Fuentes del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México resaltan que el capitán de Navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez se suicidó este lunes en su oficina, en Tamaulipas
David Vicenteño
El capitán de Navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, involucrado en la trama de contrabando de combustible, que llevó al aseguramiento de 10 millones de litros, presuntamente se suicidó este lunes en su oficina, en Tamaulipas, confirmaron fuentes del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México.
El funcionario naval se desempeñaba como director de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira y, de acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), su nombre fue mencionado como uno de los funcionarios navales que recibió sobornos para permitir el paso del buque con combustible ilegal.
Las fuentes indicaron que elementos del Ministerio Público Federal se trasladó a las oficinas del mando naval, para iniciar las investigaciones correspondientes.
En las investigaciones de la FGR, por el tráfico de combustible, se señaló a Pérez Ramírez, por presuntamente recibir 100 mil pesos, para que permitiera el paso del buque con 10 millones de litros.
Al respecto, la Secretaría de Marina-Armada de México, en un mensaje en su cuenta oficial de X, se refirió al presunto suicidio, sin mencionar a su elemento por su nombre.
“La Secretaría de Marina-Armada de México lamenta profundamente el sensible fallecimiento de uno de sus elementos, en el estado de Tamaulipas. La institución extiende su más sentido pésame y solidaridad a su familia, amigos y compañeros, reiterando que se les brindarán todos los apoyos necesarios y los que por ley corresponden. Asimismo, se reitera la colaboración con las autoridades competentes para el pleno esclarecimiento de los hechos”, se indicó en el texto del mensaje.
Con la muerte del capitán Pérez Ramírez, son tres los casos de personas que han muerto en circunstancias que ahora son investigadas por la FGR, relacionadas con el hallazgo de un cargamento de 10 millones de combustible, en Tampico, el pasado 19 de marzo.
El contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar, quien denunció el tráfico de contrabando, fue asesinado el 8 de noviembre de 2024, en Manzanillo, Colima.
Posteriormente, el 21 de octubre de 2024, ocurrió el homicidio de Magaly Janet Nava Ramos, Auxiliar “B” en la delegación de la FGR, en Colima, quien estaba a cargo de investigar la muerte del contralmirante Guerrero Alcántar.