No, no se trata de un equipo de fútbol provincial brasileño, ni de una escuela de samba del carnaval de Río sometidos a pruebas antidopaje; Se trata, si, del tiburón juvenil conocido como cazón que se reproduce en las costas de la Amazonia. Al analizar el hígado y el sistema muscular, los científicos quedaron perplejos, pues registraron concentraciones de clorhidrato de cocaína 100 veces superiores a las toleradas por una especie marina similar.
Fernando Gutiérrez R. / Dossier Politico
Científicos brasileños revelaron que tiburones que se reproducen en las costas de Río de Janeiro, Brasil, dieron positivo a cocaína en sus órganos vitales.
Según información de biólogos marinos tras concluir una investigación de campo y gabinete patrocinada por la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil, al examinar los órganos de 13 tiburones juveniles, también conocidos como cazón, muy comunes en las costas brasileñas, encontraron dosis letales de la droga.
Los científicos se quedaron perplejos al encontrar altos niveles de cocaína en el sistema muscular y el hígado de los tiburones que examinaron.Lo que alarmó aún más a los biocientíficos marinos fue que el alcaloide en el interior de los cuerpos de los tiburones se encontró en concentraciones aproximadamente cien veces superiores a las que se encuentran con frecuencia en estos y otros animales marinos sometidos a pruebas de dopaje como parte del protocolo de vigilancia sanitaria de las especies marinas comunes en las costas de Río de Janeiro
Hipótesis sobre las causas
Se plantean varias hipótesis para explicar cómo la droga llegó a concentrarse en los órganos vitales de los tiburones. Algunos científicos sugieren que el alcaloide podría haber llegado al océano a través de los desechos arrojados en la playa por laboratorios ilegales de drogas dedicados a procesar pasta de clorhidrato de cocaína a partir de hojas del árbol de coca, una especie de flora endémica de Bolivia y parte de Colombia.
Laboratorios clandestinos operan a lo largo de las costas atlánticas sudamericanas, aprovechando los pocos accesos a la selva amazónica. Otra versión de los biólogos implicados en la investigación sugiere que los restos del alcaloide habrían llegado a las aguas marinas a través de las heces y orinas de consumidores costeros de Brasil que terminaron en el mar. Brasil es el segundo país con mayor adicción a la cocaína en América, después de Estados Unidos.
Esta hipótesis sugiere que los desechos humanos con residuos del alcaloide serían arrojados al fondo marino por las escorrentías de los ríos que son frecuentes debido a las precipitaciones que la región y el país en general registran la mayor parte del año.
Otra sospecha levantada por biólogos y expertos en ecosistemas marinos y, tal vez, la más razonable y que ha generado más opiniones coincidentes que divergentes entre científicos y autoridades en Brasil, es la que deja abierta la posibilidad de que paquetes de cocaína perdidos o arrojados deliberadamente al mar por narcotraficantes pudieran haber sido tragados por tiburones y otras especies.
Algunas voces, amantes del medio marino y con poco rigor científico, han llegado a airear la posibilidad de que la presencia de restos de droga en el interior de tiburones en Brasil haya generado un severo grado de adicción en las especies analizadas, existiendo incluso la posibilidad de que un número no cuantificable de fauna marina haya muerto por sobredosis.
Sus restos mortales se convierten en un veneno letal para los microorganismos que se alimentan de ellos y que habitan en el fondo marino. Estos, a su vez, son sustento para especies menores de peces, crustáceos y otros del mismo tamaño, lo que inevitablemente está impactando en toda la cadena alimentaria provocando un letal circulo vicioso que exponencialmente va infectando con tóxicos toda la cadena trófica marina con costo irreparable a la biodiversidad de la región.
Los más fatalistas ven lo peor por venir en la presencia del alcaloide en grandes concentraciones en el mar de Brasil si la sospecha de los científicos es fehaciente. Todo porque el hecho puede estar generando silenciosamente un envenenamiento masivo de especies de flora, fauna y microorganismos que habitan en esa región del Atlántico, incluido el plancton que se ubica al final de la cadena trófica marina.
Por un lado, la “ola tóxica” afectaría a la cadena alimenticia de principio a fin, es decir, tanto ascendente como descendente, y por otro, ella misma incrementa los daños al resto de especies de flora y fauna marina de la región, incluyendo plancton, algas y todo tipo de organismos unicelulares.
Teóricos de la conspiración y memes en escena
Esta investigación es la primera en detectar cocaína en órganos de tiburón y a medida que las indagaciones científicas serias se cruzan con calumnias e hipótesis sin sustento metodológico y científico, aparecen versiones conspirativas y manifestaciones donde se da rienda suelta al chiste alimentado en redes sociales, con memes de un humor tan negro como agrio, otros, insensatamente creativos e irónicos a rabiar, que a la desgracia misma le sacan una sonrisa y, desde luego, frivolizan el tema, de suyo delicado.
En medio del debate científico y la chunga digital, conforme avanzan las investigaciones sobre el fenómeno salen a la luz cada vez más interrogantes que rebasan las explicaciones que intentan ser convincentes sin lograrlo. Mientras el debate crece respecto al impacto de las drogas en los ecosistemas marinos.
