Demanda de mano de obra aumentaría con el Programa de Vivienda del gobierno federal, alertó la cámara empresarial
Samanta Escobar
La industria de la vivienda atraviesa por una escasez de mano de obra, especialmente en el norte y centro de México, por lo que la llegada de migrantes deportados desde Estados Unidos a partir de las políticas del presidente Donald Trump, podría tener un lado positivo para el sector de la construcción.
De acuerdo con Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), en los estados del norte del país se requieren alrededor de 1 millón de trabajadores de la construcción, en donde ha aumentado la competencia no sólo entre empresas desarrolladoras, sino también con las compañías manufactureras de la región.
“La llegada de migrantes, en estricto sentido, puede ser positiva, porque el centro y norte de México carece de mano de obra para la construcción, hay mucha carencia. Nacionales y extranjeros pueden ayudar, si se hace de manera coordinada, a subsanar este problema, porque no hay albañiles, no hay electricistas, no hay plomeros ni tablaroqueros”, dijo el empresario.
Además, se prevé que la demanda de trabajadores para la producción habitacional aumente con el programa de Vivienda para el Bienestar impulsado por el gobierno federal, el cual pretende la edificación de 1 millón de casas en todo el país, las primeras 125,000 se construirán este año. Por su parte, los socios de la Canadevi invertirán cerca de 500,000 millones de pesos en el desarrollo de 250,000 viviendas más este 2025.
Según datos de la Encuesta de Población Actual (CPS, por sus siglas en inglés), el sector de la construcción es la principal rama económica en la que se desempeñan los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, pues se estima que, en el 2023, tres de cada 10 hombres se encontraban ocupados en este rubro.
“Muchos de los migrantes mexicanos tienen una alta capacidad técnica en obra que han adquirido fuera del país, lo que puede ayudar a subsanar la eficiencia productiva en el país”, añadió Moreno.
Urgen reglas del plan de vivienda
Respecto a la participación del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) en el desarrollo habitacional, Moreno consideró como urgente que se den a conocer las reglas de operación de ambos organismos para echar a andar el programa y analizar las vías de participación que tendrían las constructoras privadas.
De coordinarse la iniciativa pública y privada, según el empresario, se podrían construir hasta más de 2 millones de veces a lo largo del sexenio.
“La industria de la vivienda es muy lenta de arranque y van casi cinco meses desde que se propuso el plan, pero no se han planteado las reglas. Hoy se habla de que en la Ciudad de México se necesitan entregar 88 casas diarias, pero no se están construyendo. Nos preocupa que los tiempos nos vean rebasados y no conozcamos las normas, cómo va a ser la empresa constructora, cómo le vamos a ayudar o cómo nos sumamos a este esfuerzo”, dijo Moreno.
Finalmente, el presidente de la Canadevi añadió que el programa de Vivienda para el Bienestar servirá para hacer crecer la colocación de créditos hipotecarios, ya que las personas de bajos ingresos podrían utilizar su crédito para comprar o rentar a bajo precio.