Redacción
El Vaticano ha comunicado a última hora de la tarde que el papa Francisco murió a causa de un ictus y una posterior “insuficiencia cardíaca irreversible”.
El Vaticano ha informado de que su intención es trasladar el cuerpo el miércoles a San Pedro para el último saludo de los fieles. Muchos de ellos se han acercado ya a la plaza vaticana mientras líderes internacionales y políticos de todo el espectro ideológico muestran su conmoción por la muerte del Pontífice, del que destacan su compromiso con los inmigrantes y los más vulnerables y su condena de las guerras que asolan el mundo o los riesgos del cambio climático.
La primera reunión de cardenales para debatir sobre el nuevo Papa se celebrará este martes
El decano del colegio de cardenales, Giovanni Battista Re, la autoridad en la Santa Sede durante el periodo de sede vacante junto al camarlengo, ha convocado ya a los cardenales a Roma para las Congregaciones Generales preparatorias del cónclave en el que se elegirá al futuro Papa.
El cónclave es la reunión del Colegio Cardenalicio en la Capilla Sixtina para elegir a un nuevo Pontífice. Durante su celebración, que se extiende hasta que hay fumata blanca, los participantes no pueden salir ni tener contacto alguno con el exterior. Previo a este paso hay varias citas en las que los cardenales intercambian impresiones para la votación del cónclave. La primera de estas reuniones está prevista mañana martes a las 9.00 en el aula del sínodo, en el Vaticano. El decano convoca a los cardenales electores, es decir, con derecho a voto (135 de 252), pero también a los no electores, los mayores de 80 años, que aunque no tengan derecho a voto pueden expresar su opinión si lo desean.
Kevin Farrell, el cardenal camarlengo al frente de la Iglesia hasta la elección del nuevo papa
La muerte del papa Francisco ha activado todos los protocolos previstos por la Iglesia católica. Pese a que hay una serie de novedades que implantó el Pontífice antes de su muerte, lo que no ha cambiado es que, en el periodo de sede vacante, la autoridad para las decisiones administrativas y de gestión del Vaticano recae en la figura del cardenal camarlengo, que desde 2019 es el estadounidense Kevin Joseph Farrell. Es él quien certifica la muerte del Papa, anula el anillo pontificio y cierra las estancias papales. Además, al cardenal camarlengo lo acompañan en la toma de decisiones tres cardenales, elegidos aleatoriamente y renovados cada tres días.
Con información de El País