En el debate no solo se cuestiona el daño que causa la deforestación por el corte de la hoja de coca para procesar la pasta de cocaína, sino también la posibilidad de que el consumo humano de drogas pueda tener un impacto en los ecosistemas marinos más allá de lo que se pensaba, incluso, de lo que pudiera imaginar la mente humana.
Ahora se le puede sumar al debate la presencia de grandes concentraciones del alcaloide en aguas de las costas de Río de Janeiro, fenómeno que, incluso, podría afectar a mediano plazo la biodiversidad marina de esa región del cono sur.
Las comunidades de estudiosos y defensores de la vida marina de Brasil están sumamente preocupadas por los hallazgos de alcaloide en los cuerpos de especies marinas en concentraciones que rondan los topes mortales, sentimiento compartido por ambientalistas y defensores de la biodiversidad marina del mundo entero.
En tanto, las autoridades han hecho mutis ante el asunto, abonando, en algunos casos, a la fábrica de ironías y guasa en la que se convierten las redes sociales ante casos atípicos como el de los tiburones dopados de las costas brasileiras.
Dos botones de ejemplo dos
La desafortunada respuesta de una autoridad municipal de una provincia costeña y vecina a Río de Janeiro, Brasil, abonó al debate fútil y frívolo, Al responder al reclamo de un periodista local que pidió explicación respecto a “la pasividad de la autoridad” frente a un grave problema, el alguacil no se midió al expresar:
… “Terminando esta conferencia toda la gendarmería será habilitada con trajes de buzo y esposas para tiburones y arrestaremos a todos, si ese es su deseo. Puede acompañarnos para que logre unas bonitas fotografías durante el operativo. Le sugiero extreme precauciones, se trata de una peligrosa banda de tiburones…además, andan drogados, según se ha dicho.
No sé si usted soporte trabajar en ese ambiente. Deduzco que ya está acostumbrada, por lo que también se sabe”, respondió el funcionario policial a la periodista, dando por terminada la conferencia y generando la guasa de todos los presentes. Menos en la portadora del reclamo, es de suponerse.
Otro de los momentos más frívolos del debate digital se registra tras el meme que se virilizó en redes sociales posterior al anuncio de los biólogos marinos, replicado, incluso, por medios impresos regionales de Brasil.
El cartón aborda con humor negro aderezado en su fondo con una ácida crítica a la política latinoamericana ante el problema de las drogas que, por desgracia, embarra con un sabor irónico a México y su fallida lucha contra el narcotráfico internacional en los gobiernos de Fox y Calderón , con sus grandes pinceladas de corrupción en las élites más altas de sus gobiernos.
La escena caricaturizada nuestra sobre un fondo del continente latinoamericano a un capo colombiano que habla con un capo de Estados Unidos con la clásica indumentaria del tío SAM, ambos personajes posados sobre el contorno de los respectivos países.El narco colombiano dice al cliente gringo: -“Te digo que resultará todo un éxito. Nos resultaron a partir del año 2000 en México. Esa vez Entrenamos a los presidentes Fox y Calderón y al ministro de Seguridad García Luna; ellos se encargaron de hacerte llegar miles de toneladas de cocaína por la frontera común…
Desistimos la cooperación porque sus adicciones nos resultaban en bajas ganancias para nosotros y los cargamentos llegaban mutilados. Los tiburones son más económicos, decentes, pero igual se hacen adictos, pero de ahí no pasa.
-Pronto recibirás un ejército de tiburones en Miami cargando un fardo de cocaína en sus aletas sin mermas ni cobros excesivos y menos tanto muerto como pasaba con las mulas presidenciales mexicanas que entrenamos.,…”
Pero…¿Qué es la cadena trófica?
La cadena trófica en ecosistemas marinos describe la secuencia de transferencia de energía y nutrientes entre diferentes organismos que habitan en el océano. Esta cadena está compuesta por varios niveles tróficos que reflejan cómo la energía fluye a través del sistema:
1. Productores (Nivel 1): En el mar, los productores primarios son principalmente algas microscópicas, fitoplancton y algunas plantas marinas como las algas marinas. Estos organismos realizan la fotosíntesis, convirtiendo la energía solar en energía química que los demás organismos pueden usar.
- Consumidores primarios (Nivel 2): Son los herbívoros que se alimentan directamente de los productores. Ejemplos incluyen zooplancton (pequeños animales planctónicos), moluscos herbívoros y peces pequeños que se alimentan de algas.
- Consumidores secundarios (Nivel 3): Estos son los carnívoros que se alimentan de los consumidores primarios. Incluyen peces depredadores medianos, calamares, pulpos y algunos crustáceos.
- Consumidores terciarios (Nivel 4): Son los depredadores tope, que se alimentan de otros consumidores secundarios. Los ejemplos incluyen tiburones, delfines, algunas especies de atún y aves marinas grandes.
- Descomponedores: Incluyen bacterias y hongos que descomponen materia orgánica muerta, liberando nutrientes nuevamente al agua para ser reutilizados por los productores.
En resumen, la cadena trófica marina muestra cómo la energía se transfiere desde los productores (que captan la energía solar) a través de una serie de consumidores que se alimentan unos de otros, hasta llegar a los descomponedores que cierran el ciclo al degradar materia orgánica. . . Esta estructura es crucial para el equilibrio y la dinámica de los ecosistemas marinos, influyendo en la abundancia y distribución de las especies en los océanos.