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Grandes son los retos que se han trazado desde el gobierno estatal y el municipal de Hermosillo frente al poco promisorio horizonte donde no aparecen nubes que anuncien lluvias.
La prolongada sequía que ya va por su tercer año ha configurado, como expresó el director del organismo operador de Agua en Hermosillo, Renato Ulloa, una tormenta perfecta en la que convergen la ausencia de lluvias, las temperaturas extremas, el abatimiento de los mantos y las presas en niveles ínfimos.
Los pronósticos meteorológicos no hacen albergar muchas esperanzas de que las cosas cambien y a los factores citados arriba habría que agregar el deterioro de gran parte de la red de distribución y el masivo desperdicio de agua que representan las fugas; las dificultades presupuestales y una larga historia de administraciones que han pateado indefinidamente el bote sin tomar decisiones de gran calado para afrontar la realidad de una ciudad en medio del desierto donde el consumo per cápita es de 400 litros diarios.
Esa cifra tan disparada, que nos coloca entre las ciudades del mundo que más agua consumen y esto tiene que ver con el hecho de que prácticamente la mitad del volumen de agua que se inyecta a la red de distribución se va entre fugas y tomas clandestinas, sin contar el poco control sobre consumos ya que medio padrón de usuarios carece de medidor.
Hablamos de Hermosillo, pero en el resto de los municipios con más de cien mil habitantes las cosas no son muy diferentes.
Era imposible seguir sin tomar esas acciones de gran calado que hagan frente al complicado escenario que plantea de entrada, el próximo verano.
El primero que tomó al toro por los cuernos fue el gobernador Alfonso Durazo, que la semana pasado convocó a todos los sectores productivos y sociales para anunciar las nuevas acciones del Plan Hídrico Sonora 2023-2053, un paquete de obras y programas con visión de largo plazo, que incluye la construcción de tres presas aguas arriba de los ríos San Miguel y Sonora, así como la construcción del bypass en la presa Abelardo L. Rodríguez. Estas dos acciones están orientadas a garantizar el abasto para la capital, Hermosillo; incluye también la perforación de 78 pozos en diferentes municipios, lo que junto a otras acciones representan una inversión de 17 mil millones de pesos.
En Álamos se puso en operación el Acueducto Macoyahui y en Guaymas se rehabilitaron 17 cárcamos de bombeo; para este año se han presupuestado recursos estatales y federales por más de dos mil 160 millones de pesos destinados a infraestructura hídrica.
Ayer, el alcalde de Hermosillo hizo lo propio y convocó a todos los sectores interesados en el tema para presentar el Modelo CUIDA, que también involucra a todos en acciones para enfrentar la sequía a partir de cinco ejes donde destacan la rehabilitación de pozos, el monitoreo en tiempo real y el uso eficiente del agua; reparación de fugas, inversión en equipo y sanciones para quienes desperdicien el agua.
Desde el estado y desde el municipio se han dado a la tarea de fomentar y fortalecer la cultura del agua a partir de intensas campañas de concientización.
El ayuntamiento ya ha invertido en un sistema de telemetría, en la construcción de una planta tratadora de aguas residuales y tubería morada para la conducción de agua tratada en el Parque Industrial, además de equipamiento y modernización de la planta potabilizadora; inversión en renta de derechos de agua entre otras acciones que han requerido una inversión de 493 millones de pesos.
Otros 258 millones –recursos del ayuntamiento y de NadBank serán destinados a fortalecer el equipamiento de nuevas fuentes de agua y a la detección y reparación de fugas y drenaje.
En el evento convocado por el alcalde estuvo el delegado de Conagua, Rodolfo Castro Valdez y la subsecretaria de Desarrollo Político del gobierno del estado, Bernardeth Ruiz Romero, así como el representante de la CEA, Rafael Vélez y el líder de la Unión de Usuarios, Ignacio Peinado Luna y la diputada local Amairani Peña Escalante.
La convocatoria fue mucho más amplia y allí estuvieron representantes de cámaras empresariales y organizaciones sociales.
II
Las obras y acciones que comprenden los dos programas presentados en los últimos días son de suma importancia y de gran envergadura. No es para menos: la situación es crítica y podría empeorar si no se toman cartas en el asunto desde ahora.
Llamó la atención, entre las varias coincidencias que tuvieron el gobernador y el alcalde de Hermosillo, una que tiene que ver con la necesidad de despolitizar el tema del agua, mantenerlo en el terreno de la neutralidad política -dijo el gobernador- y abordarla todos juntos, sin distingo de colores ni partidos -dijo el alcalde-.
Personalmente les creo cuando lo dicen. Ambos son políticos profesionales, experimentados en temas de gobernanza y políticas públicas pero sobre todo, realmente preocupados y ocupados en el ámbito de sus respectivas competencias.
Pero de todas las acciones proyectadas, quizá la más complicada sea precisamente esa: la de mantener el debate sobre el tema del agua en el terreno de la neutralidad política.
Y es que el agua, como recurso vital, toca las fibras más sensibles de la vida cotidiana de todos y todas, especialmente cuando falta.
En las últimas décadas, este tema ha provocado fricciones y desencuentros, cuando no abiertas confrontaciones políticas: desde la cancelación de la planta desaladora en Hermosillo durante el trienio de Pancho Búrquez; los tandeos en la administración de Dolores del Río y el Acueducto Independencia, que partió al estado en dos; hubo persecuciones, encarcelados, represión…
A 15 años de distancia, parece estarse cumpliendo uno de los escenarios proyectados por quienes se oponían al trasvase de agua desde la cuenca del Río Yaqui a la del Río Sonora: llegaría el momento en que tanto Cajeme como Hermosillo vivirían momentos críticos por la falta de agua, lo que hoy está pasando, con el agregado de que la sequía tiene en esa situación a otros municipios.
Por eso hoy más que nunca se impone atender ese llamado a mantener el tema en el terreno de la neutralidad política; el gobernador ha dado muestras de su voluntad en ese sentido al apoyar consistentemente a la capital del estado con la gestión para la construcción de las presas que beneficiarán Hermosillo, lo mismo que el bypass y el mantenimiento del acueducto independencia, entre otras cosas.
Pero por la naturaleza del tema, es harto difícil que algunos actores de la vida política local eviten la tentación de discurrir por los intrincados caminos de la política en el debate de este tema. Claro que el debate es deseable y necesario. Esperemos que también sea de buen nivel y privilegiando ante todo el bienestar de los y las ciudadanas de Sonora.
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