Brandon Krause / DIRT BIKE
Si alguna vez has querido competir y al mismo tiempo trabajar para ser el… menos Si se pierde la cantidad posible, el rally raid podría ser la disciplina para ti. Si bien obviamente no es una forma nueva de carreras, con la competencia de rally raid que se remonta a eventos como el Rally de Pekín a París de 1907, el deporte ha crecido y ha captado cada vez más atención en los Estados Unidos debido al reciente éxito de los estadounidenses Mason Klein, Skyler Howes y ahora el dos veces ganador del Rally Dakar, Ricky Brabec. Otros estadounidenses se aventuraron en los reinos del rally mucho antes que estos tres; pilotos como Jonah Street, Jimmy Lewis (tercer lugar en el Dakar en 2000), Chris Blais (tercer lugar en el Dakar en 2007), Paul Krause (también conocido como papá; se enojaría si no lo mencionara), y un puñado de otros que han ido a participar en la carrera por el desierto más retorcida del mundo.
A pesar de todos los estadounidenses que han llegado a África, Sudamérica y ahora Arabia Saudita, las carreras de rally no han sido tan accesibles para los pilotos estadounidenses hasta hace muy poco. Según he escuchado por historias del viejo PK, ha habido muy pocos eventos a lo largo de los años, como el Rally de Nevada, que incorporaran el recorrido guiado por el libro de ruta, pero nada más.
En los últimos 15 años, el rally se ha vuelto mucho más cercano gracias a la creación de varios eventos. El Rally Sonora en México, en particular, ha cobrado gran impulso gracias a su proximidad. También ha brindado a los competidores la oportunidad de ganar entradas gratuitas al Rally Dakar e incluso participó en el Campeonato Mundial de Rally Raid de la FIM en 2023. En mi caso, he tenido el interés de participar de alguna manera en el Rally Dakar desde que mi padre regresó en 1998 y 2004. Con ese sueño aparentemente más alcanzable ahora, gracias a los recursos actuales, decidí asistir al Rally Sonora 2025 para probar las aguas del rally raid.
CARACTERÍSTICAS DEL RALLY
Así que has decidido participar en carreras de rally. ¿Y ahora qué? El primer paso sería preparar tu montura. Uno de los mayores malentendidos que he oído es: “No tengo moto de rally, así que no puedo”. Para aprender el arte de la navegación de rally a nivel básico, solo necesitas un lector de roadbook, algún tipo de indicador de rumbo, un odómetro y una moto con un generador potente para alimentarlo todo. Una moto dual-sport de serie o cualquier moto con faros rebobinados probablemente tendrá suficiente potencia.
Empresas como RallyMotoShop se han convertido en la tienda integral perfecta tanto para principiantes como para expertos en rally, donde encontrarán todo lo necesario para empezar, desde el equipo de navegación y las piezas de moto para recorrer largas distancias hasta equipamiento de rally como chaquetas, chalecos y pantalones. En mi caso, mi base fue una KTM 2024XCF-W de 450. A partir de ahí, las piezas básicas que añadí fueron el depósito de gasolina IMS de 4.5 litros, unas mousses Dunlop (FM21L delante y FM18D detrás), un neumático delantero Dunlop AT82 90/100-21 y un trasero Dunlop D739AT 120/100-18.
Para la navegación, opté por la opción más moderna con un lector de roadbooks digital llamado ICO TowerOne. El TowerOne es una tableta diseñada específicamente para carreras de rally y navegación, pero muchos otros han usado iPads, tabletas Samsung e incluso sus teléfonos para seguir una ruta. La principal razón por la que elegí el ICO fue su simplicidad y su paquete todo en uno. El kit completo para moto TowerOne incluye todo lo necesario para competir en rally: el lector de roadbooks TowerOne con antena GPS y avisador acústico (el avisador avisa de zonas de velocidad, puntos de referencia, peligros y cualquier otra notificación importante que se pueda programar en los roadbooks); el hardware de montaje necesario, incluyendo las abrazaderas del manillar que conectarían el lector a mi moto; el interruptor de manillar de cinco botones para controlar el sistema de roadbooks; y un interruptor de encendido.
Bueno, esto es básicamente todo lo que necesitarás para seguir un roadbook, ya sea solo o con tus amigos. Pero para competir, hay algunos aspectos más a tener en cuenta. La edición 2025 del Rally Sonora tuvo un recorrido de poco más de 2000 kilómetros en cinco días, con más de la mitad de etapas de carrera y el resto de enlace (tránsito) hacia y desde los vivacs.
Para aguantar la semana en México, empaqué cuatro juegos de ruedas, llantas y mousses, preparé cinco filtros de aire, abundante Maxima Pro Plus+ para los cambios de aceite todos los días, excepto para la etapa maratón, y, por si acaso, una bicicleta extra para repuestos. Además, con algunas mudas de equipo para cinco días de carrera, una tienda de campaña y un saco de dormir para la etapa maratón, y bolsitas de ositos de goma preparadas para llevar como refrigerio a mitad de carrera, estaba listo para mi primer rally.
