El excampeón deberá cumplir con diversas medidas, como presentarse a audiencias y no salir del país
Anayeli Tapia Sandoval
El boxeador mexicano Julio César Chávez Jr. abandonó el penal federal de Hermosillo, Sonora, donde permanecía recluido tras su deportación de Estados Unidos, luego de que en la víspera un juez federal le concediera el beneficio de afrontar en libertad condicional el proceso penal por presuntos vínculos con el crimen organizado y tráfico de armas.
La resolución se dictó el sábado 23 de agosto por la noche, pero el boxeador fue liberado hasta el mediodía del domingo y ya se encuentra con su familia.
Un proceso complejo y mediático
La liberación de Chávez Jr. ocurrió tras una audiencia virtual en la que el juez federal Enrique Hernández Miranda determinó que existen elementos suficientes para abrir proceso en su contra, aunque no consideró necesaria la prisión preventiva.

Su defensor legal, Rubén Fernando Benítez, subrayó ante los medios de comunicación que el boxeador deberá respetar las restricciones impuestas, entre ellas la prohibición de salir del país y la obligación de presentarse en futuras audiencias.
La audiencia, que se realizó de manera remota, se postergó alrededor de tres horas debido a razones logísticas y de seguridad, ya que trasladar al imputado desde la cárcel hasta la sala de juicios orales ubicada en una zona operativa de facciones del Cártel de Sinaloa implicaba riesgos adicionales.
Durante la sesión, Julio César Chávez Jr. tuvo oportunidad de hablar ante el tribunal y declaró: “Soy de Culiacán, soy boxeador desde hace 22 años; desde chiquito se dicen chismes de mí y esto es más de lo mismo”, según reportó Milenio.
Tras el fallo, el padre del boxeador, Julio César Chávez, expresó su satisfacción con la decisión judicial y celebró que su hijo regresara con su familia. “Su papá está muy contento con la resolución”, confirmó la defensa.
¿Cuándo será su próxima audiencia?

La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de delincuencia organizada, tráfico de armas, municiones y explosivos, y de colaborar con el Cártel de Sinaloa. El expediente señala que habría facilitado partes de armamento artesanal para su comercialización.
Algunos reportes señalan que conversaciones interceptadas a integrantes del cártel mencionan directamente la presunta cercanía de Chávez Jr. con “Los Chapitos”, una facción liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Investigadores de la FGR lo señalan también como presunto ajustador de cuentas dentro de la organización, bajo las órdenes de Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, jefe de seguridad del grupo. Según consta en las carpetas, el pugilista presuntamente tomaba a sus víctimas “como si fueran sacos de box”.
La FGR solicitó un plazo complementario de investigación, por lo que la siguiente audiencia fue programada para el 24 de noviembre. La etapa procesal continuará a partir de esa fecha y se definirá si avanza el proceso o si existen nuevos elementos acusatorios.

Otro de los puntos que puso al boxeador de 39 años en la mira fue que es pareja y tiene dos hijos con Frida Muñoz, viuda de Édgar Guzmán López, hijo asesinado de “El Chapo”. Este vínculo personal con el entorno familiar de uno de los líderes del cártel forma parte del contexto de las acusaciones y ha sido retomado en la investigación oficial.
Durante su liberación, Chávez Jr. fue recibido por su madre y una tía, y ahora podrá establecer su residencia en cualquier ciudad dentro de México, siempre sujeto a las restricciones legales actuales. “No tiene ninguna restricción para establecer su residencia en cualquier lugar que él quiera, siempre y cuando no abandone el país”, explicó su abogado, quien aclaró que cualquier salida al extranjero requeriría permiso judicial y justificación por motivos deportivos.
El caso ha generado fuerte interés tanto en México como en Estados Unidos, no solo por la figura de Chávez Jr. y su relación con el boxeo profesional, sino también debido a la relevancia internacional del proceso y la cooperación bilateral en temas de seguridad.
El embajador estadounidense en México, Ron Johnson, valoró públicamente el traslado del boxeador, considerándolo un ejemplo de colaboración entre ambas naciones.
Además de las acusaciones por crimen organizado y tráfico de armas, el historial de Julio César Chávez Jr. ha estado marcado por detenciones previas relacionadas con posesión de armas y problemas migratorios.