Con el sazón de Sonora, una pareja mexicana logró que sus hot dogs se volvieran la sensación en Indio, California en Estados Unidos; donde cada vez más personas buscan probar el estilo sonorense.
N+
Lo que comenzó como un antojo sonorense, se convirtió en el emprendimiento de una pareja mexicana dedicada a la venta de comida mexicana en el patio de su casa, en Indio, California.
Se trata de María Alcaraz y Carlos Parra, ella originaria de Baja California y él de Sonora, quienes se conocieron durante 2020 en la ciudad donde ahora viven.
“Yo trabajaba para una empresa y él para otra, empezamos a vender comida desde casa; yo levantaba pedidos en mi trabajo y él en el suyo, y empezamos a vender birria, ya que él, su abuelito tenía una birrieria en Navojoa, por muchísimos años, pues sabe hacer muy bien la birria”.
Emprendieron poco a poco, con algunas complicaciones, hasta que compraron lo indispensable para hacer tacos de carne asada en el patio de su casa y avisando de boca en boca, logrando vender 60 dólares el primer día.
“Un día antes de abrir la carpa que habíamos comprado se quebró toda, al día siguiente, el día de apertura, ¿cuánto vendimos? -como 60, 70 dólares-, vendimos esa cantidad, porque una amiga mía fue a consumirnos”.
“La carne asada es hecha al carbón, las tortillas de harina hechas a mano, la barra de verduras es estilo Sonora/Mexicali, ya ve que tiene un poquito en común”.
¿Cómo surgió la idea de incluir hot dogs sonorenses en su menú?
Posteriormente, la pareja amplió su menú: ya había fresas con crema, roles de canela, churros, elotes preparados, ‘cheese cake’ y levantaban pedidos de tortillas.
Sin embargo, un día María quiso cumplirle el antojo a Carlos de cocinar hot dogs sonorenses, con el pan hecho por ella, lo que también terminó en venta y un antojo solicitado por sus clientes.
“La misma gente fue la que nos fue empujando y pues yo le decía a ella ‘hey, hay que vender hot dogs, hay que vender dogos, a la gente misma le va a gustar que nosotros hagamos el pan, que nosotros hagamos todo, hasta que un día ella me dijo ‘fulano día vamos a vender’, y me arranqué a comprar todo -no le dije dos veces- es que muy dentro de mí algo me decía que nos iba a ir bien”.
El primer día les compraron 60 dogos, en el segundo fueron el doble y el tercero 400, todo en menos de una hora y dejando a algunas personas en la lista de espera.
En el futuro, esperan tener su establecimiento, así como vender la carne asada junto con los dogos, adquirir máquinas y hornos, además de ofrecer empleo a la comunidad que los rodea.
ENLACE: Pareja Mexicana Conquista Indio, California con sus Hot Dogs estilo Sonora | N+