Durante la jornada, el oro tocó un máximo de 2 mil 936.99 dólares, aproximándose al máximo histórico de 2,940 dólares por onza.
Fernanda Murillo
Este martes el oro cerró la sesión ganando 1.31 por ciento, cotizando en 2 mil 934.65 dólares por onza, impulsado por la aversión al riesgo global.
Durante la jornada, el oro tocó un máximo de 2 mil 936.99 dólares, acercándose al máximo histórico de 2 mi 940 dólares por onza, de acuerdo con Banco Base.“El oro se mantiene en el foco de atención como uno de los activos de protección más atractivos, extendiendo su rally alcista por segunda jornada consecutiva y cotizando muy cerca de su máximo histórico en torno a los 2 mil 940 dólares la onza”, dijo Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados.“Este desempeño es particularmente relevante si se considera que ha ocurrido pese al repunte del dólar estadunidense y al aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, cuya referencia a 10 años parece haber encontrado soporte en la zona de 4.5 por ciento”, agregó.
Explicó que la caída de más de 20 puntos base desde su máximo, la semana pasada, brindó un apoyo a los inversionistas que ha favorecido el apetito por el metal dorado“En la medida en que la incertidumbre comercial persiste y las tensiones geopolíticas siguen sin resolverse, el oro brilla como un barómetro de la cautela en los mercados financieros”, comentó.
Señaló que las recientes disposiciones de la administración Trump sobre aranceles recíprocos que, de concretarse, podrían impactar a más de 17 mil productos, mantienen a los participantes del mercado a la expectativa.“Si estas medidas permanecen en espera de implementación final, la posibilidad de que entren en vigor refuerza el nerviosismo internacional, impulsando la demanda de refugios tradicionales como el oro”, dijo Elizundia.
Por otro lado, agregó que la posibilidad de que las negociaciones de paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania avancen ofrece un atisbo de menor volatilidad global a futuro. Sin embargo, aún existe escepticismo respecto a la exclusión inicial de Ucrania y Europa en las conversaciones, lo cual podría retrasar cualquier resolución definitiva. Así, la tensión geopolítica continúa siendo un factor que apoya los precios del metal.
Asimismo, indicó que la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) actúa como contrapeso. Comentarios de algunos funcionarios de la Fed, sugieren cautela ante posibles recortes de tasas, al persistir las presiones inflacionarias.“En el corto plazo, la atención se centra en la próxima barrera psicológica de los 3 mil dólares la onza. De continuar la presión alcista y el apetito por activos defensivos, el oro podría afianzarse en este umbral clave”, dijo.“El metal dorado se encamina a convertirse en el protagonista del mercado si el entorno de volatilidad persiste. Con los focos puestos en la evolución de la política comercial estadunidense y el desarrollo de las negociaciones internacionales, el oro se perfila como el activo de protección por excelencia en este entorno de riesgos globales”, finalizó.