
¿Qué tendría qué pasar en Cajeme para que las autoridades se dignaran a diseñar un efectivo plan de contención y ataque a la delincuencia organizada que se tradujera en una disminución de la criminalidad desatada y en un respiro para la población?
El fenómeno de la violencia criminal en Ciudad Obregón, la cabecera del segundo municipio más poblado de Sonora no es nuevo y sobradamente podría decirse que es histórico. El Cajeme de los años 70 y 80 conoció -y hasta socializó- con la presencia de capos generalmente dedicados al trasiego de mariguana, pero estos no andaban por las calles echando bala y solo excepcionalmente, se registraban ejecuciones o tiroteos.
50 años después, el fenómeno se ha complicado de manera extrema. Las autoridades tienen desde hace varios años un diagnóstico de la situación, según el cual son tres grupos de la delincuencia organizada, bien identificados, los que se disputan la plaza, pero la guerra se ha vuelto encarnizada se cuentan por decenas las víctimas colaterales en los últimos años, incluyendo niños y mujeres.
Se ha vuelto un lugar común y ya a nadie parece sorprender que en repetidas ocasiones esta ciudad aparezca en rankings internacionales ocupando el top de las ciudades más violentas del mundo. Las cifras se mueven inopinadamente al alza y a la baja, pero el mes pasado y este han sido terribles. En 20 días que lleva el mes de agosto se han registrado más de cuarenta asesinatos y tan solo el pasado fin de semana se contabilizaron diez. Rara vez hay detenidos por estos hechos.
Desde luego que esto incide en el ánimo social, que se percibe apesadumbrado y triste, lo que deriva también del estancamiento económico producto de la sequía que ha frenado la principal actividad económica del valle, otrora conocido como ‘El granero de México”: la agricultura, que le pega a toda la cadena productiva.
La Canaco local ya detectó el cierre de empresas y la intención de otras de hacerlo; otras más están migrando a la informalidad y en varias colonias comienzan a aparecer letreros de ‘SE VENDE’ en las casas de gente que busca mudarse a otra ciudad.
En justicia, no se puede decir que la autoridad se encuentre de brazos cruzados. La Mesa Estatal de Seguridad, en la que participan todas las corporaciones civiles y militares ha asestado golpes espectaculares en todo el estado: en la semana del 11 al 17 de agosto, diversos operativos llevados a cabo en varios municipios -incluido Cajeme- fueron asegurados 130 presuntos delincuentes, 10 inmuebles, 78 vehículos, 25 armas cortas y 29 largas, seis mil cartuchos útiles; 30 pipas con metanfetamina, un tractocamión, un autobús y más de 3 mil kilos de metanfetamina y cantidad similar de mariguana, así como cantidades menores de otras drogas como cocaína y fentanilo.
En los primeros días de agosto se aseguraron 309 armas de fuego y casi 58 mil cartuchos, mil 609 cargadores y 10 explosivos.
Las cifras son plausibles pero generan sentimientos encontrados: con esa cantidad de criminales, armas, parque y bienes muebles e inmuebles; drogas y recursos en las calles, ¿de qué tamaño es realmente el problema del crimen organizado en Sonora?
Por otro lado, claramente Cajeme se ubica en estas semanas en el epicentro de la actividad criminal y no se observa una política de combate focalizada, más allá del reforzamiento de la seguridad con más elementos castrenses y de la Guardia Nacional cuya presencia evidentemente no ha logrado inhibir los delitos de alto impacto, señaladamente los homicidios dolosos.
Por las características del fenómeno criminal en Cajeme, parece urgente que se aborde como un caso especial y se implementen acciones específicas, que podrían comenzar ¿por qué no?, con la instalación del mando único, que probadamente ha dado resultado en San Luis Río Colorado, por ejemplo.
II
Qué dato el que soltó la presidenta de la Fundación Corazones Mágicos, María Fernanda Lazo en el arranque de la campaña para prevenir la violencia sexual infantil realizada ayer en la Cineteca estatal: la edad mínima para el consentimiento sexual de las niñas es de doce años.
