Monitoreo revela cambios en la biodiversidad marina de Isla San José
Carolina Vizcarra / EL SUDCALIFORNIANO
La Paz, Baja California Sur. — Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) dieron a conocer los avances del Programa de Investigación Marina Isla San José, un proyecto que desde agosto de 2024 realiza monitoreos continuos en arrecifes rocosos de la isla, ubicada a 80 kilómetros al norte de la capital. Su objetivo es conocer el estado actual de la biodiversidad en la zona, compararla con registros pasados y observar cómo las condiciones ambientales, particularmente la temperatura del mar, pueden estar influyendo en los ecosistemas.
El programa es coordinado por el profesor-investigador Dr. José Alejandro Ramos, junto con las biólogas marinas Isabelle Nelson, Mariana Gámez y Mariana Núñez. Durante una conferencia de prensa en la UABCS, los integrantes explicaron que la isla cuenta con escasos estudios recientes y que buena parte de la información disponible provenía de hace más de 20 años. Por ello, el equipo decidió actualizar los registros mediante trabajo de campo durante un ciclo anual completo.
El Dr. Ramos señaló que, además de la falta de información actualizada, el Golfo de California ha experimentado en los últimos años eventos de ondas de calor marinas, es decir, periodos prolongados en los que la temperatura del mar se mantiene por encima de lo normal. En 2023, dijo, la región registró entre 150 y 160 días con estas condiciones. “Estas anomalías térmicas pueden modificar la presencia y distribución de distintas especies marinas”, explicó.
En el caso de los peces, la bióloga Isabelle Nelson informó que durante el monitoreo se contabilizaron 23,154 individuos. Al comparar los resultados con estudios realizados en 2001 y 2002, se observó que actualmente se encuentran más peces por cada recorrido de buceo. Sin embargo, el número de grupos o tipos distintos de peces disminuyó de 76 a 46, lo que representa una reducción del 39.5%.
De acuerdo con Nelson, esto puede indicar que algunas especies pudieron haberse desplazado hacia zonas con temperaturas más favorables. Además, explicó que durante el mes de octubre, cuando la temperatura del mar suele disminuir, se registraron 30 grados Celsius, frente a los 26 grados reportados hace dos décadas.
Respecto a los invertebrados marinos, la bióloga Mariana Gámez explicó que este grupo incluye organismos como corales, erizos, gusanos marinos y estrellas de mar, los cuales no poseen columna vertebral y cumplen funciones ecológicas clave dentro del arrecife, como la formación de estructuras, el control de algas y el reciclaje de nutrientes. Señaló que los registros históricos disponibles para la zona provenían de monitoreos realizados entre 1999 y 2000, lo que permitió comparar el estado actual con el de hace más de dos décadas.
En la actualización realizada por el equipo, se observó una mayor presencia de corales, seguidos de gusanos marinos y erizos de mar. Sin embargo, algunas especies que antes eran abundantes, como el erizo de mar café y la estrella de mar azul del Pacífico, fueron ahora poco comunes o no se encontraron. “Lo que observamos es que la estructura de la comunidad ha cambiado con el tiempo, y esto no necesariamente significa que el ecosistema se encuentre en mejores condiciones”, explicó.
Por su parte, la bióloga Mariana Núñez estudió a los nudibranquios, conocidos como babosas marinas. Mencionó que para Isla San José no existían registros previos de este grupo, pero durante el monitoreo se identificaron 119 individuos pertenecientes a 8 especies. Destacó que estos organismos pueden funcionar como indicadores de cambios ambientales, ya que su presencia y abundancia suelen variar cuando las condiciones del ecosistema se modifican.
El proyecto se realizó con apoyo financiero de la empresa Grupo INDI y con autorización de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Debido a que la Isla San José es de propiedad privada, el equipo estableció campamentos únicamente en la zona de playa autorizada.
Los investigadores informaron que la siguiente etapa será el análisis detallado de los datos y la elaboración de publicaciones científicas, así como materiales de divulgación accesibles para distintos públicos.










