La periodista Marcela Turati comentó en entrevista con “Los Periodistas” que como sociedad debemos plantearnos qué vamos a hacer ante hallazgos como la lista con nombres de presuntas víctimas de los “vuelos de la muerte” y señaló que quien tiene que dar la respuesta, es el mismo Estado. “Yo creo que la verdad trae nuevas verdad, yo creo que lo que puede haber de verdad o si alguien tiene una pieza de información o si alguien no denunció que desapareció un familiar o el dato que se tenga, pues es momento de entregarlo”.
Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez / Sin Embargo
Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– La lista hallada en el archivo del Comité Eureka que contendría los nombres de presuntas víctimas de los “vuelos de la muerte” ha abierto un nuevo capítulo en las investigaciones y el esclarecimiento de los crímenes cometidos durante la guerra sucia, coincidió la periodista Marcela Turati, coordinadora del proyecto A dónde van los desaparecidos, que redescubrió este documento.
Turati encontró una carta perteneciente al archivo del Comité Eureka que contiene una lista con 183 personas detenidas en México entre 1972 y 1974, cuyos cuerpos habrían sido arrojados al mar desde aviones que salieron de la base militar de Pie de la Cuesta en Acapulco en los llamados “vuelos de la muerte”.
“Lo que veían los analistas es que esta lista tiene una tipografía que es similar a la que se usa en los archivos de la represión, que se llaman ahora, estos archivos donde se iban registrando los ‘paquetes’, como les decía el Ejército a las personas que luego iban a desaparecer, que tiene una puntuación, que tiene datos que era difícil que alguien tuviera de todos y cada uno, desde los dos apellidos. También aparecen, por ejemplo, varios que no están en ningún registro de personas desaparecidas, esto significa que puede haber más personas desaparecidas de las que no se sabía”, comentó la periodista, cofundadora de Quinto Elemento Lab, en entrevista con “Los Periodistas”, programa que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
Marcela Turati indicó que como sociedad debemos plantearnos qué vamos a hacer ante esta información y señaló que quien tiene que dar la respuesta, es el mismo Estado. “Yo creo que la verdad trae nuevas verdad, yo creo que lo que puede haber de verdad o si alguien tiene una pieza de información o si alguien no denunció que desapareció un familiar o el dato que se tenga, pues es momento de entregarlo”.
“También esto nos enseña no solo buscar en los archivos de la represión, que le llamamos, de los militares, de la DFS. Hay otro tipo de archivos y no sé si tu abuelo, si tu padre participó en algo y tú tienes acceso a esos archivos, compártelos, o si te contó algo, pues podríamos ir construyendo entre muchos este rompecabezas para saber dónde están las personas, qué les hicieron, quiénes fueron los responsables y de alguna manera ver cómo hacer que esto pues no se repita porque las desapariciones forzadas no se han ido de este país”.
Turat explicó que al hacer este análisis los expertos que consultó consideraron que es muy plausible la información contenida, aunque piden cautela hasta verificar su contenido. “Suena muy verosímil y algunos dan por correcta porque la cruzaron con otras tipos de archivos, con una carta de un militar, donde dice que echaron al mar a dos guerrilleras o a dos a dos mujeres y en el vuelo 23 se ve, pues que hay dos mujeres, no en el viaje 23 y en el 24 dice que también a una de las personas que estaba con Lucio Cabañas. Este es una carta de un soldado en el 75 que mandó a su familia que está en el Archivo General de la Nación y ahí se ve, pues que hay una persona que estaba con Lucio Cabañas, cuando lo detienen hasta la fecha todo y que se menciona como si fuera uno de los ocho del vuelo número 24”.
Extracto de un expediente de los juicios contra tres militares (Acosta Chaparro, Quirós Hermosillo y Javier Barquín) en 2002, en el que se reconstruyeron los “vuelos de la muerte” con base en las declaraciones de miembros del Ejército. Foto: Captura de pantalla.
“Las organizaciones en el momento en que empezamos a analizar la lista empezaron a hacer toda una verificación y los datos, por lo menos, coinciden en eso, lo que se sabe o lo que se piensa es alguien que tenía acceso y la persona dice que era trabajaba con el capitán Javier Barquín que se sabe que era esta persona que manejaba lo que se llamaban los libros de pastas duras, los libros donde se iban registrando las personas que iban a ser desaparecidas”.
El documento fechado el 26 de mayo de 2004 iba acompañado por cinco hojas escritas con una máquina de escribir antigua, en las que se enlistan 24 “viajes” y un “viaje especial” ocurridos en 1974, durante los que se habrían arrojado al océano Pacífico, en grupos de hasta ocho personas, a los 174 hombres y nueve mujeres, quienes fueron registrados con sus nombres completos, sus “seudónimos” como militantes o guerrilleros, el lugar y la fecha de su captura, y las unidades o dependencias que las detuvieron.
De confirmarse la información en poder del Comité Eureka, destaca la investigación de Turati, sería la primera revelación de las identidades de personas desaparecidas en los “vuelos de la muerte” en México. La mayoría de las personas mencionadas en la lista fueron capturadas en Guerrero —164 del total— durante la feroz persecución, por tierra y aire, de militares, agrupaciones especiales y judiciales contra la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos, el profesor que fundó el Partido de los Pobres. Del resto de las personas registradas, siete fueron detenidas en Michoacán, cuatro en Hidalgo, dos en el Distrito Federal, dos en el Estado de México, una en Morelos, otra en Oaxaca y una más cuyo lugar de captura no se especifica.
“Llama la atención que hay gente que fue detenida en el 72 y que aparece pues entre estos 8 pasajeros del 74 o posibles pasajeros no sabemos qué viaje y hay gente del 73, pero la gran mayoría de los mencionados son gente Guerrero, seguramente campesinos, y por lo que se ve de Atoyac, de Acapulco, del Quemado, de todos esos pueblos y ciudades o municipios emblemáticos de gente de donde estuvo la guerrilla de Lucio Cabañas pues se puede deducir que al menos todos estos estuvieron juntos en algún momento en el campo militar, en la Base Aérea Militar del Pie de la Cuesta y de ahí por lo que hemos sabido ya también en las investigaciones que se han hecho es que de ahí salían los ‘vuelos de la muerte’ y se tiene toda una investigación desde el 2012 que poco a poco se ha ido dando a conocer, de lo que fueron declarando sobre este método tan asqueroso, terrible, cruel de asesinar y desaparecer y para que no sean encontradas por las personas que eran consideradas opositoras al régimen priista”.