Morena tiene apenas siete años en el poder y el desgaste que viene sufriendo en últimas fechas, con todos estos desenfrenos y confrontaciones internas, ponen en riesgo sus planes de gobernar por un largo tiempo.
José Gil Olmos
El peor enemigo es el fuego amigo y esto, en Morena, es uno de sus principales problemas, aunado a los escándalos recientes de gastos ofensivos en ropa, joyas, viajes, propiedades y las denuncias de vínculos con el crimen organizado.
Morena tiene apenas siete años en el poder y el desgaste que viene sufriendo en últimas fechas, con todos estos desenfrenos y confrontaciones internas, ponen en riesgo sus planes de gobernar por un largo tiempo.
A falta de opositores que se han dedicado a vociferar en conferencias de prensa, sin hacer propuestas, internamente Morena tiene a sus propios enemigos que se dedican a denostar y criticar a sus propios compañeros y líderes del partido.
Son los llamados “puros”, que desde que Andrés Manuel López Obrador estaba en la presidencia de la República se erigían como los baluartes del movimiento desde sus inicios y levantaban la voz –y lo siguen haciendo— bajo la consigna de que son los únicos con el derecho de estar al frente de Morena, tanto en el gobierno como en los poderes Legislativo y Judicial.
Paco Ignacio Taibo, Epigmenio Ibarra, Jesús Ramírez, Rafael Barajas El Fisgón, Pedro Miguel, la familias Alcalde y Batres, son algunos de quienes se hacen ver como los “puros” y reprochan a quienes vienen de otros partidos e incluso le exigen rendir cuentas ante las autoridades, como fue el caso de Epigmenio ante el senador Adán Augusto.
Lo que no toman en cuenta los integrantes de este grupo es que al abrogarse como un derecho hacer públicas sus diferencias, el desgaste al que someten a otros de sus compañeros de partido afecta directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, pues repercute en la agenda de gobierno que todos los días se expone a través de los cuestionamientos de los reporteros en las conferencias mañaneras.
Es evidente que no hay el respeto de institucionalidad de partido entre los miembros de Morena y que sus diferencias y confrontaciones las hacen públicas sin antes llegar a acuerdos de unidad internamente.
Hace casi un año escribí un artículo en el cual señalé que mientras estaba AMLO al frente del gobierno las tribus y corrientes se mantendrían tranquilas en Morena. Hasta entonces se tenían detectadas ocho corrientes: la de los llamados “puros”, que vienen acompañando a AMLO desde antes de la formación del partido; los experredistas de Alternativa Democrática, liderados por Héctor Bautista; Izquierda Democrática de René Bejarano; la del grupo Texcoco de Higinio Martínez; los “marcelos” de Marcelo Ebrard; los “monrealistas” de Ricardo Monreal; los “berthos” encabezados por Bertha Luján; y los “talibanes” de Yeidckol Polevnsky.
Hoy es evidente que Morena sufre una fragmentación y que ante la ausencia de AMLO estos grupúsculos, con sus liderazgos, darán la batalla por apoderarse de Morena. Será una especie de autofagia.
A esta guerra interna habría que agregarle los escándalos de los viajes al extranjero de personajes prominentes de Morena como Andrés Manuel López Beltrán, Mario Delgado, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y el diputado Enrique Vázquez.
Los lujos ostentosos de los diputados Sergio Gutiérrez Luna y su esposa Karina Barreras, quienes –de acuerdo con una investigación de Emeequis– han gastado recientemente más de 5 millones de pesos en lentes, zapatos, bolsas, mochilas, joyería y accesos a fiestas exclusivas.
Karina Barreras y Gutiérrez Luna. Más allá de la medianía. Foto: Galo Cañas / Cuartoscuro.
La compra de un penthouse de tres niveles en Polanco, con un valor estimado de 22 millones de pesos, por parte de Alex Tonatiuh Márquez Hernández, actual director de Investigación Aduanera en la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM)
Morena y muchos de sus integrantes están cometiendo los mismos errores que, en su momento cuando gobernaban el país, cometieron el PRI y el PAN, errores que les costaron la derrota capitalizados por AMLO.
Por cierto… tanto la presidenta Claudia Sheinbaum como la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, han hecho llamados a la unidad y la austeridad. Ya veremos quién o quiénes les toman la palabra.
Enlace: https://www.proceso.com.mx/opinion/2025/8/11/morena-puros-impuros-356511.html