Contratan traficantes a ‘gente adicta’ para hacer traslados de vías cercanas a la frontera a casas de seguridad o el interior de EU
Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez
Tucson, Arizona— Los traficantes de personas no sólo utilizan las redes sociales para buscar posibles clientes, también lo hacen para contratar “raiteros” que se encarguen de recoger a los migrantes en las carreteras más cercanas a las fronteras y trasladarlos hasta casas de seguridad o el interior de Estados Unidos, a cambio de pagos de entre 300 y mil dólares por persona.
El trabajo de los “raiteros” se replica a lo largo de las fronteras, por lo que se han convertido también en el blanco de los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP) en sectores como Tucson, El Paso y Big Bend, que abarcan las fronteras de Arizona, Nuevo México y Texas con Sonora, Chihuahua y Coahuila.
Los reclutan con la promesa de un trabajo fácil en el que pueden trasladar a todos los migrantes que quepan en su automóvil o camioneta, pero en zonas remotas como el desierto de Arizona en donde a veces tienen que introducirse cerca de 72 kilómetros para llegar hasta los migrantes, son fácilmente detectables para los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP) del Sector Tucson.
“A veces lo que hacen es que contratan gente adicta, para convencerla de hacer el trabajo; porque es mucho el camino que tienen que recorrer y ahora se ha incrementado el patrullaje y nosotros ya conocemos a los que circulan por aquí: ya sabemos que el dueño de este lugar tiene una camioneta roja”, relató un agente encargado de resguardar la frontera con México fuera de los puertos oficiales de entrada a Estados Unidos.
“Algunas veces cuando se sienten descubiertos, tratan de huir o piden a los migrantes que desciendan del vehículo y corran por el desierto o la sierra de Arizona, dejando todas sus cosas en el automóvil, como celulares, agua y comida”, lamentó.
“Animo gente ocupamos choferes”, “ocupo gente pa’l levanton”, son parte de los mensajes publicados en los últimos tres meses por grupos dedicados al tráfico de personas de Ciudad Juárez a Nuevo México, en donde de acuerdo con personas a las que les han ofrecido el trabajo el pago es de 300 dólares por trasladar a todos los migrantes que quepan en su vehículo, sin importar las condiciones en las que los lleven.
De acuerdo con USBP del Sector Big Bend, en zonas como el desierto de Presidio, Texas –fronterizo con Ojinaga, Chihuahua–, el fenómeno se repite, pero debido a que es una zona alejada y rodeada de puntos de revisión los costos por trasladar a cada persona ascienden a los mil dólares, según la nacionalidad.
“Sobrecargan los vehículos, siempre hay alguien abajo que no puede respirar. Algo que vemos mucho en los camiones es que los ponen en la caja y cuando los encontramos se están cocinando”, relató el agente Adam Hershberger de la estación de Presidio, en el Sector Big Bend.
Pero antes de ser recogidos, los migrantes deben de caminar entre 90 y 100 millas (144 y 161 kilómetros) para llegar a una carretera en donde los puedan recoger, lo que les puede llevar hasta dos semanas de trayecto frente a temperaturas extremas y el riesgo de sufrir picaduras de alacranes, o ataques de gatos monteses, coyotes o jabalíes.











