Hermosillo, Sonora.- En su estancia en el Ejido Félix Gómez, en el municipio de Pitiquito, Sonora, los hermanos Julián y Adrián Lebaron, comprobaron la situación de abandono en que se encuentra el lugar, producto del desplazamiento forzado de sus habitantes por el crimen organizado que opera en la zona.
Decenas de personas en el lugar han sido levantadas por estas organizaciones, lo que obligó a las familias abandonar el lugar y propiedades para no ser víctimas de la delincuencia organizada.
“Hay quienes niegan que existan pueblos fantasmas, poblados que se quedan solos por miedo, por amenazas, porque no hay manera de garantizar la vida de su gente, la que agarra sus pertenencias y familia para buscar vivir en paz. Desde Félix Gómez, en Pitiquito, Sonora, hacemos un llamado por la reconciliación y que la hermandad nos guíe”, señaló Adrián Lebaron.
En un recorrido que realizaron, observaron casas en abandono, la escuela del ejido sin la presencia de niños. También, dijo que hay algunas familias que han regresado a reclamar su territorio y su derecho a la vida.
“Espero que con el apoyo de todo México este municipio no llegue a un estado de abandono total”, expresó.