No tenemos referencias históricas, porque no ha sucedido nunca, pero una pregunta de política ficción para los días que corren, podría inspirar una novela bufa.
La pregunta es la siguiente: ¿Podría la clase política de Morena gobernar México sin tener visa para viajar a Estados Unidos?
Se ha intentado la narrativa de “Un día sin mexicanos” en Estados Unidos. Sale muy mal librada la nación vecina. Podría intentarse la de un gobierno mexicano de políticos sin visa americana.
No está en el horizonte una situación tan extrema, desde luego, como no ha estado nunca la de unos Estados Unidos sin mexicanos.
Pero lo que propone el ejercicio es justamente llevar la hipótesis de un “desvisadero” universal hasta el absurdo y mostrar el envés de la trama, el tamaño real de nuestra imbricación con los vecinos.
La hipótesis no es del todo ociosa en su capacidad de revelarnos algo que no vemos, o damos por descontado.
Porque sería perfectamente imaginable un gobierno mexicano de políticos y funcionarios sin visa para ir a otros países. Podría imaginarse un gobierno mexicano sin visa para ir a China, por ejemplo, o a Rusia, o a Bielorusia o a Corea del Norte, o a Bali, o a Namibia, o a Bolivia, o a Venezuela, o a Nicaragua, o a Cuba.
Pero es claro que un gobierno mexicano de funcionarios y políticos sin visas americanas sería imposible.
Dejarían de ser útiles para su sociedad al día siguiente de perder la visa, porque no podrían gestionar in situ, con su despliegue de consulados, oficinas y viajes en territorio estadounidense, la infinidad de intereses que los mexicanos tienen allá.
Si son ciertos los rumores que corren de innumerables listas de políticos de Morena en trance de perder la visa, tendremos una pequeña probada de si se puede o no ocupar una posición de gobierno, sin visa estadounidense.
Es el desafío por el que están pasando ya el alcalde de Matamoros y la gobernadora de Baja California, que han perdido sus visas.
Versiones de prensa dicen que están en las listas otros gobernadores morenistas y algún conspicuo legislador. ¿Seguirá la novela del gobierno perdiendo visas?
Sabrá Trump. Sólo él. Tiene las visas en sus manos.