Dossier Politico
Nunca tuve contacto personal con la expanista Célida Teresa López Cárdenas, sólo sabía de su trayectoria como funcionaria pública que adquirió notoriedad en el sexenio del exgobernador Guillermo Padrés.
Ese día, no recuerdo exactamente, la increpé después de la conferencia semanal del gobernador Alfonso Durazo. Ella se desempeñaba como Jefa de Oficina del Ejecutivo Estatal.
Entre el bullicio, le pregunté sobre una denuncia contra Renato Ulloa actual director de Agua de Hermosillo y otros funcionarios de la Paraestatal que se presentó a unos días de dejar ella la alcaldía de Hermosillo en septiembre de 2021.
En dicha denuncia, se detallaba que Ulloa y colaboradores habían “inflado” los ingresos de Agua de Hermosillo para supuestamente presentar buenos números a la Junta de Gobierno y sanear la imagen financiera de la paramunicipal al menos artificialmente.
En principio, me contestó sorprendida que no tenía conocimiento, mas luego reconoció que efectivamente si se había presentado una ante la Contraloría del Ayuntamiento de Hermosillo.
Como parte de la estrategia político-legal, un colaborador muy cercano a Célida me entregó copia del detallado documento, con el ánimo de que se publicara una nota insustancial para mandar algún tipo de mensaje a Antonio Astiazarán, el alcalde que la precedió (2021-2024).
Ello sucedió, repito, cuando Célida estaba a punto de dejar la alcaldía de Hermosillo.
Sin embargo, el que esto escribe detectó material suficiente para hacer un reportaje de investigación y si bien no se publicó la nota solicitada si se construyó una hipótesis del caso con un trabajo más extenso.
Por proteger la identidad de las fuentes que sabían de dicha denuncia, no mencionaré nombres, pero una funcionaria de la administración 2018-2021 relacionada con auditorías a quien nunca conocí en persona, pero que era clave para la investigación por los informes que ella tenía como cercana a la exalcaldesa, en principio se mostró abierta (por celular) a dar datos para enriquecer el reportaje pero se fue cerrando hasta anular el contacto.
Ahí confirmé que lo que buscaba la actual secretaria de Sagarhpa era blindarse, pero no ir más allá en esa denuncia contra supuestos actos que se cometieron por parte de Renato Ulloa y compañía en el trienio de Manuel Ignacio Acosa Gutiérrez “El Maloro” (2015-2018), funcionario que volvió a repetir en Agua de Hermosillo con Astiazarán, hasta nuestros días.
Hacer justicia por los presuntos acto de corrupción ya mencionados no eran parte de sus planes.
Puedo afirmar, sin lugar a dudas, que Célida es de las que tiran la piedra y esconden la mano. Toda esa autenticidad que pretende proyectar como figura pública se hace añicos al evidenciarse, casi siempre, su desmedido y evidente interés de beneficio político.
No es casualidad que la también ex diputada local se encuentre en la picota acusada de deslealtad al proyecto morenista, pues se le menciona de operar junto con otros funcionarios cercanísimos a ella incorporados a la 4T en el actual sexenio, la reciente elección judicial que desembocó en la penosa renuncia de un aspirante a magistrado que tuvo que declinar antes de tomar protesta.
Con todo lo anterior no es de extrañar las palabras del exgobernador Manlio Fabio Beltrones en la elección del 2024 cuando soltó que Célida López lo había buscado para que la apoyara a ser la candidata de Morena a la gubernatura en 2021 y no llegara Alfonso Durazo, lo que ella desmintió.
Para colmo, luego de que se le señalara a través de diferentes despachos periodísticos de deslealtad al Ejecutivo Estatal publicó en fecha reciente un video donde asegura que la acusan de traicionar a Morena en la elección judicial porque puntea en las encuestas para la elección a gobernador que habrá de realizarse en 2027 https://www.facebook.com/share/v/1AUhA2WsWx/
Suficientes evidencias y escasas pruebas a favor.
Usted que opina…
¿Culpable o inocente?