La cooperación entre ambos países ha motivado una serie de cambios en las dinámicas del grupo en su principal bastión
“No puedes estar tranquilo, ni siquiera puedes dormir” es una de las frases con las que un presunto miembro del Cártel de Sinaloa narró su sentir a The New York Times en el marco de las acciones emprendidas por México y Estados Unidos para enfrentar al crimen organizado.
Un reportaje publicado por las periodistas Natalie Kitroeff y Paulina Villegas señala que los embates de ambos gobiernos a las organizaciones delictivas ha generado distintas reacciones entre quienes integran las filas del cártel.
Las detenciones que ocurren día a día en Sinaloa, los aseguramientos de drogas y los operativos para desmantelar narcolaboratorios han modificado las dinámicas del grupo en Culiacán, su principal bastión, según los testimonios obtenidos por las autoras del texto.
En días recientes, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, afirmó que a diario se llevan a cabo distintos aseguramientos en la entidad, lo cual se ha traducido en “un debilitamiento constante a las estructuras delictivas con una finalidad: que no generen violencia”.
Ante tal escenario, supuestos miembros del Cártel de Sinaloa declararon al New York Times que entre sus tácticas para protegerse han contemplado la venta de propiedades y el despido de “personal no esencial” para compensar las pérdidas por el decrecimiento en el comercio de fentanilo.

“Otros dicen que han invertido dinero en equipo avanzado para detectar drones del gobierno estadounidense”, sostienen Kitroeff y Villegas en su reportaje. Asimismo, señalan que los operadores del cártel han sumado a sus filas a “personas con experiencia en el manejo y seguimiento de este tipo de aeronaves”.
En la más reciente conferencia del gabinete de seguridad federal en Palacio Nacional, Ricardo Trevilla Trejo —titular de la Defensa— reconoció que el sobrevuelo de drones estadounidenses MQ-9 Reaper en la región fronteriza forma parte de la cooperación entre ambos gobiernos y ha permitido obtener información relevante sobre los grupos criminales.
Según lo expresado por el general Trevilla, el intercambio de información entre agencias mexicanas y estadounidenses fue clave para la captura de cuatro importantes miembros de Los Chapitos, asegurados el mismo día en Culiacán: José Ángel Canobbio Inzunza (‘El Güerito’), Kevin Alonso Gil Acosta (‘El 200′), José Alonso “N” y Gustavo “N”.
Respecto a los planteamientos sobre un posible despliegue de agentes norteamericanos en México, presuntos miembros del cártel reconocieron ante el NYT que no podrían competir contra su arsenal. Sin embargo, “si viene un helicóptero con 20 o 30 soldados, de ninguna manera nos quedaríamos de brazos cruzados”, aseveró un operador del cártel.
Como parte de los acuerdos establecidos con Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ordenó el pasado 3 de febrero que diez mil agentes de la Guardia Nacional fueran desplegados en los estados que conforman la frontera con EEUU. Asimismo, el día 27 del mismo mes ocurrió un hecho inédito con el traslado simultáneo de 29 personas que eran requeridas por aquel país para enfrentar cargos como homicidio, lavado de dinero y narcotráfico.
Entre los criminales entregados a EEUU destacan Rafael Caro Quintero (fundador del Cártel de Guadalajara), los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales (exlíderes de Los Zetas) y Vicente Carrillo Fuentes (exjefe del Cártel de Juárez).