Organizaciones del campo anuncian cierres viales y toma de aduanas para exigir respuesta del gobierno federal a la crisis agrícola
Alexa Cirel
Este lunes, diversas organizaciones campesinas anunciaron un paro nacional y bloqueos para el próximo 24 de noviembre, en protesta por lo que consideran una falta de atención del gobierno federal a las demandas del sector agrícola.
La convocatoria fue emitida por el Frente Nacional de Rescate del Campo, la Asociación Nacional de Transportistas y el Movimiento Agrario Campesino, quienes acordaron mantener las protestas “hasta obtener una respuesta formal” por parte de la Presidencia.
Los manifestantes advirtieron que cerrarán carreteras y tomarán aduanas, aunque aseguraron que no afectarán el paso de vehículos particulares ni de transporte público, sino únicamente el movimiento de mercancías.

“No buscamos dañar a la población, sino que nuestras voces sean escuchadas”, expresaron los líderes del Frente Nacional.
Hasta el momento, no se han precisado los puntos donde se realizarán los bloqueos, aunque las agrupaciones advirtieron que las acciones podrían replicarse en distintos estados del país.
Demandas por el precio del maíz y abandono al campo
El anuncio del paro se da luego de que fracasara la mesa de diálogo con autoridades federales, celebrada la semana pasada en la Secretaría de Gobernación (Segob).
En ese encuentro, productores de maíz de varias entidades reclamaron que el gobierno solo ofreció 5 mil 200 pesos por tonelada, cifra muy por debajo de los 7 mil 200 pesos que piden como precio de garantía.

Durante las negociaciones, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué Sacristán, informó que se establecería un precio de 5 mil 50 pesos por tonelada de maíz blanco, además de un programa de crédito con tasa del 8.5% anual y un seguro agropecuario incluido.
Sin embargo, la propuesta fue rechazada por los productores, quienes consideraron insuficiente el monto y las condiciones.
La molestia derivó en protestas frente a la Segob, donde campesinos de distintas regiones intentaron ingresar al edificio al grito de “¡Fuera Berdegué!”.
En paralelo, hubo bloqueos carreteros y tomas de casetas en estados como Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas y Sinaloa, donde los inconformes exigieron una revisión inmediata de la política agrícola federal.
Los manifestantes aseguran que el campo mexicano enfrenta una crisis de rentabilidad y abandono, agravada por el aumento en los costos de producción y la falta de apoyos.

Además, denuncian que los pequeños productores han quedado fuera de los programas oficiales, lo que ha afectado la capacidad de competir frente a las grandes empresas agroindustriales.
Con el nuevo llamado al paro del 24 de noviembre, las organizaciones buscan presionar al gobierno federal para que reconsidere el precio del maíz, implemente medidas de rescate al campo y garantice condiciones justas para transportistas y agricultores.
“Necesitamos la atención directa de la Presidencia”, insistieron los líderes del movimiento, quienes advirtieron que las movilizaciones continuarán “hasta que el campo mexicano deje de ser ignorado”.