Quizás usted, documentada lectora, despreocupado lector ya lo sabían, pero confieso que la revelación me sorprendió, porque eso significa considerar legal que menores de esa edad sostengan relaciones consensuadas con menores o con mayores cuando, como dijo la especialista, una niña de doce años no alcanza la madurez mental para tomar decisiones de esa naturaleza y probablemente tampoco alcance la madurez física para relacionarse sexualmente. No quisiera verme muy conservador, pero eso huele -y mal- a pedofilia.
Ayer se llevó a cabo un interesante encuentro del que participaron diversas dependencias de gobierno y varios representantes de organizaciones de la sociedad civil, así como legisladores para el arranque de esta campaña de prevención y para articular otras políticas públicas de protección a las infancias.
El encuentro fue presidido por el gobernador Alfonso Durazo y la presidenta del DIF-Sonora, Rocío Chávez Murillo, participando de manera relevante Comisionada Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas de Violencia en Sonora, Lyzeth Salcedo Salinas, así como la coordinadora parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, Ernestina Castro Valenzuela, quien se comprometió a retomar las propuestas presentadas por María Fernanda Lazo, para modificar la legislación de manera que se establezcan nuevos criterios en este tema.
Básicamente habló de obligar a los propietarios de hoteles, moteles y otros lugares de alojamiento en destinos turísticos a exigir la comprobación del parentesco cuando mayores de edad pretendan hospedarse con menores en esos establecimientos; prohibir la entrada de menores a los mismos, fuera de los destinos turísticos; crear un padrón de agresores sexuales y restringir legalmente su contacto con menores, y elevar de doce a 15 años la edad de consentimiento sexual.
El tema es sin duda espinoso, pero -dijo el gobernador- “hablar de violencia sexual infantil no es incómodo; incómodo es vivir con las consecuencias. El abuso sexual infantil no es un asunto privado, sino un crimen inadmisible”.
Por ello se lanza esta campaña de prevención y se trabaja en adecuar las leyes y otras acciones institucionales, y esa es una tarea y responsabilidad de todos “porque en Sonora la niñez no se toca, no se calla ni se queda sola, ya que protegerla es cuidar a la sociedad”.
Esta campaña incluye tres cortos audiovisuales dirigidos a la niñez, un video tutorial para madres y padres, docentes y personas cuidadoras con el objetivo de ofrecer un lenguaje cercano, sensible y respetuoso que permita identificar, prevenir y atender situaciones de violencia sexual infantil desde la etapa preescolar hasta la adolescencia.
III
En despachos anteriores, abordando las formas en que los partidos políticos asumen las fuentes de su legitimidad, mencionábamos a algunos, pocos a decir verdad, que van a golpe de calcetín por el territorio gastando suela, sudor y saliva, porque finalmente así se mantiene y retroalimenta el contacto ciudadano.
Entre ellos habría que incluir al comisionado nacional del PT en Sonora, Ramón Flores, diputado del distrito federal territorialmente más extenso en el estado y al que se le ha visto desde la costa hasta la sierra difundiendo presencialmente lo poco o mucho que ha hecho desde su posición como legislador federal. Ya el balance lo hará cada quien, pero el solo hecho de regresar a cada uno de los 39 municipios que comprende la demarcación de ese distrito es por lo menos una señal de buena voluntad.
El señor Flores tiene sus ‘haters’, hay que decirlo, y le ha tupido a la más mínima provocación, pero debe reconocerse que no le tiemblan las corvas a la hora de recorrer el territorio y mantener el diálogo con sus representados.
Con un agregado: no solamente anda tragando polvo desde Guaymas hasta Aconchi, pasando por Bacerac y Sahuaripa y todos aquellos poblados que comprende la demarcación del distrito 04, sino que también sabe moverse en las oficinas más refrigeradas.
Ayer por ejemplo estuvo en Palacio de Gobierno, desde donde posteó una foto con el gobernador Alfonso Durazo a quien le entregó un ejemplar de su informe legislativo. Los envidiosos dirán que era un Photoshop, pero no lo era. Además, y no es por intrigar, pero no he visto a otro diputado o diputada federal en esa oficina. Digo, nomás para el apunte.
También me puedes seguir en X: @Chaposoto