La atleta mexicana vivirá otra justa olímpica, pero el camino no siempre fue sencillo para la arquera
EL UNIVERSAL
Dicen que las cosas buenas suceden cuando menos se esperan; así le han pasado varios episodios en su vida a Elizabeth Trujillo Carranza quien emocionada comparte como la bendición le cayó del cielo y de repente, gracias a un benefactor su familia se encuentra haciendo maletas para tomar el primero de tres vuelos que la llevarán a presenciar la participación de su hija, la destacada arquera mexicana Alejandra Valencia, en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La vida familiar dio un vuelco, una tarde de fin de semana, cuando la destacada atleta, referente del deporte Tiro con Arco, fue a pasear en bicicleta al velódromo del Centro de Usos Múltiples (CUM) de Hermosillo y su hermana Margarita tuvo un accidente.
Fue a pedir ayuda al campo de tiro que estaba a un lado y por primera vez vio un arco; el entrenador al ver su expresión, la invitó a usarlo y le dijo que volviera al día siguiente. “Y ahí se quedó, así es que podemos decir que llegó por accidente”, comenta sonriente Elizabeth a EL UNIVERSAL.
Recuerda que su hija tenía 8 años y cursaba tercer año de primaria. Antes, un maestro le había recomendado que la metiera a hacer deportes porque tenía mucha energía, y cuando jugaba futbol con los niños y niñas de su salón, se llevaba la pelota de portería a portería. La llevó a atletismo y natación, pero no le gustaron esos deportes.
Con franqueza externa que en ese tiempo nunca se imaginó que su hija se iba a cubrir de gloria, que sería una gran deportista y viajaría por varias partes del mundo representando a México.
Sus primeras competencias fueron dos olimpiadas nacionales. “Estábamos tan contentos de ella porque logró el treceavo lugar en su primera competencia, sus primeros seis meses y ya estaba logrando un lugar”.
Se acuerda que, en el 2004, en la Olimpiada Nacional celebrada en Tlaxcala ganó su primer bronce; ahora tiene más de 250 medallas logradas en Universiadas Nacionales, Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, así como en tres olimpiadas y otras competencias mundiales.
No todo fue fácil para Ale Valencia
El éxito logrado de Alejandra, fue un tránsito de mucho esfuerzo y perseverancia de toda la familia, pues para apoyarla y llevarla a sus entrenamientos tuvo que dejar su trabajo como maestra en una escuela particular; su esposo trabajaba en una institución bancaria, ahora está jubilado.
Si bien, el Instituto del Deporte le proporcionaba el arco, para sus prácticas debían comprar las flechas para tirar las plumas, así que se organizaban para vender tamales, hamburguesas o hacer rifas. Primero la familia, luego empezaron a cooperar amigos y después patrocinadores.
Se le viene a la mente una vecina que se dedicaba a la costura que le llevó lo que tenía y le dijo que sabía lo que era batallar y no contar con un apoyo para una hija deportista. De manera anónima les ha tocado apoyar a otros deportistas en la medida de lo posible.
Cuando se empezaron a cosechar éxitos, Elizabeth entró a la Universidad de Sonora a estudiar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación para ayudar a Alejandra en el terreno de las entrevistas y llevarle su agenda, “pero ya casi tiene 30 años, atiende ese aspecto sola, nomás le damos consejos, ella es la que decide”.
La Alejandra Valencia profesionista
Alejandra Valencia Trujillo, nació el 17 de octubre de 1994, en Hermosillo, Sonora. “Es como cualquier joven, tremenda, ocurrente, a veces enojona pero no es grosera”, comenta la señora Trujillo Carranza al hablar como es su hija.
Le gusta comer carne con chile, arroz rojo, barbacoa, tacos de cabeza, tacos con chicharrón, frijoles tipo sonora, el sushi, los tacos percherones. Disfruta de ver series coreanas, tanto le gustan que estudia japonés y casi domina ese idioma.
Cuando empezó a practicar Tiro con Arco, estaba en la primaria, iba a la escuela de las 8.00 a las 12.30 horas y de las 16.00 horas en adelante estaba en entrenamiento. Pasó a la secundaria, seguía con la rutina y sin problemas, participaba en competencias, pero en la preparatoria vivió tiempos de tensión, ya que algunos maestros le negaban los permisos para posponer o hacer sus exámenes en línea. En la universidad fue más flexible.
Es licenciada en diseño gráfico y tiene una maestría en administración. “Es una de las cosas que le hemos dicho como padres que el deporte no le va a dar para vivir. Tienes que tener algún respaldo para que en algún futuro tengas como salir adelante, acuérdate que la carrera de los deportistas son cortas”.
Aunque refiere que la ventaja del deporte tiro con arco es longevo, se puede mantener activo mientras se den resultados.
Los Planes a futuro
Lo cierto es que Alejandra Valencia está en su mejor momento deportivo. Obtuvo el Premio Nacional de la Juventud 2023 porque en el Serial de Copas del Mundo, brilló en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 con tres medallas de oro, ostenta el subcampeonato mundial, con lo que pasó a la historia al obtener la primera medalla para México en el Campeonato Mundial de Tiro con Arco Berlín 2023 y se convirtió en tricampeona panamericana en Santiago 2023, aunado a una plata y bronce conseguida en equipo femenil y equipo mixto, respectivamente.
Tras ese importante reconocimiento, el Gobierno de Sonora le prometió un terreno para que construya su escuela de tiro con arco. Le han mostrado varios terrenos, pero aún no hay nada definido, “papelito habla”, dice su madre al comentar que la atleta ya ha empezado a trabajar en los diseños de su negocio.
“Podemos decir que es un proceso, está en proceso, hay que ser positivos para poder jalar las buenas vibras”.
Lo que sigue
Un poco ansiosa, la señora Elizabeth comenta que ha visto a su hija progresar, subir escalón por escalón, conseguir medalla tras medalla, pero la ponen nerviosa las expectativas que tiene la gente en Alejandra quien se está esforzando para su cuarta participación en olimpiadas, y en esta ocasión se enfrentará a 61 compañeras que todas son las primeras en sus países, no es fácil.
“Puedo decir que Alejandra se va a ir a presentar ahí no para perder, ella toda su ilusión y todo lo que trae es para ganar, ella quiere ganar una medalla olímpica”. De cualquier manera, va contenta a París, pero nerviosa por la competencia, por lo que pidió oraciones para su hija y para todos los deportistas mexicanos que hacen su esfuerzo para representar de la mejor forma al país.
Reitera su agradecimiento hacia el patrocinador del viaje todo pagado, para ella, su hija y su esposo, porque no tenían dinero para viajar. ”Es la verdad¨, concluye.