En clara violación a la soberanía nacional y a la misma Constitución, los departamentos de Justicia y de Estado de Estados Unidos autorizaron que un comando de la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por su sigla en inglés) montara una operación urgente para ingresar a territorio mexicano –sin consentimiento ni autorización del gobierno del presidente López Obrador– y capturar a las 12:00 horas del jueves 25 de mayo, en la comunidad La Higuerita –a 12.5 kilómetros del centro de Culiacán, Sinaloa– a los narcotraficantes Ismael Zambada García, alias el Mayo, y a uno de los Chapitos: Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, actualmente preso en Estados Unidos.
La captura de estos jefes del narcotráfico habría sido por una supuesta “traición” orquestada por el actual gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, quien solicitó al Mayo Zambada intermediar para sostener una reunión con el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, actualmente líder del Partido Sinaloense (PAS) y con quien el mandatario estatal tenía una confrontación permanente y serias diferencias políticas. Horas más tarde de la captura de los dos narcotraficantes, el mismo jueves 25 por la noche, fue asesinado el líder político Cuén Ojeda.
Según fuentes relacionadas con las indagatorias, el gobernador de Morena en Sinaloa se habría coordinado con autoridades del gobierno estadunidense para informarles de la reunión planeada, a la que asistiría el Mayo Zambada en compañía de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, actual jefe del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, al encuentro no llegó Archivaldo y en su lugar iba otro de los hijos del Chapo, Joaquín Guzmán López, lo que permitió a los agentes de la DEA capturar a los dos narcotraficantes y trasladarlos vía aérea al aeropuerto privado de Santa Teresa, en El Paso, Texas.
Ismael Zambada García acudió al encuentro acompañado de dos guardaespaldas, identificados con los apodos de Chayo y Chairez, de quienes se desconoce su paradero porque supuestamente habrían sido ejecutados cuando intentaron oponer resistencia a la captura de su jefe.
Los informantes explicaron que, al momento de la detención de los dos narcotraficantes, el Mayo se comunicó con su familia para informarles que estaba siendo detenido por agentes de la DEA y, con el propósito de calmarlos y evitar violencia entre su propio grupo delincuencial, les dijo que la captura era pactada con el gobierno estadunidense, razón por la que se han dado versiones encontradas.
El Mayito Flaco, nuevo líder de la organización criminal
Con la detención del Mayo, su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias el Mayito Flaco, asumiría el control de los negocios del cártel. Aunque expertos en la materia aseguran que se agudizarán las diferencias entre las dos familias, Los Chapitos y Los Zambada, y esto podría derivar en una ola de violencia en los próximos días, lo cual también pone en la mira al gobernador sinaloense Rocha Moya, como ya ocurrió con el exrector Cuén Ojeda.
En el caso del Mayo Zambada, debido a su avanzada edad (76 años), consideran que no pedirá ser testigo protegido y que podría llegar hasta el suicidio para evitar el encierro prolongado, debido a las diversas enfermedades que actualmente padece.
Ante el descontrol de este grupo criminal generado por las capturas, sería Archivaldo Guzmán Salazar quien también trataría de asumir el control total de la estructura operativa que tiene el Cártel del Pacífico en todo el país, y hasta en el extranjero, principalmente en lo que se refiere a las operaciones del trasiego de cocaína procedente de Sudamérica y la producción de metanfetaminas y fentanilo, que transportan hacia el mercado de Estados Unidos.
La operación del Mayo Zambada consistía en mantener la armonía y el control de las operaciones al interior del Cártel del Pacífico y entre las diversas áreas que tiene en varios estados de la República y en el extranjero, pero con su captura podría desatarse una lucha entre las dos familias por el liderazgo.
AMLO no descarta operativo de la DEA en territorio nacional
El presiente Andrés Manuel López Obrador informó en su conferencia matutina que no descarta que hubiera un operativo de la DEA en territorio nacional, sin el consentimiento ni el aviso a las Fuerzas Armadas, es decir el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, quienes no sabían ni tuvieron participación alguna en la captura.
De confirmarse que el gobernador sinaloense hubiera hecho un pacto con las autoridades estadunidenses, estaríamos ante una posible traición a la patria del mandatario Rubén Rocha Moya, quien al margen del gobierno federal acordara dicho operativo, en donde agentes policiacos extranjeros ingresaron ilegalmente al país.
Con el propósito de confrontar la información y conocer su opinión sobre este delicado caso, buscamos vía telefónica al gobernador Rocha por conducto de la Coordinación de Comunicación Social; sin embargo, se nos informó que el titular Jesús Alberto Camacho García estaba de vacaciones y que no había quien atendiera esta petición, por lo que se buscó también Marisa Méndez, secretaría técnica de esa área, pero tampoco fue posible localizarla.