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Álvaro Bustillos, líder de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), urgió al Gobierno Federal a implementar medidas de protección sanitaria ante la amenaza del gusano barrenador, con el fin de salvaguardar la exportación de ganado desde Chihuahua y Sonora.
Durante una rueda de prensa, Bustillos informó sobre una reciente reunión con el secretario de Agricultura federal, Julio Berdegué, tras la decisión del gobierno de Estados Unidos de suspender por 15 días las importaciones de ganado mexicano debido al brote.
El dirigente ganadero presentó un pliego con ocho exigencias, entre las que destacan dos medidas prioritarias: el cierre de la frontera sur para frenar el tráfico ilegal de animales y la zonificación sanitaria del país, que permitiría a estados como Chihuahua y Sonora operar con estándares diferenciados por su alto cumplimiento en sanidad.
“Estamos pidiendo el cierre inmediato de la frontera sur. Si el USDA puede cerrar el ingreso de ganado mexicano con un simple tuit, México también debe actuar con la misma contundencia hacia Guatemala, usando a la Guardia Nacional y la Marina para proteger nuestro estatus sanitario”, declaró.
Bustillos argumentó que entidades como Chihuahua y Sonora han invertido millones de dólares en medidas de inocuidad, y que no es justo que se les evalúe bajo los mismos criterios que estados con menor control sanitario, como Tabasco o Chiapas.
“La regionalización es clave. Necesitamos controlar la movilización del ganado dentro del país. No podemos permitir que el esfuerzo de años se ponga en riesgo por prácticas irregulares en otras entidades”, afirmó.
Entre las demás propuestas de la UGRCH se incluyen:
• La creación de un comité nacional y un frente común contra el gusano barrenador.
• Mayor financiamiento para el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
• Regulación estricta de las engordas, consideradas como las principales incumplidoras de los protocolos sanitarios.
• Fortalecer los programas de capacitación para productores, dado que el 80% de los casos han sido detectados directamente por ellos.
Bustillos concluyó advirtiendo que las engordas representan hoy uno de los mayores riesgos para la salud ganadera en México, y pidió que sean sujetas a inspecciones y certificaciones obligatorias.