliego lo veo con perfecta claridad. Si él se anima, avanza y vemos que va creciendo en el ánimo, por supuesto que no lo descartamos. No descartamos a nadie.
P. ¿Qué errores ha cometido el PAN en los últimos años?
R. Fue sin dolo. Me atribuyo la parte que me toca. El principal error fue cerrar las decisiones, éramos muy poquitas personas las que tomábamos todas las decisiones y eso acaba mal.
P. ¿El Cartel inmobiliario le sumó negativos al partido?
R. Lo tengo medido. No llega ni al 5% del conocimiento en la población a nivel nacional. La jefa de Estado me alude un día sí y un día no; ya me cansé de contestarle. Nunca lo van a traducir en nada. ¿Crees que estaría aquí si hubiera algo?
P. ¿Los expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox asistirán a la Asamblea Nacional?
R. He hablado mucho con ellos. Los dos están invitados. Con Don Vicente es cuestión de agenda. Con Felipe Calderón no me ofende cuando me dice: “Jorge, si lo que estás diciendo va a ser, ese es el camino adecuado del partido, pero veamos si se hace”. Es un cuestionamiento lógico y válido. El expresidente Felipe Calderón siempre va a estar invitado.
P. ¿A Jorge Romero le interesa la candidatura presidencial?
R. No. Considero absolutamente incompatible querer ser director técnico y delantero. No se vale, no se debe.
P. ¿Hay diálogo con Alejandro Moreno o se rompió con el anuncio?
R. Llevamos un año sin comunicación. Él decidió tener la reacción que tuvo, la considero injustificada. Cuando decides decir algo de manera pública, ya no hay vuelta atrás. Él es como es, y yo soy como soy.
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