Debido a que los principales brotes del GBG se localizan en la frontera sur del país, el Ceacan instaló un simulador de climas tropicales para el entrenamiento de los canes.
Hummer, Havana y Gamma, tres perritos criollos de alrededor de un año de edad, procedentes de albergues del Valle de México, son entrenados para detectar el aroma que produce la infección por Gusano Barrenador del Ganado (GBG).
Lo anterior forma parte de la estrategia mexicana para erradicar dicha plaga, que provocó el cierre del comercio de carne de res a Estados Unidos.

Su escuela es el Centro de Adiestramiento Canino (Ceacan) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de la Secretaría de Agricultura, ubicado en Tecámac, Estado de México, que en diciembre pasado graduó a una generación de seis binomios, que ya se encuentran en operación en el estado de Chiapas.”El trabajo es extenso porque el perro, primero tiene que sensibilizarse con el aroma del gusano barrenador. La dificultad que hemos encontrado es que no podemos trasladar la plaga a nuestras instalaciones, así que hemos utilizado gases impregnados del exudado que produce la plaga”, comentó César Ulises Dangu Guillén, encargado del Ceacan.
“Con ese producto hemos estado trabajando para el acondicionamiento de los caninos y otra de las dificultades que hemos encontrado es que los perros deben de adaptarse a las condiciones del lugar donde van a trabajar”, agregó

Simulador de climas tropicales para entrenamiento
Debido a que los principales brotes del GBG se localizan en la frontera sur del país, el Ceacan instaló un simulador de climas tropicales para el entrenamiento de los canes.
El simulador es un invernadero donde se alcanzan temperaturas que rondan los 40 grados, para que los perros se vayan adaptando paulatinamente a resistir condiciones de calor más extremas en las que van a trabajar.“Le afecta al perro al igual que nosotros, es un ser vivo y las condiciones climáticas pueden como a nosotros agotarnos si no estamos acostumbrados a esas condiciones, como todo ser vivo, necesita una adaptabilidad (…) Lo hacemos gradualmente, en este simulador los vamos adaptando poco a poco; primero cinco minutos, después diez minutos hasta llegar a que los perros aguantan un tiempo considerado para poder trabajar”, explicó la instructora canina, Mayte Sofía Tontle Rentería,
Durante el entrenamiento de Havana, registrado por MILENIO, la instructora explicó que dentro del invernadero se instala un simulador de una manga de manejo de reces, “son estos maniquíes que tenemos aquí, con los diferentes puntos donde se puede encontrar una lesión” por gusano barrenador.
Además, se colocan dispositivos que permiten simular el aire o el aroma que va fluyendo en condiciones reales, dependiendo de las corrientes de viento.

“El perro hace su recorrido de uno al otro lado, para identificar el aroma de GBG en este caso y en la vida real, la lesión. Ellos tienen un entrenamiento de seis semanas con su manejador y anticipadamente, tienen un entrenamiento de tres meses”, señaló.
Adicionalmente, César Ulises Dangu Guillén comentó que con apoyo de otras instituciones y ganaderos, realizan prácticas en lugares donde enfrentan al perro a trabajar en condiciones reales, con animales vivos.
Después de la próxima graduación que será en agosto, los binomios Hummer y Daniel Cerón Haro, así como Havana y Juan Carlos Fuentes Peña, serán enviados a Jalisco, a través de un convenio con la Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de Jalisco.
Mientras que Gamma y Juan Ricardo Estrada de la Cruz irán a Guatemala, como parte de un convenio entre países miembro del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).
Van 600 perros capacitados desde 2017
César Ulises Dangu Guillén destacó que desde su creación en 2017, el Ceacan ha capacitado poco más de 600 perros; a la fecha, cuenta con 83 caninos desplegados en el interior del país.
Su objetivo es adiestrarlos para la detección de productos agropecuarios que pudieran traer plagas o enfermedades a México.
Debido a que es un centro de referencia, también entrena a manejadores de otros países, por lo que actualmente están capacitando quince binomios, con manejadores procedentes de República Dominicana, El Salvador, Guatemala, además de México, con perros adoptados en refugios del Valle de México.
En el caso de los binomios de Dominicana, se les está entrenando en la detección de la Peste Porcina Africana.
Los perritos provienen de albergues o donación de particulares; para ser detectores de plagas.“Buscamos perros que sean amigables con las personas, amigables con los miembros de su especie, que no sean temerosos, que no sean agresivos, que sean muy glotones o que les guste mucho el juego porque el trabajo que realizamos, lo hacemos mediante esfuerzo positivo y esto incluye actividades de juego y alimento para el perro. De esta forma logramos que el perro sea feliz haciendo las actividades que realiza”, añadió Dangu Guillén.
Explicó que en el momento de su selección, los canes tienen entre uno y dos años de edad, por el periodo de trabajo que llevará el animal. “A los diez años de vida o 8 años de servicio, el perro se jubila y va a formar parte de un hogar. Estamos capacitando actualmente la generación 73 y 74 quiere decir que tenemos 74 generaciones impartidas aquí y más de 600 perros han pasado por este centro”, indicó.

Más de 350 millones de células olfativas sensoriales
El médico veterinario Dangu Guillén, destacó que los perros poseen más de 350 millones de células olfativas sensoriales, en cambio, el humano sólo tiene 5 millones de células receptoras.“La capacidad olfativa del perro es mucho mayor que la del humano, es por eso que hemos utilizado esta gran herramienta que es la nariz del perro, para la detección de plagas y enfermedades. El porcentaje de eficiencia que hemos observado en los perritos que tenemos distribuidos en aeropuertos y fronteras es del 92 por ciento de efectividad, es muy alta, gracias a su gran habilidad”.
Además, explicó que la efectividad también tiene que ver con la reducción del tiempo en la detección de plagas, ya que si un humano toma una muestra, la traslada a laboratorio y luego realiza la prueba, puede tomar varias horas, en contraste con los segundos que le toma a los canes identificar la plaga para la que fue entrenado.
Además, resaltó que el Centro de Adiestramiento Canino del Senasica optó por trabajar con perros de albergues, debido a su gran capacidad y resistencia. “Optamos por tener perritos procedentes de albergues o donación de particulares, es porque escogemos aquellos que tienen las habilidades de poder desarrollar esta actividad, de tal forma que en lugar de hacer una crianza especializada, escogemos lo que la naturaleza genera y simplemente lo seleccionamos para Senasica”, afrimaron.
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