Pedimos a la Fundación ISSSTE los comprobantes de gastos de los 5 millones de pesos que recibieron en 2017 y que, según el hoy director del ISSSTE, Martí Batres, fueron malversados, lo que prueba “el saqueo institucional del periodo neoliberal”. Hablamos de un asunto de 5 millones y un supuesto mal uso de 27 espacios para cafeterías y máquinas expendedoras. Batres lo presentó, por citar tamaños, horas antes de que la Auditoría Superior de la Federación informara que Birmex (importador y distribuidor de medicinas y vacunas en tiempos de López Obrador) tendría que aclarar el manejo de mil 44 millones de pesos. La Fundación nos entregó 110 hojas de contratos, convenios, comprobantes, comodatos, fotos de bienes adquiridos y hasta un cheque de 16 pesos que devolvió al ISSSTE como sobrante de los 5 millones. “Quisiéramos pensar que lo expuesto por el director del ISSSTE es falta de información o información entregada de manera indebida por alguna persona con un interés oscuro”, concluye Delia Mendías, administradora general de la Fundación. Como sea, Batres se sirvió de una mañanera para tirar la piedra y anunciar que denunció el caso en la FGR. Lo hizo sin oír argumentos opuestos. Tiznar e intimidar. Como se hacía antes de octubre.