Ignacio P. / EL DIARIO 24
Los avances a niveles nacionales en distintos países del mundo por explotar los minerales disponibles en sus territorios parecen ser una tendencia clara y marcada. Todo dependerá de la cantidad de inversiones extranjeras, de empresas estatales o de empresas privadas del mismo país. Pero esto parece haber traído una mala noticia para México y una pérdida de 250 millones de toneladas que, según los expertos, equivalen a 360 millones de dólares de ganancias.
Duro golpe para México: la pérdida es invaluable
A través del desarrollo en la industria electrónica y tecnológica, la necesidad de contar con este mineral en los artefactos más modernos se vuelve casi vital. En este sentido, México y sus zonas más desérticas se posicionaron como las más apetecibles para la extracción del oro blanco.
A pesar de tener concesiones con empresas multinacionales o nacionales, se dio un paso atrás que imposibilita la producción en los yacimientos más importantes.
Con más de 250 millones de toneladas disponibles, según estimaciones de geólogos mexicanos, Sonora es la zona en donde más litio puede encontrarse en el país norteamericano. Un yacimiento importante en una zona de difícil acceso hacía complicado el trabajo de movimiento de tierras y demás. Ya que las máquinas debían tener un desplazamiento planificado, además de un estudio previo a cómo manejar el terreno.
Pérdida de litio y una falla del estado
Para la explotación de estos minerales, el presidente de México de aquel momento, Andrés Manuel López Obrador, decidió formar la empresa que nacionalizaría estos proyectos que posicionarían en la vanguardia al país.
Su nombre es LitioMX y lo que sucedió tras su creación solo fue ostracismo y derroche de dinero. A pesar de contar con estudios previos realizados por empresas chinas y otras mexicanas, el trabajo de esta nueva marca parece no haber arrojado resultados.
El litio, conocido como oro blanco, sería el principal objetivo a trabajar por la empresa que justamente lleva el nombre de LitioMX, pero nada de esto sucedió y, lo que parecía ser un competidor fuerte a China y su industria en la materia, se transformó en un fracaso absoluto.
Tras varias denuncias que iniciaron en 2023 con la creación de la estatal, el gobierno federal se puso bajo lupa por no haber realizado trabajo alguno en el lugar del desierto de Sonora, donde se albergan más de 250 millones de toneladas en los yacimientos. El enojo de los habitantes de la zona se hizo evidente y varios son los que reclaman por el avance en la obra, que parece estancada.
Lo que sin dudas es una realidad es que la carrera por la extracción y producción de litio tiene a China como líder absoluto, donde lo encuentran ya hasta en el desierto. Con México muy por detrás, sin tener la producción de un gramo de litio en todo el país. Además, según expertos geólogos, San Luis Potosí, Puebla, Baja California y Chihuahua también son lugares en donde la extracción del litio puede ser posible, pero no se avanzaron en los estudios pertinentes.
El propósito a cambiar: evitar el fracaso
Tras varias denuncias realizadas públicamente para no frenar el desarrollo tecnológico en esta zona, intentando llevar a buen puerto las inversiones para la extracción de litio, muchos exigen la aceptación de trabajo en equipo entre el gobierno federal y LitioMX con empresas, ya sean nacionales o extranjeras.
Entre las acusaciones cruzadas aparecen las de GeoComunes, Mining Watch Canadá y Red Mexicana de Afectados por la Minería, quienes demandan la mala manera de manejarse de las empresas encargadas de estos yacimientos, con un principal objetivo de especular con base en el valor de estos sitios que albergan millones en el mercado.
Esto imposibilita que, a diferencia de en Argentina, se desarrolle la industria y genere riquezas inimaginables. Si bien la pérdida real de estos 250 millones de toneladas no es física, sí pueden perder la oportunidad de revolucionar con el proyecto nacional.
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