Hace dos años, la joven declara que fue atacada a golpes y herida con arma punzocortante, además de ser víctima de varios tipos de violencia
EL UNIVERSAL
Hermosillo, Sonora.- Annia Artemisa Monge Zamora tiene dos años exigiendo justicia; denunció a su agresor y expareja Guillermo Antonio “N”, servidor público del Poder Judicial de la Federación (PJF), por intento de feminicidio pero no puede ser detenido porque cuenta con más de 20 amparos.
La joven abogada, denunció las agresiones recibidas ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sonora, quien ha clasificado el caso como violencia doméstica equiparada y no como intento de feminicidio a pesar de no sólo haber sido atacada a golpes sino también herida con arma punzocortante.
“Quiero levantar la voz por todas las mujeres, por las que ya no están, por las que están, pero tienen miedo a su agresor, por las que tienen miedo a lo que diga la gente”, dijo Annia a EL UNIVERSAL.
Relató: “Yo duré cinco años en esa relación de pareja, mi agresor desde el principio me violentaba física, emocional, social, económicamente y de todas las maneras posibles, incluso sexual, hasta el día que yo decidí alzar la voz”.
“Estuvo a punto de matarme en varias ocasiones me apuñaló con un cuchillo en una de mis manos al momento de yo meterlas para que no me hiciera daño en mi cara”.
“Cuando estás dentro de un círculo de violencia, es muy difícil que puedas salir por más que se quiere, unas veces por miedo, otras por vergüenza y por varias situaciones te quedas ahí”, comentó.
Estuvo inmersa en esa relación del 2018 al 2023. “Después de tanto tiempo yo alcé la voz y expuse a mi agresor y también lo denuncié, hasta el día de hoy no he podido obtener justicia“. Además, el delito el que se le está inculpando es el incorrecto, el verdadero es feminicidio en grado de tentativa, pero hasta el día de hoy por las influencias que tiene y todo lo que está haciendo no se ha podido avanzar, externó.
Annia cree que lo encubren por todas partes, lo ayudan aún cuando tiene dos órdenes de aprehensión y todas las pruebas en contra.
“Ahí sigue impartiendo justicia, sigue siendo servidor público, es secretario de Acuerdos en un Juzgado de Distrito del Poder Judicial Federal”.
“Yo también trabajaba en el Poder Judicial, pero me salí de ahí porque no protege a las víctimas, se protegen entre ellos”, comentó la abogada.
El viernes 7 de marzo, en víspera del Día Internacional de la Mujer, Annia protestó una vez más afuera del Poder Judicial Federal de Hermosillo, donde trabaja su agresor. Un grupo de mujeres y su padre la acompañaron.
“Es un llamado para que todas las mujeres que están viviendo alguna situación similar a la mía y por todas las que ya no están, que no tienen la fortuna de estar aquí, salgan alcen la voz y griten muy fuerte que todas las vamos a escuchar porque no están solas”, expresó la mujer que sigue esperando justicia.
La historia compartida por Annia en noviembre del 2023
Nunca pensé que podría hablar de esto. Hoy hablaré de algo que al estar en ese momento no pensé que podría hablar, mucho menos que iba a poder salir de donde se convirtió un infierno para mí. Hoy es diferente, pude salir de ahí y después de tanto ya no quiero callarme más.
Mi manera de sanar es abrirle paso a mi voz, porque fue lo que perdí con lo que viví.
Haberlo vivido sola, sin decirle a nadie por el miedo que sentía de que al hacerlo me hiciera algo, y también de sentirme juzgada por lo que estaba viviendo y no haberme ido en el momento indicado, fue muy doloroso, esto es algo que va más allá; contar mi historia no es buscar una venganza, es algo que me debo a mí misma, es regalarme a mí un poco de paz, respeto, de tomar mi dignidad arrebatada, de recoger todos los pedazos de mí que rompieron una y mil veces. No soy la primera, pero sí quiero ser la última que esté a punto de morir con sus manos diciendo “¿Quieres que te mate?” “Te voy a desfigurar la cara”. Me refiero a mi ex pareja.
Se trata de la relación con mi ex, la violencia física, psicológica, sexual y social que viví a su lado. El 8 de enero de 2023 estuve a punto de morir en sus manos al escuchar estas palabras que salían de su boca “¿Quieres que te mate?” “Te voy a matar”, “Te voy a desfigurar la cara”. Me golpeó hasta dejarme inconsciente por unos segundos, me sujetó las manos con sus piernas y me tapaba la boca con una mano y con la otra me ahorcaba y me pegaba, desde estar en la cama golpeándome hasta tirarme al piso y seguir estrellándome con todo lo que se le atravesaba en su camino. No sé en qué momento se detuvo y pude salir corriendo a esconderme al baño y, aún cuando me vio con los golpes me siguió tratando mal.
No era la primera vez que me ponía una mano encima, ya había pasado anteriormente en diferentes ocasiones, que hasta con un cuchillo me amenazó y logró hacerme daño.
Quería morirme, ya no me sentía bien, me sentía chiquita por el trato que me daban. Realmente llegué a pensar que jamás iba a salir de ahí, un día sólo dije: si sigo aquí me van a matar. Me fui, teniendo miedo de haberlo hecho por si mi mente me volvía a traicionar, busqué ayuda, y decidí hablarlo para no seguir con todo lo que atormentaba mi vida y mente.
Hablé con mi papá y personas adecuadas para no seguir sintiéndome sola en el infierno que estaba viviendo, sabía que no podía resistir una vez más… aún cuando lo dejé mi mente seguía atormentada, pues no dejaba de pensar que volvería hacerme daño después de que supiera que había hablado, me sentía asfixiada, tenía miedo de salir y llegar a casa, por las noches llegaban los recuerdos como si estuviera pasando y mi miedo aumentaba… tenía claramente un estrés post-traumático.
Fue muy difícil volver a dormir en paz, dejar de sentir miedo y vergüenza.
Ha sido un proceso horrible del cual he aprendido tanto, en donde he entendido que jamás merecí ese tipo de trato, que quedarme callada no era mi mejor opción.
Ese silencio producto del miedo, disminución de mi misma por la violencia, vergüenza y culpa de ser juzgada, señalada como poco valiosa, dudando de mi, y esta historia, pues era yo la que creía desde su violencia que había cosas que podían cambiar.
Hoy quiero decir que si estas pasando por una situación similar, busques ayuda, háblalo con alguien para que no tengas que vivirlo sola, que si puedes irte, aunque sientas que no, que vas a sufrir más quedándote y que todo se va a poner peor, que es difícil irte a la primera, pero siempre será lo mejor que hagas por ti misma. Lo que sucede una vez, siempre sucede una vez más.
Hoy ya no tengo miedo a lo que pueda pasar después de hablar, pero estoy segura que lo que sea que suceda no se sentirá morir como lo que sentí estando ahí.
La violencia te quita la voz, ¿Sin voz, quién eres? Ésta es mi voz… Annia