Carlos Manzo, que había asumido el cargo como independiente, había denunciado previamente la presencia y el control del crimen organizado en la región
Alexa Cirel
El homicidio del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, generó reacciones de figuras políticas nacionales, entre ellas los expresidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes expresaron su postura a través de redes sociales.
Felipe Calderón escribió en su cuenta de X que lamentaba “profundamente el cobarde asesinato” del alcalde michoacano. Envió condolencias a la familia de Manzo y a los habitantes de Uruapan, además de sumarse a las exigencias de justicia para esclarecer el crimen.

Por su parte, Vicente Fox emitió un mensaje más amplio y en tono crítico, en el que responsabilizó a la ciudadanía por permitir el deterioro de la seguridad en el país.
Afirmó que el país entero debía asumir su responsabilidad frente a la violencia y llamó a “despertar” como sociedad. En una reflexión que acompañó su mensaje, sostuvo que la bala que mató a Manzo no era solo de plomo, sino una metáfora de la indiferencia social, el miedo y la apatía colectiva.
Manzo arremetió contra Calderón
Antes de su asesinato, Carlos Manzo había lanzado severas críticas contra Felipe Calderón durante una intervención pública.
El alcalde asesinado, Carlos Manzo, señalando que Felipe Calderón es cómplice de lo que sucede en Michoacán durante una ponencia en la cámara de diputados.
Señaló que la violencia que padece el país actualmente se originó el 11 de diciembre de 2006, cuando el entonces presidente inició la militarización como parte de la llamada “guerra contra el narcotráfico”. Según Manzo, dicha estrategia no buscó proteger a la ciudadanía, sino beneficiar a grupos criminales.
Acusó a Calderón de haber llegado al poder de manera ilegítima y de haber involucrado a las Fuerzas Armadas en acciones contrarias a la ley.
También recordó que su exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, está preso en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico. Para Manzo, esa etapa fue “una militarización con complicidad criminal”, cuyas consecuencias aún persisten.
El asesinato de Carlos Manzo
El ataque contra el alcalde ocurrió la noche del sábado, durante la inauguración del Festival de Velas en el centro histórico de Uruapan, una de las celebraciones más representativas del municipio. El evento congregaba a cientos de familias con motivo del Día de Muertos, cuando hombres armados abrieron fuego contra el edil.
Manzo fue trasladado de emergencia a un hospital, donde poco después perdió la vida. El Gabinete de Seguridad federal confirmó que uno de los agresores murió durante el operativo de reacción, mientras que otros dos fueron detenidos.
El alcalde, que había asumido el cargo como independiente, había denunciado previamente la presencia y el control del crimen organizado en la región, así como la falta de refuerzos oficiales para garantizar la seguridad.
En sus últimos pronunciamientos públicos solicitó mayor respaldo a los gobiernos estatal y federal.
Tras el crimen, se reavivaron los reclamos por la ola de violencia que afecta a Michoacán y particularmente a Uruapan, uno de los municipios con mayor presencia de grupos delictivos en el país.
Organizaciones civiles, sectores políticos y habitantes exigieron una investigación a fondo y un replanteamiento de la estrategia de seguridad en la entidad