LO DESCONOCIDO
Como el rally era (y sigue siendo) completamente nuevo para mí, no tenía ninguna expectativa al comenzar la semana. No tenía ni idea de cómo funcionaría el proceso de inscripción, ni siquiera estaba seguro de mi posición en comparación con otros corredores que ya habían participado en el evento, y aunque había leído un libro de ruta por primera vez una semana antes, no estaba seguro de… realmente Sé cómo navegar. Yo
Sabía que, en cuanto a velocidad, podría competir bastante bien con algunos de los demás, pero eso no significa nada. Fíjate en un chico como Mason Klein, joven y relativamente inexperto. En rally, puede encontrarse en igualdad de condiciones con pilotos como Ricky Brabec, uno de los pilotos de desierto más rápidos del mundo. Puede que Mason no sea tan rápido, pero sin duda sabe interpretar nuevos terrenos y ha dedicado mucho tiempo a perfeccionar la navegación.
Dicho esto, estaba muy nervioso el primer día. El primer día empezó en Caborca, México, con un breve enlace que nos llevó al inicio de la etapa. Empezamos en un cauce rocoso y recto que rápidamente nos desembocó en una carretera. Bajamos por la carretera, pasamos un poste de hormigón, cruzamos un cauce y a la derecha en otra carretera. Bastante fácil, ¿verdad? Bueno, a los seis minutos de este rally ya llevaba 30 minutos perdido. Iba y venía desde donde me perdí en el punto de referencia anterior, volviendo sobre mis pasos y viendo dónde me había equivocado. Finalmente, un grupo nos reunimos y decidimos que ese camino llano debía ser la carretera, aunque no lo parecía desde donde estábamos sentados. Por suerte, elegimos bien, y nos pusimos en marcha, aunque ya con bastante retraso.
Lección uno: Las cosas no siempre son como uno se imagina o como uno está acostumbrado. Una carretera en medio de México puede ser algo nunca visto. Esto me ayudó a avanzar la semana, ya que ahora puedo mantener la mente abierta sobre cuál podría ser el camino correcto y cuál definitivamente no lo es.
En general, el primer día transcurrió sin problemas. Vimos algunas dunas e incluso recorrimos una playa mexicana de unos 15 kilómetros. No lo he mencionado ya, pero es mi primera vez en México, así que montar en bici por la playa fue una experiencia completamente nueva de la que había oído hablar antes, pero que nunca había podido vivir.
Tuve otro error de navegación en los últimos kilómetros de la etapa, pero nada tan grave como el del principio. Salvo mis 27 minutos de penalización por exceso de velocidad, que fueron mucho más fáciles de conseguir de lo que esperaba. De vuelta a la carretera, fuimos al mismo vivac que dejamos esa mañana para comer, dormir y repetirlo todo al día siguiente.
INSTALÁNDOSE EN
El segundo día, comenzamos de nuevo en Caborca, regresamos a donde terminamos el día anterior y luego aceleramos costa arriba hasta Bahía de Kino. Tras aprender la lección del primer día, presté mucha más atención a mi roadbook, a sus notas y a cómo interpretarlas. En cuanto empecé a sentir una buena fluidez y a dominar el ritmo, choqué contra un muro. Más concretamente, contra una valla. Dos vallas, en realidad, que deberían haberme dado la pista de que iba por mal camino. Pasé las dos vallas, atravesé el desierto unos kilómetros más hasta donde debería estar la siguiente nota, pero las cosas no parecían ir bien. Necesitaba girar, pero no era posible.
Leccion dos: En un rally, el odómetro nunca será del todo preciso. Estos recorridos probablemente estén trazados con Google Earth, así que las líneas del punto A al punto B son tan rectas como la línea de vuelo, no como la de la moto. Como resultado, podrías estar desviado por décimas de kilómetro, o, en las dunas, varios kilómetros al llegar a tu destino. En este caso, sabía que no iba por buen camino. Aquí vamos de nuevo, de vuelta al último punto de referencia en la valla doble. Para entonces, ya tenía varios pilotos más conmigo, y el grupo crecía. Salimos y volvimos varias veces más antes de darnos cuenta de que debíamos haber estado mirando mal la imagen de la nota.
Lo mejor de estos roadbooks es que la mayoría de estas notas, dependiendo de quién las haya creado, vienen acompañadas de un pequeño diagrama con símbolos genéricos que indican puntos de referencia, cambios de terreno, tipos de tierra y vegetación, y todo tipo de cosas para ayudarte a confirmar que estás donde debes estar. Esto fue clave en la doble valla, ya que el roadbook solo indicaba que debíamos cruzar una, y hasta ese momento, el roadbook había sido muy específico al cruzar este tipo de obstáculos.
