A ocho meses de haberse inaugurado un acueducto de 40 kilómetros de longitud, en Álamos, Sonora, la obra registra fugas por todas partes
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Más de la mitad del territorio nacional tiene algún grado de afectación por sequía, la cual se concentra en la región noroeste, en estados como Sinaloa y Sonora, zona en la que se encuentra un acueducto inaugurado hace ocho meses en el municipio de Álamos, Sonora, y que reporta múltiples fugas, lo que evita que el agua llegue a los hogares.
A ocho meses de haberse inaugurado un acueducto de 40 kilómetros de longitud, en el municipio de Álamos, Sonora, la obra registra fugas por todas partes.
Millones de litros de agua se desperdician y no llegan a la casa de los pobladores que padecen desabasto desde hace más de 20 años.
El acueducto se construyó por que los arroyos y pozos se secaron por la actividad de las minas de cobre y plata en Álamos.
En julio de 2024, el gobernador Alfonso Durazo, inauguró la construcción del acueducto llamado “Macoyahui – Álamos” que beneficiaría a más de 9 mil habitantes, en esta región semiárida de Sonora.
El nuevo acueducto extrae agua del rio Mayo y la presa Los Pilares, desde la comunidad de Macoyahui a la cabecera municipal de Álamos. La tubería atraviesa la comunidad de La Higuera. Aquí los pozos no tienen ni gota de agua. La mina Cobre del Mayo se tragó toda el agua.
Las autoridades reconocen que en 20 de los 40 kilómetros de esta obra usaron tubería de fierro que fue colocada hace 17 años, durante el gobierno de Eduardo Bours. Desde esa época, pretendían construir el acueducto pero no se terminó, porque la presa Adolfo Ruiz Cortinez, “Mocúzari” empezó a quedarse sin agua.
Estado de la tubería
El estado de la tubería ha provocado que desde el día de la inauguración a la fecha se han registrado cerca de cien fugas de agua. Han tratado de repararlas pero el agua sigue derramándose a lo largo del acueducto.
En la comunidad de “El Tabelo” a 15 kilómetros de la cabecera municipal de Álamos, quedaron los restos de la tubería vieja que fue removida para colocarla en el trazo del nuevo acueducto.
Los otros 20 kilómetros del nuevo acueducto se construyeron con tubería de PVC de 10 y 12 pulgadas. En el kilómetro 18 de la carretera Álamos – San Bernardo, se unió la tubería de fierro viejo con los tubos de PVC. Están amarrados con alambre y cubiertos con bolsa de plástico para sellar las fugas.
Aun cuando a lo largo de todo el acueducto se construyeron cinco tanques de almacenamiento y cárcamos de rebombeo, la obra es de mala calidad, cuando las bombas se encienden, derraman miles de litros de agua sobre las paredes de los tanques de almacenamiento, que han acumulado moho y sarro.
En la comunidad de “La Vinata” los pobladores instalaron mangueras para tratar de aprovechar el agua que escurre por el piso de tierra.
Pero el escurrimiento de agua es tal que deslavó el terreno, abrió zanjas y surcos alrededor de los tanques de almacenamiento y las mallas de protección están a punto de derrumbarse por la mala calidad de la obra.
También se erosionó el suelo y se abrió la zanja donde fue enterrada la tubería de PVC, quedado a la intemperie.
Mientras millones de litros de agua se desperdician, a los pobladores de La Higuera y El Tabelo no les quisieron colocar una toma de agua del acueducto.
