Hay música que no solo se escucha, sino se siente, trasciende e influye en nuestros pensamientos, convicciones e ideales. La música es energía, propicia conexión con las emociones, provoca revoluciones sociales y genera identidades en los grupos sociales.
En Michoacán, la pieza musical que tiene por título Ilusión 98 es un recuerdo, una forma de estár juntos en las diversidades y complejidades culturales. Carlos Manzo es un personaje de autenticidad, es cercano al pueblo, alegre, bailador, un hombre con principios e ideales inquebrantables para la democracia. Ilusión 98 es un símbolo de esperanza, de revolución y progreso.
El uruapense es un símbolo de dignidad, libertad, revolución y democracia, es atemporal, su energía permanecerá en el plano físico y provocará inspiración para el surgimiento de un gran movimiento nacional argumentado en una cultura política con ideales y principios de lucha, capaces de enfrentar la desigualdad, la injusticia y a la corrupción en el país.
Para Carl Jung, el sombrero representa la personalidad y la identidad de quien lo lleva. La personalidad del político uruapense se forjó por su entorno familiar y cultural, su padre fue un luchador y activista social, sin duda alguna el poder simbólico del sombrero es evocador a la revolución, representa la hombría, la masculinidad y la fuerza del México rural y del campo.
El sombrero se ha convertido en un lenguaje nacional que se perpetua en la conciencia de las colectividades, ello nos afirma la teoría del sociólogo Pierre Bourdieu sobre el poder simbólico, menciona que es una forma de dominación que opera a través de la imposición de significados y la capacidad de hacer que ciertas creencias y visiones del mundo sean percibidas como legítimas y naturales, en ese sentido los ideales del Movimiento del Sombrero es ya una lucha legitima, con impacto cultural en la gran diversidad y pluralismo cultural de nuestro país.
Ello va más allá de la partidocracia y la política tradicional, es un lenguaje crítico de izquierda y protesta ante la inseguridad que ha prevalecido en el país durante décadas.
Carlos Manzo fue asesinado el pasado muy reciente 1° de noviembre de 2025, en el contexto de tradición cultural michoacana “El Festival de Velas” en el municipio del que fuera presidente municipal, elegido de manera independiente, Uruapan, Michoacán. Ello refleja una especie de alexitimia social en las juventudes que deciden delinquir, sus emociones mueren, dejan de tener sentimientos.
Es necesario, desde los municipios de México, diseñar programas que contribuyan en el fortalecimiento de una cultura de paz, orientados a la reconciliación y el perdón, la gestión de emociones desde las infancias.
Además, la creación de una política educativa que fortalezca la educación artística que contribuya en la sensibilización y creatividad de los alumnos en todos los niveles educativos para generar individuos analítico-críticos para la verdadera reconstrucción del pensamiento positivo en el tejido social.







