Según Moody’s, el crecimiento económico de México se desacelerará a un 0.7% en 2025, afectado por la disminución del gasto público y cambios institucionales.
Redacción AN / LP
La agencia calificadora Moody’s modificó la perspectiva del sistema bancario mexicano de positiva a negativa, señalando que el cambio refleja la desaceleración económica y las tensiones arancelarias derivadas de las políticas comerciales de Estados Unidos.
Este ajuste se produce en un contexto de incertidumbre macroeconómica y desafíos estructurales para el sector financiero.
Según Moody’s, el crecimiento económico de México se desacelerará a un 0.7% en 2025, afectado por la disminución del gasto público y cambios institucionales.
Estas condiciones, junto con las tensiones comerciales con Estados Unidos, generan presión sobre sectores clave como la manufactura, la industria automotriz y tecnológica.
La calificadora destacó que los aranceles podrían conducir a una depreciación del peso, aumentar la inflación y limitar la demanda de nuevos préstamos.

En el ámbito bancario, Moody’s anticipa un aumento en los índices de préstamos vencidos conforme maduren los créditos de consumo, en un contexto de moderación en el crecimiento de la cartera crediticia.
Aunque los bancos mantienen estándares prudentes en la originación de créditos, se espera un ligero deterioro en la calidad de los activos. No obstante, las reservas para pérdidas crediticias y el capital sólido del sector permitirán absorber posibles impactos.
La rentabilidad del sistema bancario también enfrentará presiones debido a mayores necesidades de provisiones y aceleradas inversiones en digitalización para competir con nuevos actores digitales.
Además, los costos operativos elevados derivados del uso intensivo de efectivo y grandes redes de sucursales representan desafíos adicionales para las instituciones financieras.
Moody’s subrayó que, aunque el financiamiento y la liquidez del sector seguirán beneficiándose de amplios depósitos de clientes, la capacidad del gobierno para brindar apoyo se ha deteriorado.
Este debilitamiento está vinculado al marco institucional y político actual, lo que podría repercutir negativamente en los resultados fiscales y económicos del país.