Por Maritza Dolores Félix Gallego / CONECTA ARIZONA
La magia comienza en Magdalena de Kino, Sonora, en el mes de mayo, del 13 al 19, pues se realizó la edición número 27 del Festival Kino: una serie de diversos eventos culturales que unen a la región para conmemorar al grandioso personaje que dejó grandes enseñanzas.
En una tarde llena de historia y cultura, el día 19 de marzo de 2024, nos adentramos en una fascinante entrevista con la maestra María Candelaria Gallego López, una destacada docente con una trayectoria de 30 años en la Preparatoria Kino, perteneciente a la Asociación Cultural Kino en Magdalena, Sonora.
La conversación nos lleva a descubrir la riqueza del legado del misionero Eusebio Francisco Kino, quien dejó una huella imborrable en la región noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos.
El Padre Kino, como es comúnmente conocido, fue un misionero jesuita de origen italiano, nacido en Trento, Italia. Su vida estuvo marcada por múltiples facetas: explorador, cartógrafo, geógrafo, astrónomo, fundador de misiones y visitas en la región, distinguido por su habilidad para entablar relaciones con los indígenas y por su contribución al conocimiento geográfico al descubrir que Baja California era una península y no una isla, entre otras muchas hazañas.
La maestra Gallego López nos revela la importancia de la figura del Padre Kino para Magdalena, Sonora y la región en general. Su legado va más allá de lo religioso, pues introdujo técnicas agrícolas, cultivos como los cítricos y la vid, influenciando así la agricultura y la economía local. Su trato con los indígenas y su capacidad de establecer relaciones duraderas dejaron una impronta cultural invaluable.
El Padre Kino cuando llegó a Sonora y principalmente a la región fundó la Misión de Dolores, la Misión de Remedios en Cucurpe; Santa María de Magdalena, en Magdalena; San Ignacio de Caborica; San José de Ímuris; Purísima Concepción de Nuestra Señora de Caborca; Misión de San Diego en Pitiquito; Misión de San Pedro y San Pablo de Tubutama; Nuestra Señora del Pilar y Santiago en Cocóspera, además de las misiones en Arizona que son la de San Xavier del Bac, Misión de San Cayetano en Tumacácori y San Gabriel en las comunidades pimas de Bac y Guevavi a lo largo de la Río Santa Cruz en Arizona.
Promovió, además, dentro de su evangelización, el amor a San Francisco Javier, al recibir un favor, que fue salvarlo de la muerte. En agradecimiento agregó a su nombre Francisco, convirtiéndose entonces en Eusebio Francisco Kino; su nombre original fue Eusebio Chini, pero la pronunciación del apellido se cambió por los indígenas a Kino.
Están muy de la mano las fiestas, los tributos y los agradecimientos que vienen las etnias de Sonora y Arizona como son los mayos, guarijíos, los tohono o´odham, los yaquis, seris, y pimas, quienes vienen a agradecerle o a pedirle un favor, algo que está ligado a lo que el Padre Kino les enseñó: conocimiento que se transmite de generación en generación.
La veneración al Padre Kino es palpable en la región desde hace siglos, destacándose sus milagros y virtudes, lo que llevó al Papa Francisco a otorgarle el título de “Venerable Eusebio Francisco Kino” en julio 11 de 2020, un paso significativo en su proceso de canonización, pues aprueba y reconoce las virtudes de Kino en grado heroico y con ello se convierte en Venerable Siervo de Dios.
La posible canonización del Padre Kino sería un hito trascendental para la región, generando un mayor orgullo entre los habitantes y atrayendo aún más peregrinos y turistas, que tendría un impacto positivo en la economía local.
La conexión del Padre Kino con las tradicionales fiestas religiosas de octubre, en honor a San Francisco Javier, es también notable.
El cambio de fecha de estas festividades, influenciado por el clima y la devoción del Padre Kino hacia San Francisco Javier, demuestra la profunda relación entre lo cultural, lo religioso y lo histórico en la región, convirtiéndose en un atractivo para turistas religiosos y no religiosos, nacionales y extranjeros.
Durante el mes de marzo, de cada año, se realizan eventos solemnes para el Padre Kino, pues es el aniversario de su muerte y en mayo el descubrimiento de sus restos; es por ello que la Asociación Cultural Kino organiza una serie de eventos en su honor.
El 13 de marzo se realiza una marcha que se conoce como la “Marcha del Silencio”, en la que los alumnos representan a los grupos étnicos que evangelizó. La marcha se realiza en silencio, no se incluyen velas pues todavía no es santo. El 15 de marzo hay una guardia de honor en la cripta del Padre Kino, organizada por el Ayuntamiento de Magdalena
En resumen, el legado del Padre Kino es un tesoro histórico y cultural para Magdalena, Sonora, y su posible canonización sería un acontecimiento de gran relevancia para toda la región, consolidando su posición como un destino de importancia tanto cultural como espiritual.