Lección tres: Presta mucha atención a esos diagramas, porque te dicen más de lo que piensas. Cuando te pierdes así, es como estar en una sala de escape intentando encontrar la siguiente pista. Con esto en mente, recorrimos el perímetro de la valla hasta que finalmente encontramos la puerta correcta —una sola puerta— que guió a nuestro grupo (ahora éramos 10 o 15) por el camino correcto. El resto del día transcurrió con bastante fluidez a partir de entonces, al menos hasta que llegué al vivac al final de la etapa. Aunque tuve un día bastante decente, cuando llegué al punto de control tras cruzar la meta, mi tiempo marcaba 14 horas de penalización. ¡¿Por qué?! No tenía ni idea de qué había hecho mal. Aparte del despiste de la mañana, no aceleré y mi roadbook superó todos los puntos de referencia; ¡aparentemente no había hecho nada malo!
Lección cuatro: El Rally Comp es tu guía semanal, tu instructor. Es un dispositivo que llevas contigo para supervisar tu cumplimiento. Si indica “para”, paras. Si indica que te saltaste un punto de referencia, te saltaste un punto de referencia. A lo largo de los cinco días, ocasionalmente hubo paradas obligatorias, que obligaban a los corredores a detenerse por completo, esperar una cuenta regresiva de cinco segundos y luego recibir la orden de continuar. Si no se completaba un punto de referencia, el Rally Comp no podía completar ningún punto de referencia posterior durante el resto del día hasta que se completara ese. En mi caso, un punto de referencia no se encontró o se omitió por un botón del dispositivo, así que me perdí los 28 puntos de referencia siguientes, lo que resultó en 30 minutos de penalización por cada uno, para un total de 14 horas.
¡Ridículo! ¡Mi roadbook marcaba que había superado todos los puntos de referencia!, repliqué. Fue un error tanto mío como de la organización, ya que pretendían desactivar la función del ICO TowerOne de mostrar los puntos de referencia superados para evitar confusiones y garantizar que solo siguiéramos las indicaciones de la Rally Comp. Por suerte, mi ICO y el rastreador GPS que nos obligan a llevar por seguridad indican que seguí el resto del recorrido, así que 13 de esas horas se eliminaron. Eso dejó solo dos penalizaciones. En fin, al tercer día.
RECTA FINAL
Los últimos tres días del rally fueron los mejores para mí. Solo tuve dos minutos de aceleración el tercer día, pero el resto fue pan comido. El tercer día fue, de hecho, el más largo de los cinco y el más largo en la historia del Rally Sonora, con una etapa de 380 kilómetros. Logré terminar segundo, lo que me obligó a salir segundo el cuarto día. Ese no solo fue nuestro primer día en las dunas, sino también el primer día de la etapa maratón, lo que significaba que, una vez que saliéramos del paddock el jueves por la mañana, no podríamos recibir ayuda externa hasta que volviéramos al vivac al día siguiente, que era el final del rally. Sin embargo, antes incluso de llegar a las dunas, teníamos más de 100 kilómetros por recorrer, así que el mono trasero estaba… real.
En las dunas, me perdí casi al instante. Navegar por carreteras es una cosa, pero atravesar un terreno desconocido sin apenas pistas que seguir era complicado para un principiante. Era demasiado para asimilarlo sobre la marcha, así que hice lo que no está bien visto y simplemente seguí las pistas que tenía delante, asegurándome de no perderme ningún punto de referencia.
“Aprenderé esto otro día, cuando no esté compitiendo”, me dije. Una vez que terminamos el primer día en las dunas, nos fuimos al campamento a pasar la noche en la tienda de campaña. Era la primera vez que el Rally Sonora incluía una etapa maratón, así que fueron bastante flexibles con lo que podíamos llevar, así que no fue tan duro. Una pequeña bolsa con lo que quisiéramos, un filtro de aire fresco y algunos bocadillos; fue casi como si nada hubiera cambiado del resto de la semana.
El quinto día fue prácticamente idéntico al cuarto, solo que nuestro largo recorrido por carretera fue después de las dunas, no después. Pude navegar un poco mejor por las dunas, pero aún no me sentía lo suficientemente cómodo sin las huellas del líder delante de mí.
Al final, obtuve el quinto lugar en la clasificación general durante todo el rally, me mantuve entre los cuatro primeros durante los últimos tres días e incluso gané la subdivisión Dreams of Dakar, que ofrece apoyo para el Rally Dakar 2026 y le otorga al ganador $10,000 XNUMX para las tarifas de inscripción al evento.
Para un piloto de rally debutante, esta fue una experiencia increíble que recomendaría a cualquiera que haya estado interesado en el rally, ya sea que quiera ir al Dakar algún día o simplemente disfrutar de un divertido viaje por carretera por el desierto. Si le preguntas a gente como Ricky, Skyler y Mason, incluso ellos elogian el rally por su configuración y calidad general, y asisten cuando pueden. Para mí, es hora de empezar a leer tantos roadbooks como sea posible de aquí a enero y dedicar mucho tiempo a no perderme en el desierto.
ENLACE: https://dirtbikemagazine.com/es/Rally-Sonora-2025-Rally-101/
