Christina Chapman fue condenada a más de 8 años de prisión por facilitar equipos tecnológicos a una red de hackers norcoreanos
José Alberto / Tribuna de San Luis
Una ciudadana estadounidense, residente de Arizona, fue pieza clave en una operación internacional con la que Corea del Norte logró infiltrarse en empresas estadounidenses utilizando identidades robadas y contratos remotos falsos.
Se trata de Christina Chapman, de 50 años, quien fue condenada a 102 meses de prisión federal (8.5 años) por su papel logístico en el fraude: coordinar el almacenamiento, envío y distribución de más de 90 computadoras corporativas utilizadas por los hackers para simular su presencia en Estados Unidos.
El caso, revelado por autoridades federales esta semana, destapó un esquema que permitió al régimen norcoreano recaudar millones de dólares de forma ilegal a través de empleos remotos obtenidos fraudulentamente en más de 300 compañías, incluyendo firmas como Nike, sin que las empresas detectaran el engaño.
Desde una ciudad fronteriza entre China y Corea del Norte, los hackers manipulaban los equipos con tecnologías de acceso remoto, como VPNs, servidores proxy y programas como AnyDesk, lo que les permitió actuar como si estuvieran físicamente en Estados Unidos.
Chapman, desde su hogar en Arizona, mantenía activa la infraestructura logística que sostenía esta red, enviando laptops a quienes se hacían pasar por empleados estadounidenses. Las computadoras eran la clave para evitar sospechas y mantener el acceso constante a los sistemas internos de las empresas.
Además de facilitar el fraude, el esquema representó una grave amenaza a la seguridad nacional: permitió el robo de información confidencial, posibles filtraciones de datos sensibles y facilitó ataques de ransomware a infraestructuras corporativas.

Durante el juicio, Chapman expresó arrepentimiento y aseguró que tras cumplir su condena planea iniciar su propia empresa. Sin embargo, también fue condenada a restituir más de 450 mil dólares, entre fondos que recibió personalmente y montos dirigidos a los cómplices en el extranjero.
El FBI advirtió que este tipo de fraudes cibernéticos están en aumento, y reiteró el llamado a las empresas, especialmente a aquellas que contratan personal remoto, a reforzar sus filtros de verificación, revisar patrones inusuales de conexión y tener protocolos claros ante sospechas de suplantación de identidad.