El Gobierno de Ecuador ha publicado una lista de objetivos militares de grupos terroristas que está conformada por once personas consideradas cabecillas y los ha dividido en tres niveles de peligrosidad. A la cabeza se encuentran el capo del cartel mexicano de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, alias El Mayo, y Geovany Andrés Rojas, alias Araña, del grupo de disidentes de los Comandos de Frontera, de Colombia. El presidente Daniel Noboa había anticipado que el bloque de seguridad tenía nuevos objetivos militares. “Nadie ha tenido la valentía de decir sus nombres, ni su ubicación, sino que se han enfocado en capos menores y echarle la culpa de todo a capos menores”, dijo el mandatario en un evento en Quito, en una clara referencia a la persecución que hace de los líderes de los cárteles Andrés Manuel López Obrador, el presidente mexicano.
Noboa no se quedó ahí, y añadió: “Las estructuras son muy grandes, muy fuertes y transnacionales. Y se puede ver que inclusive hay gobiernos que ayudan y cooperan con estas estructuras criminales transnacionales. Pero no vamos a permitir que ellos interfieran con el país. Ecuador está abierto al mundo, a cooperar por el bien. Pero jamás vamos a cooperar con la delincuencia, el terrorismo, jamás vamos a cooperar con el narcotráfico”. El presidente ecuatoriano, que no ha cumplido todavía en el año en el poder, está basando su gobierno en un discurso muy fuerte en materia de seguridad, al modo de Nayib Byukele en El Salvador. Ahora mismo mantiene un enfrentamiento directo con López Obrador después de que Noboa ordenara el asalto de la embajada mexicana para detener a Jorge Glas, el vicepresidente de Rafael Correa que había recibido el asilo mexicano. La violación de la soberanía mexicano ha motivado la ruptura entre los dos países y una máxima tensión entre Noboa y López Obrador.
El Mayo es fundador, junto con El Chapo Guzmán, del cartel de Sinaloa, considerada por Estados Unidos como la organización criminal más poderosa del mundo. En febrero la Corte del Distrito Este de Nueva York, la misma que condenó a cadena perpetua a El Chapo, le impuso nuevos cargos a Ismael El Mayo Zambada por fabricación y distribución de fentanilo, una droga sintética. Zambada, de 76 años, fue un contacto clave del narco sinaloense con los proveedores colombianos de cocaína a finales de los ochenta. Zambada tenía hilo directo con Gonzalo Rodríguez Gacha, número dos de Pablo Escobar, líder del cartel de Medellín.
Con el arresto de Joaquín el Chapo, El Mayo se convirtió en el líder incuestionable y de mayor jerarquía del Cartel de Sinaloa. El Mayo lleva medio siglo en el negocio sin haber sido arrestado, pero no le ha librado de ser acusado de crimen organizado, conspiración para cometer asesinato, lavado de dinero y distintos delitos relacionados con el narcotráfico, como el trasiego de cocaína, heroína y metanfetamina a Estados Unidos, por los que enfrenta a acusaciones criminales en cinco Estados: Texas, California, Washington D.C., Illinois y Nueva York.
Junto a El Mayo, en el primer nivel de objetivos militares contra terroristas del Gobierno ecuatoriano, también está alias Araña, integrante de la dirección general de los Comandos de Frontera, una disidencia de las FARC adscrita a la Segunda Marquetalia, de Colombia. En 2010, Araña fue condenado a 29 años de prisión por homicidio y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes y de armas de fuego. En 2017, Araña fue nombrado gestor de paz durante el proceso de pacificación con las extintas FARC. Gracias a ese rol, logró salir con libertad condicionada de la cárcel de Cómbita, en Boyacá, por un periodo de tres meses donde decidió rearmarse y así comenzó el grupo armado Comando de Frontera.
En el segundo y tercer nivel de la lista se encuentran otros nueve nombres de criminales que han liderado peligrosas bandas delictivas de Ecuador. Entre estos se encuentra José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de Los Choneros, una de las organizaciones delictivas más antiguas y peligrosas de Ecuador. Fito, de 44 años, se fugó de la cárcel Regional de Guayaquil en enero. Las autoridades se dieron cuenta que escapó cuando un grupo de militares y policías ingresaron a la cárcel a realizar un operativo de control de objetos prohibidos, y no encontraron a Fito en su celda. José Adolfo Macías Villamar tiene 14 procesos judiciales por distintos delitos, entre esos robo, delincuencia organizada, tenencia de armas y asesinato, que entre todas sumaron la sentencia máxima de 34 años de prisión, de los cuales llevaba 12 recluido en la cárcel Regional de Guayaquil. No es la primera vez que se fuga. En febrero de 2013, Fito y otros 15 presos más de la banda Los Choneros, incluido el líder de la agrupación, Jorge Luis Zambrano, escaparon de la cárcel de máxima seguridad llamada La Roca, que está dentro del mismo complejo penitenciario. Durante 10 meses fueron los criminales más buscados del país, hasta que fueron encontrados por la Policía. Hasta la actualidad, las autoridades no han podido localizar a Fito para llevarlo de nuevo a prisión.
La lista se extiende a otros 74 delincuentes como los más buscados por el eje de seguridad, que son parte de ocho grupos criminales que han sembrado el terror con crímenes violentos y coches bombas en todo el país. El Gobierno de Daniel Noboa no ha aclarado la estrategia para capturarlos, ni ha explicado porque aparecen en la nómina los nombres de dos miembros de la banda Los Lobos, alias Palanqueta y el Invisible, éste último investigado por contratar a los sicarios que asesinaron al excandidato presidencial Fernando Villavicencio, que se supone estaban prisión